Fue a mediados de la década de los 50, cuando de la mano de un pequeño diálogo, Norma Lazareno incursionó en la pantalla grande. Ella lo llama “premio de consolación”, pues dicha participación se le otorgó tras perder el papel protagónico de Maldita Ciudad (1954). Sin embargo, años más tarde llegaría su gran oportunidad y la cual la posicionaría como el gran referente del cine, la televisión y el teatro que es actualmente.
A finales de 1960, protagonizó “Hasta el viento tiene miedo”, filme que a la fecha es un clásico del cine de terror mexicano. Desde entonces, construyó y consolido una trayectoria como una de las grandes actrices de nuestro país. En una íntima plática,