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Acuarelas Musicales
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Libro electrónico176 páginas4 horas

Acuarelas Musicales

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Wolfgang Amadeus Mozart es la expresin, no de una personalidad aislada, sino de un ambiente. Es el ejemplo de la expresin natural, la manifestacin del espritu, espontnea y sin el menor rebuscamiento o alteracin. No hay problema revolucionario en la obra de Mozart. La rebelda de Beethoven, el erotismo de Wagner, la religiosidad de Juan Sebastin Bach, la caracterologa de Ricardo Strauss, la languidez romntica de Chopin, la filosofa dubitativa de Schumann, contrastan con la fluidez del pensamiento y de la emocin de Mozart, todos ellos llevan el dolor en el parto, el sentimiento propio sufre los ms crueles tormentos. Hay en ellos la excelsitud de la creacin y la vulgaridad de la frase. Instantes en que los soles presentan la majestuosidad de la idea con significativa y desbordante claridad.

~Adalberto Garca de Mendoza
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento29 ago 2012
ISBN9781463334239
Acuarelas Musicales
Autor

Dr. Adalberto García de Mendoza

EL DR. ADALBERTO GARCIA DE MENDOZA (1900-1963). Después de haber estudiado 7 años en universidades alemanas, música y filosofía, regresa a México en 1927, iniciando cursos en la Preparatoria y la Universidad Nacional Autónoma de México donde introdujo por primera vez en México la filosofía alemana siendo el primero en enseñar el neokantismo de Baden y Marburgo, la fenomenología de Husserl y el existencialismo de Heidegger de ahí que se le reconoce como el “Padre del Neokantismo Mexicano.” En 1954 recibió el primer premio internacional de filosofía Oriental convocado por las Universidades Japonesas cuyo galardón lo recibió en Japón por su alteza Imperial el Principe Takamatsu, hermano del Emperador de Japón. De 1938 a 1943 fue director del Conservatorio Nacional de Música de México. En 1962 recibió un diploma otorgado por la UNAM al cumplir 35 años como catedrático. Escribió aproximadamente setenta y cinco obras de filosofia, música, matemáticas, arte, y socialismo.

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    Acuarelas Musicales - Dr. Adalberto García de Mendoza

    ACUARELAS  

     MUSICALES

    INCLUYE: EL ANILLO DEL NIBELUNGO

    DE RICARDO WAGNER

    DR. ADALBERTO GARCÍA DE MENDOZA

    DIRECTOR DEL CONSERVATORIO  

     NACIONAL DE MÚSICA DE MÉXICO

    México D. F.

    1950

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    Editora: Elsa Taylor

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     1663 Liberty Drive 

     Suite 200 

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    ventas@palibrio.com

    419095

    ACUARELAS MUSICALES

    INDICE

    Introduccion

    Significación Estética Del Don Juan De Wolfgang Amadeo Mozart

    Ciclo Chopin

    La Caracterología  

     En La Gran Obra Musical  

     De Ricardo Strauss

    Significación Estética Del Problema Musical De Mauricio Ravel

    Strauss, Ravel  

     Y El Oriente

    Ravel Y La  

     Filosofía Oriental

    Debussy, Ravel Y  

     La Naturaleza

    La Sonoridad  

     Ravelesca

    Dafnis Y Cloe

    Pavana A Una  

     Princesa Difunta

    La Madre Oca

    El Bolero

    La Valse

    Cuarteto De Cuerda

    El Concierto Para Piano

    El Fin

    Concierto Italiano  

     Juan Sebastian Bach

    La Sinfonía Opus 120  

     De Roberto Schumann

    La Música Como Factor De Entendimiento Internacional

    El Arte Y La Radio

    La Novena Sinfonía Ludwig Van Beethoven

    La Cuarta Sinfonía En Re Mayor (El Relox)  

     Joseph Haydn

    EL ANILLO DEL NIBELUNGO 

     DE RICARDO WAGNER 

     ÍNDICE

    Las Dos Versiones

    La Acción Dramática

    Los Teatros  

     Y La Crítica

    Relaciones Entre La Palabra Y La Musica

    INTRODUCCION

    Este libro incluye Acuarelas Musicales y El anillo del Nibelungo de Ricardo Wagner.

