El tiempo, espacio temporal en el que la música ocurre, es el libro intangible donde los creadores van dejando su impronta, huellas y testimonios. Justo con el paso del tiempo se agiganta la fi gura de Federico Ibarra (D. F., 1946), el creador de mundos sonoros, el académico, el innovador. Su producción y lenguaje lo ubican, desde períodos anteriores a su generación, como uno de los compositores esenciales de México.
Quien fuera crítico musical de Proceso, José Antonio Alcaraz (1938-2001) lo respetaba, y