Pensamientos que transforman

Por Noel Diaz

Eres tan preciosa, precioso a los ojos de Dios, que cuando te vio nacer, no pudo contener sus lagrimas de gozo por ti. Y desde ese día no pudo concebir la idea de perderte algún día.

Así que se hizo hombre para llegar a mostrarte cuanto te ama y para declararte su amor incondicional. Para que nunca dudaras de su amor, se dejo clavar en una cruz y abriendo sus brazos, mirando al cielo pidió por ti para que nunca te perdieras sino que tengas vida y vida eterna.

"No soy digno de que vengas a mi, pero solo una palabra tuya bastará para sanarme. Amén"

• Idioma: Español
• Editorial: Noel Diaz
• Fecha de lanzamiento: 26 nov 2013
• ISBN: 9781310764295

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¡Cuánto nos ama Dios! ¡Cuán grande es su amor! A cambio de nada, sin condiciones, y ... sin nosotros merecerlo. El amor de Dios es incomparable, no hay quien lo iguale. Ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra podrás encontrar otro amor que se le asemeje. ¡Dios es el Amor de los amores! Ese amor infinito de Dios es el que nunca nos defraudará y que siempre nos ofrece lo bueno, lo agradable y que nunca nos causará dolor sino únicamente satisfacciones. Es un amor libre y sin condiciones. Yo te invito a experimentarlo en tu vida y cuando te aferres a Él encontraras el más grande de los tesoros. Ten presente que Jesús, es el amor manifestado de Dios, es el mayor regalo para ti. Recíbelo. ¡No hay amor como el de Dios! El que no ama no ha conocido a Dios, pues Dios es Amor. (1 Juan 4, 8)

El amor de Dios mantendrá tu corazón sereno para que puedas enfocar tu atención en la armonía y felicidad que deseas. El amor de Dios, resplandeciente por medio de ti, bendecirá a todas las personas que contactes. El amor de Dios, expresándose por medio de ti, atraerá lo suyo y te proporcionará muchas bendiciones.

Pero Dios es rico en misericordia: ¡con qué amor tan inmenso nos amó! Estábamos muertos por nuestras faltas y nos hizo revivir con Cristo: ¡Por pura gracia ustedes han sido salvados! Con Cristo Jesús y en él nos resucitó y nos sentó en la morada celestial.  En Cristo Jesús Dios es toda generosidad para con nosotros, por lo que quiere manifestar en los siglos venideros la extraordinaria riqueza de su gracia. (Efesios 2, 4-7)

DIOS ESTÁ EN EL CORAZÓN DEL QUE CREE

Estamos acostumbrados a vivir la vida consultando el calendario, las fechas que nos indican las celebraciones de diferente tipos. Algunas veces son cumpleaños, otras, los días de descanso o de feriado. Cuando Dios está presente en nuestro corazón la vida se vive con optimismo y hacemos que todo lo que Él nos ofrece sea un motivo de alabanza porque todo cambia de perspectiva en nuestra vida. Más que ninguna otra cosa Dios quiere de nosotros que aprendamos a vivir dando gracias, disfrutando todos los momentos, la vida abundante. Que no es abundancia de riquezas, como piensan algunos, sino la abundancia en el corazón.

Los que no conocen a Dios se afanan por esas cosas, pero el Padre del Cielo, Padre de ustedes, sabe que necesitan todo eso. Por lo tanto, busquen primero su reino y su justicia, y se les darán también todas estas cosas. No se preocupen por el día de de mañana, pues el mañana se preocupará por sí mismo. A cada día le bastan sus problemas.. (Mt 6, 32-34)

Toma la decisión este día y comienza a usar el calendario de tu corazón que tiene la presencia de Dios y aprende a celebrar cada día la caricia del viento, el abrazo del sol, el perfume de las flores, la lluvia que refresca, la amistad que ofrece amor, las pruebas y los problemas de el diario vivir, porque con Dios todo lo verás con esperanza y te aferrarás a la fuerza poderosa que viene del Señor.  De cualquier manera, antes de ninguna otra cosa, decide vivir esos días como lo que son, un regalo de Dios. Y celebra, con las bendiciones que tengas; da gracias por lo que tienes y disfruta. Esa es la abundancia que trae Dios al