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Arbol Torcido, Solo Dios Lo Endereza: Algo que aprender
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Libro electrónico302 páginas5 horas

Arbol Torcido, Solo Dios Lo Endereza: Algo que aprender

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Más que un libro, este ejemplar es el vivo testimonio de una vida transformada e impulsado por la necesidad imperiosa de encontrar el significado del? por qué o para que vivimos?Si tu sientes el deseo de un cambio verdadero, te invito a conocer de qué forma encontré mi misión en la vida. Y te invito a que, tal vez, por primera vez en tu vida seas sincero contigo mismo y encuentres la verdadera libertad; con la salvedad de que te pongas manos a la obra, cada dia. Puedes iniciar un dia a la vez. Con el paso de los días te sorprenderá que un mínimo esfuerzo te traerá una nueva manera de ser, pensar y actuar. Estoy convencido de que si yo lo logre tambien tu lo lograras.Si lo tomas con seriedad estoy disponible en WhatsApp o Zoom como: Ricardo Monreal R.Tomare en serio cualquier comentario que tu tengas para mi y lo atendere personalmente; asi me ocupe anos hacer esto será un placer, no una carga.Mi misión es servirte en verdad, si lo dudas, intentalo.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento19 jul 2022
ISBN9781662494277
Arbol Torcido, Solo Dios Lo Endereza: Algo que aprender

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    Arbol Torcido, Solo Dios Lo Endereza - Ricardo Monreal R.

    Arbol Torcido,

    Solo Dios Lo Endereza

    Algo que aprender

    RICARDO MONREAL R.

    Derechos de autor © 2022 Ricardo Monreal R.

    Todos los derechos reservados

    Primera Edición

    PAGE PUBLISHING

    Conneaut Lake, PA

    Primera publicación original de Page Publishing 2022

    ISBN 978-1-6624-9426-0 (Versión Impresa)

    ISBN 978-1-6624-9427-7 (Versión electrónica)

    Libro impreso en Los Estados Unidos de América

    Contenido

    Agradecimientos

    Comentarios

    Introducción

    Infancia

    Infancia II

    Llegó la luz

    La verdadera transformación

    El cumplimiento de un sueño

    La huida

    Agradecimientos

    Doy gracias a Dios por la oportunidad concedida al poder redactar toda mi gratitud a su poder sanador en mi nueva vida, sin el cual yo no hubiese obtenido una maravillosa nueva manera de ser, pensar y actuar; y el anhelo de poder llegar a ser usado para que otras personas sean tocadas como lo fui yo al permitirle tomar control de mi corazón. Sé que si alguien con grandes o pequeñas dudas referentes al rumbo de su vida, lee este libro Árbol torcido solo Dios lo endereza, se lo permite, puede ser transformado como lo fui yo. Repito, ese ha sido mi más grande anhelo al redactarlo, confío y espero que realmente cumpla su cometido como fue mi caso particular. Estoy seguro de que su Espíritu puede obrar y transformar también al elegido o elegida por Él.

    Agradezco igualmente a mis hijos Ruth, Brenda y Ricardo, por su apoyo y orientación en cuanto al soporte técnico más el asesoramiento referente a la escritura; incluyendo su paciencia, comprensión y respeto en nuestro caminar como familia —son lindos y comprensivos conmigo—. Independientemente que, en gran parte, ellos sí han tomado en cuenta mi pasado para no tropezar con las mismas faltas. También agradezco su confianza al escuchar las opiniones de sus padres cuando así lo deciden ellos, eso es satisfactorio para una ex oveja negra. Siempre estamos unidos y convivimos como lo que somos, una gran familia gracias al Dador de todos los dones. Nuestra máxima: La familia es primero.

    Por último, estoy profundamente agradecido con mi esposa Griselda. Por su paciencia referente al tiempo que he dedicado a la escritura de este libro; tiempo del cual más de una vez la privé y ni una vez me lo reprochó. Gracias a ella por toda su paciencia, comprensión y respeto al conocer y comprender toda mi vida pasada. Por ser una esposa maravillosa y paciente con la cual hasta la fecha puedo hablar con libertad. Por todo esto la respeto y admiro. Además de renovar espiritualmente mis votos de esposo y decirle que deseo estar y disfrutar con ella todo el tiempo que Dios me permita vivir, hasta que Él me permita llegar a mi último sueño —eso es lo que significa para mí la muerte, como la mayoría la llama—.

