En esta escena casi nada de lo que ocurre es esperable, lógico, razonable. Hemos repetido tantas veces que Dios es «Todopoderoso» que Dios es totalmente libre y que no se deja condicionar por nadie... Ese Dios de Palabra tan poderosa y eficaz que creó todo de la nada a golpes de «hágase», ese Dios tan inalcanzable por el hombre en todos los sentidos, y cuyo nombre ni se atrevían siquiera a pronunciar los judíos y ante el que había que cubrirse el rostro, por muy amigo de Dios que uno fuese... Ése Dios se presenta humildemente, por medio de un Mensajero, necesitado, y pidiendo permiso y colaboración ¡a una mujer, perfectamente desconocida hasta ese momento, y nadie importante!
“¿Cómo?” Siempre resalta cuando leo esta lectura. Me hace recordar el como nosotros muchas veces no lograremos entender los planes que Dios tiene para con nosotros y esa es la después que sale en nuestro corazón, ¿Cómo es posible que me mires a mí que soy pecador?
Se acerca a decir: «Tengo necesidad de ti, de tu persona». «Tengo necesidad de tu entrega y colaboración para mis planes»
«Necesito que me des permiso, si te parece bien. No quisiera someter, ni quiero quebrar lo sagrado de tu libertad, pero vengo a rogarte que colabores conmigo, me haces falta,he pensado en ti -desde hace tanto tiempo, desde el Edén- para mis planes». - Quique Martínez de la Lama-Noriega, cmf a partir de un texto de Álvaro Ginel, sdb
¿Cómo yo respondo a ese llamado de Dios?
Cuando hablamos de llamado (Vocación) siempre se nos llena la mente de monjas y sacerdotes. Pero la vocación no es solamente esa, sino que también el matrimonio y la soltería son vocaciones. Vocación viene del latín Vocatio, que significa: Invitación, es una exhortación de entrega de amor por el prójimo, una entrega incondicional.
¿Dejo que el Espíritu actúe en mi para poder emprender el camino? ¿Cómo?
Lectura de la vocación.
Un tirarse al vacío, esa primera respuesta que damos aceptando ese llamado no sabemos a donde nos dirigimos, pero es Cristo nuestro paracaida. Historia del paracaídas. La vida con Cristo es un constante tirarse de un risco para poder llegar a el camino y continuar caminando.
¿Vivo con miedo?
María debe ser nuestro ejemplo a seguir, mirando solo a Dios y a su grandeza, “tu me creaste, tu me diste el soplo de vida, soy tuya, a ti me entrego” no importaba las consecuencias que vengan ella lo acepto.
A veces lo que se llena nuestra mente y corazón es de esas dudas de incapacidad, pero recuerda que dando ese Sí a Dios, Él acepta, habita, inunda, llena de gracia, de novedad,  de Vida, de Verbo, de lo mejor de sí mismo: su Hijo. Dios está contigo como lo esta con María. Y el plan de tuyo se convertirá en el plan de «lo que Dios quiera»,  un plan que tendrás que ir descubriendo en sus detalles. Será una aventura. No está todo resuelto. Habrá dificultades y desconciertos. Pero «No tengas miedo». Dios no te dejara solo.

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