EVOCAR LA HISTORIA DE LA MÚSICA CLÁSICA NOS LLEVA AUTOMÁTI-CAMENTE A PENSAR EN GRANDES GENIOS COM-POSITORES. MOZART, SCHUBERT, BEETHOVEN, BRAHMS, MENDELSSO-HN… LA LISTA SERÍA INTERMINABLE. Sus obras inmortales eran interpretadas por músicos, pero también alguna mujer se colaba en conciertos sinfónicos y óperas de éxito cantando con sus voces angelicales. Sin embargo, la mujer como compositora, como creadora de obras musicales ha sido una rara avis a lo largo de la historia de la música.
A las mujeres, sobre todo a las damas de alta alcurnia, se las invitaba a desarrollar sus talentos artísticos, entre ellos la pintura, la costura, la poesía. Y la interpretación y el canto. Pero durante siglos se les permitió desarrollar sus capacidades en un círculo restringido a la esfera privada.que Y poco más. Por supuesto, ellas interpretaban y cantaban, pero no creaban. Eso quedaba en manos de sus padres, hermanos o admirados esposos.
Pero ante el orden establecido, obsesionado en silenciar el genio femenino, algunas consiguieron saltarse las normas y demostrar al mundo que el suyo era un talento a la altura de sus compañeros. A lo largo de la historia de la música, aun pocas, podemos encontrar nombres femeninos, cada vez más numerosos a medida que avanzamos en el tiempo, en el campo de la composición.
DE SAFO A LAS TROVADORAS MEDIEVALES
Uno de los primeros nombres propios que podemos referenciar relacionado con la composición musical es el de la poetisa griega , hacia el siglo VII a.C. Además de escribir hermosos versos que han sobrevivido al paso de los tiempos, se sabe que creó la música con