    Agradezco profundamente las opiniones y comentarios de Rogelio Robles, un gran amigo con quien me he relacionado por bastantes años y hemos compartido mutuas experiencias, aprendiendo de la vida misma. Una persona humilde y sencilla, de verdad ha sido para mí un placer conocerlo y caminar unidos hombro con hombro, con la esperanza de ser usados y llegar a corazones dolidos como lo fuimos nosotros en el pasado. Sus comentarios, después de leerlo, me han ayudado a comprender que, aunque este libro no se llegara a publicar, para mí, ya ha cumplido su cometido. Cuando lo inicié era mi anhelo escuchar opinar acerca del mismo, lo que él ya expresó y opinó después de leerlo. Agradezco a la vida el tener un amigo como él.

    A Marcela Buchanan, mi queridísima y mejor amiga en mi vida, de mis últimos 33 años. Ha sido mi guía para poder desarrollar este testimonio en forma de libro. Ella tiene mucha más experiencia y es quien ha estado corrigiendo lo mejor posible toda mi escritura con paciencia; por lo cual estoy profundamente agradecido, de otra manera, no lo hubiera logrado. Me ha aconsejado y sugerido algunas o bastantes correcciones, desde luego agradecido por todo el tiempo y dedicación que me ha regalado. ¿Cómo no estar agradecido con quien fue mi paño de lágrimas y constantemente recibí palabras de aliento de su parte? Ella dice que yo le he enseñado, pero la realidad es que yo soy el más afortunado al relacionarme con ella. Pero como si todo esto fuera poco, ella es mi hermana en la fe, repito, y mi única y mejor amiga, además de una gran semillera al esparcir el mensaje de vida. Dios la ha usado para que muchas personas llegaran al conocimiento de Él o a tener una verdadera relación personal con Él en total, para mí un ángel.

    Finalmente, agradezco a mi hermana en la fe, Angélica Cervantes, por opinar acerca del primer manuscrito de este libro después de leerlo. De igual manera su opinión me estimula para seguir adelante porque, dicho sea de paso, deseo que este libro sea el inicio de otro más, para lo cual me he estado preparando, sus comentarios estimulantes, me confirman una vez más sobre mi intención al escribir este libro.

    Comentarios

    Yo soy una persona que lee muy poco, pero al leer completo este libro: "Árbol torcido solo Dios lo endereza" me levanta el ánimo y motiva para seguir leyendo más libros, ya que me hace reflexionar y ver en mi experiencia vivida, los errores que cometí, pero más que eso, que existe un Poder Superior, que en mi caso es Dios, al que he dejado entrar en mí, para hacer su voluntad y no la mía.

    Muchas experiencias escritas en tu libro se compaginan con las mías, pero el resultado siempre es que hay fe, y me lleva a hacer la voluntad de Dios y practicándola, orando, teniendo siempre presente un contacto directo y sincero, solo así encuentro un despertar espiritual, y demostrarlo con mi comportamiento, ya que debo actuar con honestidad de acuerdo con la edad que tengo, 63 años.

    En 16 años, orgullosamente perteneciendo a la organización en sobriedad (sin tomar una gota de alcohol) ni drogas, gracias a Dios y mi grupo de terapia, estoy seguro de que este libro ayudará a toda persona que tenga la oportunidad de leerlo, esté ingresando a la organización o tenga años en ella, es una guía más para los que queremos dejar el alcoholismo o la drogadicción, recuperarnos de los problemas emocionales, de resentimientos y frustraciones que se han llevado por años. A la vez nos da la pauta a seguir para llevar una vida útil y feliz.

    Tus testimonios y tu forma de ayudar a los demás se quedarán escritos en este libro para el que quiera entenderlo y practicarlo, en lo personal a mí me ayuda para hacer más grande mi fe y ponerme en acción para ayudar a los demás, así tengo la dependencia de Dios que nunca me fallará, porque siempre se manifiesta en todas mis necesidades y no en mis caprichos, lo necesario para vivir con felicidad.

    Quiero agradecer primeramente a Dios y a ti Ricardo, por iluminarte para escribir este libro, ya que tú, mi consejero espiritual, me escuchas a cualquier hora que sea, aunque en otro país, siempre me das tu orientación y consejo de acuerdo a nuestra literatura, es para mí una satisfacción y animación tenerte como padrino.

    Que Dios te bendiga y conserve mucho tiempo con esa vida que estás llevando hoy.

    Septiembre de 2020.

    Aguascalientes, México.

    Rogelio Robles.