    El Libro Acuarelas Musicales es una serie de conferencias redactadas por el Dr. Adalberto García de Mendoza, Director del Conservatorio Nacional de Música de México, organizadas en conjunción con la Universidad Nacional de México y el Conservatorio Nacional de Música de México en el Palacio de Bellas Artes y transmitidos por las Estaciones de Radio XEFO y XELA.

    Dichas conferencias describen algunas de las más bellas obras clásicas musicales en colaboración con la Orquesta de la Universidad y la Orquesta del Conservatorio Nacional de México.

    Cuando joven, el Dr. García de Mendoza recibió una beca del Gobierno Mexicano para estudiar en Leipzig, Alemania donde tomó cursos lectivos de piano y composición triunfando en un Concurso internacional de composición.

    Cuando regresó a México, después de estudiar 7 años en Alemania, ingresó al Conservatorio Nacional de Música de México donde rivalidó sus estudios hechos en Alemania y recibió en 1940 el título de Maestro de Música Pianista.

    Desde 1938 a 1943 fue Director del Conservatorio Nacional de Música en México. Aquí mismo impartió clases de estética musical y pedagogía musicales.

    Desde 1946 a 1963 fue catedrático de la Escuela Nacional Preparatoria No 2, dando clases de Cultura Musical

    Fue comentarista musicólogo de la Radio Metropolitana XELA en su programa Horizontes Musicales desde 1945 hasta 1953.

    Imagen1%20copy.jpg

    La familia de Mozart. Maria Anna, Mozart,  

     retrato de Anna Maria and Leopoldo.

    SIGNIFICACIÓN ESTÉTICA DEL DON JUAN DE WOLFGANG AMADEO MOZART

    Conferencia por el Dr. Adalberto García de Mendoza pronunciada en el Palacio de Bellas Artes de México, el día 4 de octubre de 1938.

    Señoras y Señores:

    Wolfgang Juan Crisóstomo Amadeo Mozart es la expresión, no de una personalidad aislada, sino de un ambiente. Es el ejemplo de la expresión natural, la manifestación del espíritu, espontánea y sin el menor rebuscamiento o alteración.

    Wolfgang Juan Crisóstomo Amadeo Mozart es la realidad individua- 

     lista que invadiera el historial del siglo XVIII. Es la rica floración de la burguesía en su más exquisita afirmación.

    No hay problema revolucionario en la obra de Mozart. La rebeldía de Beethoven, el erotismo de Wagner, la religiosidad de Juan Sebastián Bach, la caracterología de Ricardo Strauss, la languidez romántica de Chopin, la filosofía dubitativa de Schumann; contrastan con la fluidez del pensamiento y de la emoción en Mozart, todos ellos llevan el dolor en el parto, el sentimiento propio sufre los más crueles tormentos. Hay en ellos la excelsitud de la creación y la vulgaridad de la frase. Momentos cumbres en la Sonata de Kreutzer en la Pasión de San Juan, en Así Habló Zaratustra, en el Nocturno o en el Lied intimo. Instantes en que los soles presentan la majestuosidad de la idea con significativa y desbordante claridad.

    En Mozart se encuentra la misma vivacidad, el arrullo constante desde su primera infancia hasta el canto a su propia muerte. A los cuatro años compone música como saben llorar los niños, a los 35 años muere, como saben morir las flores en el crepúsculo de un día primaveral.

    Es la música misma dice Rossini, el creador de los Menús musicales; También es música del porvenir, exclama Wagner, el flagelador de las gargantas. Es la creación misma en la variedad infinita de cerca de seiscientos obras. Empieza con pequeños y deliciosos minuetos, como la expresión de una infancia sonriente, y termina con los dos tiempos de la Misa de Réquiem; el Adagio o Réquiem aeternam y el Allegro o Kirie, como auténticamente suyos. Y a través de su vida en Salzburgo, Viena, Mannheim, Paris, Munich, Milán, Bolonia; se percibe el influjo de las ciudades, de los pueblos, y de los hombres. Es la escuela sinfónica de Milán la que había de fortalecer su sentido melódico en el manejo del canto, la dúctil emoción del aria en la forma exquisita de la voz; y es la influencia de la sinfonía vienesa, la que determinará el sentido orquestal de la obra mortziana.

