Descubre este podcast y mucho más

Los podcasts se pueden disfrutar de forma gratuita sin necesidad de una suscripción. También ofrecemos libros electrónicos, audiolibros y mucho más por solo $11.99 al mes.


valoraciones:
Longitud:
5 minutos
Publicado:
13 feb 2023
Formato:
Episodio de podcast

Descripción

Tu vida ya es un signo.

1) Discutir: Es algo que hoy escasea. Ya que el término discutir significa: «examinar o tratar un tema proponiendo argumentos o razonamientos para explicarlo o solucionarlo». Eso es discutir. Pero hoy parece que lo que haces, o lo que hacemos, o lo que yo hago, es querer imponer y cerramos con nuestros argumentos la posibilidad de que el otro pueda fundamentar su opinión o su postura. Como que en vez de discutir, mi victoria es salirme con la mía. En tu vocación, matrimonial o sacerdotal, o en tu profesión ¿discutís o te cerrás a imponer? Creo que tenés que examinarte, no sea que seas de esos cristianos que en las discusiones si no gana, la empata… pero nunca pierde.

2) Signos: Ponete a pensar las cosas que tenés en el día a día. Dios te habla en lo sencillo y también te habla en lo simple. Deja de dar vuelta en lo que tenés que hacer y deja de andar pensándola tanto. Hay signos que confirman por dónde va tu camino y qué es lo que verdaderamente te hace feliz. Por ejemplo, sabes que siempre que te juntas con tal persona la terminas pasando mal, es signo que esa persona no te ayuda a ser feliz. Sabes que tal lugar te hace bien y te hace sentir pleno, es signo de que Dios te lleva por ahí. Analiza tu vida y fíjate los signos. El fruto que te da cada cosa que haces. Eso es un signo.

3) No quedarse: Cruzar a la otra orilla. Seguir caminando. Hay veces que tu cabeza queda dando vueltas y vueltas, peor que el “recalculando” del GPS. Esto me hace acordar a la historia de dos monjecitos. Dicen: que iban Luis y Rodrigo caminando por las montañas de Tucumán. Allí, en medio de las montañas, pasaba un arroyito hermoso de agua fresca. Allí estaba una mujer en bikini que pedía ayuda. Luis le dijo a Rodrigo que era una mujer joven y que necesitaba ayuda, Rodrigo le dijo que había que tener cuidado porque era bonita y joven. Luis se acercó y le preguntó qué le pasaba… Ella le dijo que se había lastimado la pierna y si podían ayudarla para llegar a su casa que estaba solo a un kilómetro. Luis la levantó y la llevó (mientras Rodrigo iba en un silencio sepulcral). La cuestión es que la dejaron en su casa y ellos siguieron camino al monasterio. Durante el camino Rodrigo le reclamó todo el tiempo que por qué la ayudó siendo joven y bonita, que eso no ayudaba a su vida monacal. Luis iba en silencio. Cuando llegaron al monasterio se presentaron ante el superior y Rodrigo le contó lo sucedido. El superior le preguntó a Luis si llevó a esa mujer por un kilómetro y Luis le respondió: «Sí Padre, yo llevé a esa mujer por un kilómetro, y la dejé allí, pero qué pena Padre, que Rodrigo la trajo con su cabeza hasta aquí». Ánimo, aprende a darle un corte con tu cabeza a las cosas y no traigas siempre con tu imaginación y tus pensamientos las cosas de aquí para allá. ¡Vamos! Algo bueno está por venir.

---

Support this podcast: https://anchor.fm/misioneros-digitales-catlicos/support
Publicado:
13 feb 2023
Formato:
Episodio de podcast

Títulos en esta serie (100)

La Meditación Diaria es preparada día a día por el Pbro. Luis A. Zazano, quien nos anima con sus meditaciones y amenos audios a adentrarnos más en el Evangelio, conocer más de la vida de nuestro señor Jesús y encontrar la paz interior. Para más info visite: https://misionerosdigitales.com Support this podcast: https://anchor.fm/misioneros-digitales-catlicos/support