    *****

    Este libro la verdad me hizo llorar mucho y recordar un poco de mi niñez, pues mi papá fue un alcohólico que a diario tomaba y por lo cual mi mamá y toda la familia sufríamos, éramos ocho niños en la familia que fuimos los que pagamos las consecuencias de sus errores, y gracias a Dios alguien le habló de esta organización a la cual el hermano Ricardo pertenece. Es, fue y será siempre una gran bendición para los que llegan a conocer tan renombrada organización mundial.

    No he leído mucho, solo cuando estuve en la escuela y ahora ya de adulta uno que otro libro, hace un mes leí un libro muy bueno pero ficticio.

    El hermano Ricardo comentó en la iglesia a la cual yo pertenezco que había escrito su primer libro. A mí en lo personal me llamó la atención y enseguida le pedí información, la cual, él inmediatamente me proporcionó y con tanto entusiasmo me dediqué a leer y leer, y algunas veces no podía esperar a llegar del trabajo para continuar leyendo.

    Yo sé que Dios es un ser maravilloso y ahí mismo en el libro lo menciona, que sin Dios nada somos, a Él le debemos todo y por lo tanto puedo ver el amor a Dios, la fe y la fortaleza que Dios da y le dio al hermano Ricardo al pasar por tan triste y deprimente situación y sufrimiento.

    Vemos cómo su fe más que nada le ayudó a un verdadero cambio de vida y con los suyos.

    Es también como a través de esta organización y la fe en Dios le hizo un cambio total para bien, ya que el dador de la vida es Dios y su Palabra es fiel y verdadera.

    Le doy gracias a Dios y felicito a mi querido hermano Ricardo por su gran labor al escribir este su primer libro Árbol torcido solo Dios lo endereza.

    Mi nombre es Angélica Cervantes Domínguez, tengo 52 años y vivo en Saint Louis, Missouri, U. S. A.

    *****

    Conocí a Ricardo en una agrupación de autoayuda, hablando de algo que me impactó desde el día que lo escuché, él dijo: Yo creo en un Dios bondadoso, que me ha perdonado y que me ama tanto, que no tengo miedo de morir porque, si ahorita, saliendo de aquí me atropellaran o tuviera un accidente mortal, tengo la entera seguridad que Él vendría por mí y me llevaría a donde Él ha preparado un lugar de paz para mí y para todo aquel que así lo desee. ¿Cómo podría un ser humano, una persona decir y creer eso? Si yo venía de la guerra, del infierno, de una vida donde todo era oscuridad y de donde no habría perdón jamás, mucho menos amor para alguien como yo. ¿Cómo podría haber gente así? Que al hablar no emitía ni una sola mala palabra, todo era positivo, todo era alentador. Yo, con aquella loza encima de mí, no lo podía creer.

    Así lo escuchaba cada vez que compartía sus experiencias de vida en ese lugar, que tantas veces en ese futuro incierto derramé mis lágrimas amargas de desesperación y desconsuelo. Eran días muy difíciles para mí, una lucha entre el bien y el mal, entre el querer quedarme y querer salir de ahí y regresar al infierno, pero ahí estaban todos ellos, luchando al igual que yo, unos más otros menos, otros como Ricardo al que llamé en el futuro mi Padrino, con una firmeza y una claridad en sus mentes que yo deseaba tener. Y mi Padrino, y lo recalco Padrino con mayúscula, porque solo así se puede diferenciar de cualquier otro tipo de persona, que muchas veces por amistad, se escoge por sus habilidades personales o materiales en muchas ocasiones, para tener un impacto positivo en los hijos, dentro de algunas religiones. Yo lo llamé Padrino cuando, en aquellos ayeres, empezó a ser una luz en mi camino, un enviado de Dios, de eso estoy segura ahora al pasar los años, que con su paciencia, amor y respeto empezó a escucharme infinidad de noches, cuando la vida, por mis malas decisiones tomadas, cobraban esa factura y que, frustrada con los resultados, me revelaba ante Dios como yo tan pobremente lo concebía, pero empecé a percibir que Dios podría ser otra cosa, alguien de verdad que me amaría a pesar de mi nefasta humanidad, alguien Superior que se manifestaba a través de este ser humano excepcional, que era mi Padrino. Que nunca se cansó cuando yo no paraba de hablar y hablar, y él, escuchando en silencio, solo asentía con la cabeza en señal que estaba ahí conmigo, extendiéndome su amor y comprensión, sin juzgarme, sin interrumpirme, sin siquiera moverse, ahí estaba, firme, algunas veces acompañándome con sus lágrimas también, y yo, como una loca desquiciada haciendo una catarsis porque ni las personas ni las circunstancias eran como yo las quería.

