Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Nuestra vida es una gran historia y muchos sentimientos verdaderos
Nuestra vida es una gran historia y muchos sentimientos verdaderos
Nuestra vida es una gran historia y muchos sentimientos verdaderos
Libro electrónico79 páginas1 hora

Nuestra vida es una gran historia y muchos sentimientos verdaderos

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Primero que nada les cuento que no fue nada fácil hacer este libro, pero que doy gracias la vida, a todas esas personas que creyeron en mí, y sobre todo a Dios por que con Él todo somos, y sin Él nada se llevaría a cabo. Soy una mujer casada y tengo 3 hijos, 2 hijas y un hombre. Doy gracias por que son muy buenos conmigo, han sido de mucho apoyo

IdiomaEspañol
Editorialibukku, LLC
Fecha de lanzamiento19 abr 2023
ISBN9781685743420
Nuestra vida es una gran historia y muchos sentimientos verdaderos

Relacionado con Nuestra vida es una gran historia y muchos sentimientos verdaderos

Libros electrónicos relacionados

Memorias personales para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Nuestra vida es una gran historia y muchos sentimientos verdaderos

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Nuestra vida es una gran historia y muchos sentimientos verdaderos - Verónica Rodríguez

    Nuestra_vida_port_ebook.jpg

    Nuestra vida es una gran historia y muchos sentimientos verdaderos

    Verónica Rodríguez

    Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.

    El contenido de esta obra es responsabilidad del autor y no refleja necesariamente las opiniones de la casa editora. Todos los textos e imágenes fueron proporcionados por el autor, quien es el único responsable por los derechos de los mismos.

    Publicado por Ibukku, LLC

    www.ibukku.com

    Diseño y maquetación: Diana Patricia González

    Diseño de portada: Ángel Flores Guerra

    Copyright © 2023 Verónica Rodríguez

    ISBN Paperback: 978-1-68574-341-3

    ISBN Hardcover: 978-1-68574-343-7

    ISBN eBook: 978-1-68574-342-0

    CAPÍTULO 1

    En esta mañana, empiezo a escribir mis primeras líneas de mi primer libro y de los muchos más que van a salir. Bueno, no prometo muchos, no sé, aún todavía hay mucho tiempo para seguir escribiendo cada capítulo de mi primera historia. Estoy agradecida primeramente con Dios, que nos permite estar donde estamos. Hay una frase que conocemos o la mayoría de las personas conocemos: «Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece» .

    Quiero dar gracias a todas estas personas que llegaron a conocerme y me regalaron su amistad día a día. Este libro comienza con la fe que nunca he dejado de tener en mí, que a veces sentimos que se pierde con los días. Podemos decir que la fe no la perdemos, pero es una palabra que hay que fortalecer día a día con la sabiduría que Dios nos dio.

    Estoy en mi cuarto, sintiendo necesidad de platicarles un poco de lo importante que es hablar de la comunicación. Creo que hay mucho sobre esa gran palabra. Creo que esa palabra para muchos es muy importante, por lo menos para mí sí lo es. Cuando uno se comunica con otra persona se identifica y se siente comprendido, se expresa todo lo que uno quiere decir. Hay mitades incompletas, que hay que llenar con la comunicación, y por todo lo que llegamos a pasar, entendemos que la comunicación, ya sea en pareja o en muchas situaciones, hay que entenderlas. Saber que hay que hablar, no callar todo lo que uno va sintiendo, en ese pecho y en tu corazón. Sabes que tu corazón va haciéndose daño cada vez que sufrimos, cada vez que lloramos, cada vez que callamos, cada vez que no lo alimentamos con cosas positivas. No lo dañemos.

    Es importante confiar en uno mismo, hacer que las cosas sucedan. Quiero dedicar este libro en parte a mi familia también, pero más a mi hija Angelina, que ha sido una gran ayuda en muchos de mis momentos, que no he podido sola o con la ayuda de Dios. En gran parte ella va a ser una persona que llegará a leer mi primer libro hecho por mí. También una persona que vive dentro de mí y en cada uno de ustedes que es Dios y vive en cada uno de nosotros, aun sin saberlo; que siempre nos abraza, nos da fe, nos da vida para poder ser lo que queramos ser día a día. Tengo tres hijos. Ellos ya son grandes por lo que debo prender ese motor de seguir en el camino de la vida. También a mi esposo, que me ha acompañado en los tiempos difíciles. Con este libro quiero hablarles un poco de algo que creo que muchas personas se van a identificar conmigo, cómo a los 32 años empecé a sentir depresión con mucha tristeza. Sentía como que nadie me entendía. Empezamos a hacer una gran oportunidad de negocio. No quiero comentar qué negocio, solo sé que me ayudó muchísimo. Pero cuando te sientes así es un mundo donde sales adelante pero no eres tú, no sé si me entienden. Cuando pasaban los años horas salí a hacer el negocio. Los días pasaban. Recuerdo cuando me tocaban los eventos: lloraba, no me sentía bien, no iba a los eventos por la forma como me sentía. Gracias a Dios seguí adelante. Miraba cómo los días pasaban, mi esposo y yo, pero cuando presentábamos no sentía esa gran seguridad en mí. Las mujeres en mi equipo me miraban cómo sonreía y cómo las hacía que se les pasara el tiempo. Se reían muchísimo, creo que las enfadaba, mas no sabían cómo me sentía por dentro. Empecé a ir a la iglesia a conocer la palabra de Dios y me gustó mucho, pero sentía que la gente no me hacía sentir bien, pero no era porque no me gustará, sino por cómo me sentía.

    Creo que en este tiempo empecé a seguir los pasos de mi esposo. Me acoplé mucho a él, a su forma de necesitar amistades a un círculo donde estás bien como una forma de pasar los días. Gracias a cómo iban los días pasando, iba dejando poco a poco la tristeza, no voy a poner que me ayudó cuando empecé ir a la iglesia, fue como mi enfermedad iba sanando, con lectura y paso del tiempo. Que fui madurando más y más cada día en la forma como esa enfermedad llegaba a mi vida, me hacía perder la fe en mí misma. Sentía que no podía ser más en ese tiempo no quería hacer mucho.

    Me la pasaba con mucha flojera para hacer mis cosas. Me acostumbraba a solo dormir, llevar a mis hijos a la escuela. Cuando quería contestaba el teléfono para hacer el negocio, cuando quería acompañaba a mis compañeras para hacer la oportunidad. Lo hacía, pero quería que el día terminara para poder seguir haciéndolo lo de mi casa y mi familia nada más. Aunque me vieran normal como que Verónica o sea yo estaba allí, aunque yo sentía esa gran tristeza en mi mente y en mi corazón, es muy feo sentirse en esa situación. La

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1