    Como un exquisito receptor del ambiente sabe aprehender la forma sinfónica de Sammartini y Sacchini, la instrumental de los hermanos Haydn y Clementi, la pulida musicalidad de Cristian Bach y el influjo de épocas pretéritas a través de la enseñanza de Martini.

    Sufre el influjo de Salzburgo en los primeros años. Ciudad deliciosamente amable, alegre y empapada de sonoridades. Religiosa en sus iglesias y conventos, encantadora en sus parques y palacios, que ha poseído siempre el sentido histórico señalado objetivamente a las márgenes del Salzach bajo las formas pretérita y actual; recordando la antigua Juvavum de los Romanos, y su reconstrucción y florecimiento gracias a San Ruperto que edificara la Kreuzkapelle en los lugares en que existieran las ruinas de la antigua ciudad. Así también sabe internarse en el mundo vienés, con el regocijo del arte y la belleza del Danubio; y recoge de la ciudad Luz, la fortaleza de un arte definitivo y de la floreciente Milán, el encanto de la melodía en voces y figuras privilegiadas. Y de todas estas ciudades van surgiendo en la manifestación esencial de su ser.

    En Italia elabora música sacra e inspirándose en el argumento del drama de Racine Mitrídates, crea un número considerable de arias, un dúo y un quinteto para expresar: la emoción tierna, la decepción triste o los melancólicos estados de decaimiento. Bien es cierto que tierno como un niño, solo señala verdad absoluta en los pasajes que se ajustan a su espíritu y es por eso solo que imprime una máxima expresión a la Cavatina de Aspasia, al aria de Xipharis y en la confesión de Ismene, no pudiendo internarse suficientemente en los pasajes de heroicidad y sacrificio supremos elaborados en la mente poética de Racine. Mitrídates, preludia los momentos caracterológicos más intensos de la ópera Don Juan, que habría de ser elaborada años más tarde.

    En Italia construye sonatas con un apasionado romanticismo que recuerda al Maestro Sammartini, aún cuando en su último viaje ya lleve impregnada el alma del dramatismo de Gluck.

    En Salzburgo y Viena, su emoción artística es diferente. El contrapunto y la polifonía adquieren vigor; las sinfonías, la música religiosa y los bailables captan la sensualidad vienesa y la sencillez de los rincones íntimos de la bella Austria, Ciudades que sirven de cuna a sus estupendas óperas: Idomeneo, el Rapto del Serrallo, Las Bodas de Fígaro, el Don Juan y la Flauta Encantada.

    No obstante que se presenta el espectáculo de contradicción manifiesta entre la melodía Italiana y el polifonismo alemán, es París, el que influye poderosamente con su dramatismo para impregnarle a la música de Mozart mayor seguridad, austeridad y sentido de profundidad.

    Sabe captar las esencias de este momento histórico que tuvo su máxima expresión en las manifestaciones citadinas. Y a pesar de que encontrara en alguna de ellas superficialidad y galanterías vacua, supo siempre tomar la posesión humanizante más substancial.

    Si fijamos la atención en el momento histórico en que vivió Mozart, hemos de notar que a fines del siglo XVIII el espíritu humano se refugió fundamentalmente en la música. Había pasado la época del pensamiento filosófico en que Kant impregnara el mundo de pensamientos críticos y reservas metafísicas. La Francia borbónica y absolutista había de dejar al siglo XVIII ese sabor elegante de la oratoria de Bossuet, la sencillez de la frase de La Fontaine, y el decadente temperamento filosófico de los Señores de Port-Royal. Es el siglo XVIII llamado el de la filosofía, seguramente, porque como dice Pijoan, no tuvo grandes y verdaderos filósofos. El pensamiento profundo del siglo XVII con hombres de la talla de Leibniz o de Newton, había de caer en la afiligranada galantería del tiempo de la Pompadour. Las ideas políticas de Montesquieu y Hobbes habían de compaginarse con la época crítica de Locke y la filosofía superficial de Voltaire. Rousseau hubo de llevar la iniciativa de una transformación social sobre bases nada verídicas en el momento mismo en que D’alembert, formulara el Discurso preliminar de la Enciclopedia y Diderot y Condillac la aprovecharan para señalar un nuevo derrotero en la ciencia objetiva en que los Linneo, los Buffon y los lavoisier habían de estructurar el comienzo de un pensamiento mas acertado a la realidad, desprovisto del

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