    Tanta paciencia, tanta paz, ¿cómo puede tener un individuo todo eso? ¿Y además dándomelo a mí?, que sentía no merecer nada y a la vez merecerlo todo. Después de escucharlo muchas veces, cabe decir que cuando lo escuchaba en ese lugar, me dejaba una sensación de paz y una curiosidad intrínseca de preguntar: ¿Quién es este hombre que dice conocer a un Dios así? ¿Será verdad lo que dice, que ya Dios lo perdonó? Estas preguntas eran frecuentes en mi cabeza, cada vez que lo escuchaba, hasta que un día, tuve la oportunidad de hacer un servicio con él, para un aniversario de la agrupación, él era chef de cocina y yo me ofrecí para ayudar sin saber prácticamente mucho de cocina, él me dijo con voz de autoridad: Vas a picar los ajos, pero muy finamente picados, (cabe decir que yo ignoraba cuántas cabezas de ajos eran, y eran muchísimas). ¡Claro!, que me los regresó muchas veces, diciéndome más pequeños, más pequeños, a mí ya me ardían los dedos, hasta que soltó una carcajada, y me dijo: ¿Qué nunca has cocinado?. Yo le respondí que sí, pero no con tantos ajos, esto rompió el hielo que había en mí de acercarme y preguntarle: ¿Oye de verdad tú conoces a ese Dios que ya te perdonó y te ama? ¿Por qué no me lo presentas?, porque a mí no me ha perdonado, yo no sé qué tanto tendré que hacer para que me perdone de toda esta vida que he llevado, entonces con su cara llena de luz me respondió: ¡Claro que también a ti te ama y te perdona! ¿Quieres conocer más de Él? Ven el domingo conmigo y mi esposa a la Iglesia que está en tal lugar. El domingo siguiente ahí estaba yo, en ese lugar, en el que desde que entré tuve la sensación que era mi casa como si ya hubiese estado ahí, que era un hogar, al que estaba regresando a la paz, a una nueva dimensión.

    De esto han transcurrido ya 33 años, en los que hemos caminado juntos en este mundo maravilloso, donde se puede cambiar de modo de pensar y de actuar. Sé que sin la ayuda de Dios, que tengo la certeza que Él lo envió a mi vida, para que también fuera transformada, no sería la mujer que ahora soy, y que mi Padrino fue quien, con sus consejos, ejemplo, paciencia y amor, me hizo comprender y conocer el amor de Dios, que Dios no hace basura, y que yo tenía un compromiso con las mujeres que como yo, llegarían a esos lugares de autoayuda para que, con la misma paciencia y amor pudiera escuchar y ayudar a otras, sin juicios, sin horarios, sin límites, así como lo que él me dio y estoy tan agradecida, porque eso fue lo más maravilloso que me pudo suceder, que a través de mi Padrino Ricardo comprendí que mi vida tenía un sentido, y que es mejor dar que recibir.

    Hemos caminado juntos, compartiendo muchas experiencias, y cuando fui conociendo su vida, tan dolorosa, difícil también, como nos lo regala en este maravilloso libro, y que yo me siento muy orgullosa de saber que a mí me regaló sus relatos en vivo, cosa por lo que le tengo aún más aprecio, porque me mostró con sus lágrimas y sufrimientos que un hombre también sufre, también llora, también añora el cariño de una madre, de una mujer, que también hay soledad y tristeza, desilusiones, perturbaciones, tardes opacas, pero que se necesita una fe, para seguir adelante con esa voluntad férrea, implacable, aunque no lo queramos aceptar.

    Doy testimonio de todos sus logros, gracias a su perseverancia, cuando aún eran planes. Seré cinta negra, me dijo, lo logró. Hoy correré 3 kilómetros más, lo logró. Aprenderé a hablar inglés, lo logró. Tendré un gran negocio, aunque comience con un carrito de tacos, lo logró. Tendré un anuncio en mi negocio que se vea desde que vienes subiendo a esa colina, lo logró. Encontraré una mujer con quien tendré una hermosa familia, lo logró. Todo lo que nos narra en su libro Árbol torcido, solo Dios lo endereza es una verdad que me siento privilegiada de haber vivido junto con él, y de haber recibido a este mensajero de Dios, que me ayudó a salir adelante, el regalo más grande de mi vida que por medio de él pude conocer, el amor de Dios, haber conocido el legado del servicio a otros, y haberme enseñado a escuchar, a ser paciente, y a dar amor a esos seres que, como nosotros llegamos de la guerra, de la oscuridad a la luz. Gracias a Dios por tu vida Padrino. Que Dios te siga llenando de bendiciones y que este libro llegue a muchas manos necesitadas de amor.

    Con mi admiración, amor y respeto, por siempre.

    Marcela Buchanan.

    Aguascalientes, 3 de octubre de 2020.

    Introducción

    Parece una locura que hoy inicio el sueño de muchos años, pero no lo es, es una realidad; ¿de qué? De la verdad más grande para mí. Que también puede ser para ti... en quien el poder más grande que existe en este basto Universo; puede manifestarse si nosotros se lo permitimos. Porque Él es respetuoso y nos deja usar nuestro libre albedrío según nos parezca a nosotros es lo mejor, y cuando digo lo mejor no estoy hablando de lo correcto. ¿Para qué hablar de lo correcto?, si eso no existe en esta sociedad en la que nos desenvolvemos. Así nos expresamos para poder justificar lo que realmente nos gusta o nos acomoda, no es lo que realmente nos hace sentir bien con nosotros mismos... yo pretendo, al escribir este libro, que te pueda hablar a ti... o a tu conciencia si es que la tienes; y si no la tienes, es mi propósito ser usado para que Él se pueda revelar a ti, que lees, porque lo que aquí relato es una vida transformada por ese poder del Universo: poder superior, mente creadora, Dios, naturaleza...

    Sé que tal vez no quieras o no te interesa creer en nada de esto, o tal vez eso no importe mucho por ahora, porque lo que he vivido nadie me lo contó, lo he sentido y lo veo a cada día y de diferentes maneras, primero, en la naturaleza, así lo dice el Libro de Libros, la Biblia. Manifestado en diferentes circunstancias y personas.

    Espero que tú que lees estas líneas seas un hombre o mujer que creas en algo, porque no cualquiera compra un libro; solo las personas extraordinarias compran un libro, las que no lo son, no se esfuerzan en leer algo positivo, lo hicieron según ellos en la escuela, preparatoria o universidad.

    Está comprobado que la mayoría de las personas en nuestra época no leen más de un libro en un año. Espero que tú no seas esa clase de personas pero que, si lo eres, puedas cambiar o buscar cambiar. No digo que sea fácil, yo he sentido la apatía, pereza o flojera, como tú prefieras llamarle, poco importa lo que siento y creo, es que yo soy un testimonio vivo que salió del común denominador; ¿qué quiero decir cuando expreso común denominador? Quiero decir que fui sacado a una vida diferente o extraordinaria. ¿Por qué? El común denominador como yo lo entiendo es la persona que ve televisión unas 5 horas diarias, o se toma una(s) cervezas después a dormir. Al día siguiente a hacer lo mismo, trabaja, ve televisión, toma o no una cerveza, y el fin de semana va a fiestas o de otra manera se queda en su casa, prepara una carne asada, invita a sus amigos o sus amigos lo invitarán a él... y sigue la fiesta, ¿quiero decir que divertirse es malo?, ¿qué disfrutar con los amigos o la familia es malo? De ninguna manera quiero expresar eso. Es realmente maravilloso disfrutar de la compañía de los amigos, qué decir de la familia, ¡sencillamente lo más lindo!, cuando la diversión o el relax es mutuo, aunque dicho sea de paso en la mayoría de las situaciones el único o los únicos que realmente se divierten son los que toman cualquier tipo de licor. No estoy diciendo que el licor siempre es malo. No cuando se sabe disfrutar de dos o tres tragos, de dos o tres cervezas; lo malo es, cuando este se convierte en la única diversión de la mayoría de las personas, olvidándose de los hijos y las mujeres que no gustan del licor.

    Es triste, aunque no lo queramos aceptar: es un mal social, que a todos nos aqueja en mayor o menor grado. El principal problema es que los seres humanos somos personas llenas de hábitos y estos desde luego no siempre son positivos. Según nosotros nos justificamos para callar nuestra conciencia. Mi intención al hablar de esto es demostrar que de ahí fui rescatado a la temprana edad de 21 años. ¿Ha resultado fácil cambiar el rumbo de mi vida? Para nada, todo lo contrario. Lo que busco es dar testimonio que un cambio de vida es posible. Desde luego que tú me puedes decir: Yo soy feliz viviendo de acuerdo a mis convicciones, lo que yo he comprobado es que lo bueno es enemigo de lo mejor, porque viviendo una vida de acuerdo a lo que según nosotros nos gusta se pierden muchos o algunos años (que significa tiempo), y el tiempo perdido jamás se recupera. Mi testimonio es que vale la pena un cambio de vida para bien antes que sea demasiado tarde. O de superación personal.

    Es preferible sentir el dolor del cambio que lamentarse a determinada edad por no haberlo hecho o iniciado lo más temprano posible. Estoy seguro de que tú que lees este libro has escuchado de alguna persona decir: ¡Si yo hubiera hecho esto o aquello!, ¡viviría de forma diferente hoy! Solo que él hubiera es una palabra que existe en el diccionario y en la mente del que se lamenta por algo que no hizo o dejó de hacer; pero en la práctica pierde sentido.

    Esforzarse un poco a la vez, o mejor dicho cada día, vale la pena, te lo digo por experiencia. Claro está que esto no se puede solo o con fuerza de voluntad. En mi experiencia de muchos años te digo que este tipo de creencia, es en la mayoría de los casos solo vanidad. O mejor dicho orgullo, lo puedes tomar como quieras, puedes decir: Yo sí soy inteligente, así lo creí yo, y desde luego que eres un ser inteligente, el ser más maravilloso de la creación en este planeta. Nada más que en cuanto al cultivo de la personalidad o del carácter, nosotros los hombres, siempre hemos fallado.

    Te muestro lo que dice el libro más vendido en toda la historia, la Biblia, en el Libro de Santiago 3:3–5: "He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así su cuerpo. Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!". Lo escribo textual para que no lo tomes a mal... No es mi intención ofender a nadie, solo espero que busques algo que te convierta en mejor persona, mejor de lo que ya eres, o crees ser.

    En la búsqueda de la verdad, o más bien en la búsqueda de una mejor manera de vivir, he encontrado el privilegio de leer cientos de libros, biografías de personas exitosas, audiolibros, películas, etc. En verdad mi crecimiento. Ha resultado lento y con retrocesos; pero con la ayuda de Él siempre he salido adelante. Pensarás que te quiero evangelizar, pero en realidad anhelo ser un medio para que alguien sea tocado como lo fui yo a través de leer libros.

    Con el tiempo se han vuelto parte de mi vida. No sé vivir sin ellos; son mi pasión. ¡Fácil!, en realidad, no es nada más que el resultado de pequeños esfuerzos constantes lo que me ha dado como resultado una vida transformada y feliz. No digo que fácil o sin problemas, nada más que el alimento que me proporciona el dejarme aconsejar por los hombres de éxito como: Benjamín Franklin, Gahan di, Henry Ford, Leo Buscaglia, Dale Carnegie, Alex Day, Dr. Wiener, la Biblia por supuesto, y muchos más, que no enumero porque la lista resultaría interminable... me han dado grandes resultados.

    También deseo aclarar que tener la disposición para ser aconsejado o permitir que otro alguien me aconsejara; al principio no me fue fácil, al contrario, me parecía humillante porque pensaba como la mayoría de los jóvenes: «Yo soy inteligente nadie me va a decir lo que debo hacer, no se metan en mi vida». La verdad era que yo en lo personal no tenía opción; o permitía que fuera así o no tenía esperanza. Hoy en día doy gracias a mi necesidad y percibir a temprana edad que si no cambiaba o buscaba mejorar el rumbo de mi vida no saldría del común denominador. Como lo expresé anteriormente, en el medio que yo me desarrolle todos nos comportábamos de igual manera; pensaba que eso significaba realmente vivir y la verdad es que no tenía ni idea de lo que decía o pensaba.

    ¿Estoy presumiendo cuando expreso esto? No, me siento muy afortunado de haber vivido desorientado. Gracias a mi ignorancia de aquellos años y al haber crecido sin la orientación adecuada de mi padre y madre... ella falleció cuando yo tenía 3 años de edad, mi padre se casó con otra mujer, quedamos seis hermanos. En lo personal no recuerdo nada al respecto, solo lo que me contaron, que nos dieron a elegir con quién queríamos vivir, con nuestros abuelos paternos o con mi madrastra, el único que eligió vivir en la ciudad con mi papá y mi madrastra fui yo. Él nos proveyó de maravillosas personas a nuestro entorno para que nos sacaran adelante. Desde luego que no todas estas personas fueron maravillosas. De igual manera, existieron otras que nos afectaron para el resto de nuestras vidas. Mi niñez y la de mis hermanos no fue fácil, y aun así me considero afortunado. Algunos de

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