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Proponer la fe
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Libro electrónico210 páginas2 horas

Proponer la fe

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Este libro propone felicidad

En él procuro proponer la fe católica que tan feliz me ha hecho, de forma que pueda ayudar a otras personas a interesarse por ella para serlo también. Y si lo lograra con una sola, daría el trabajo por muy bien empleado.

IdiomaEspañol
EditorialCaligrama
Fecha de lanzamiento19 jul 2016
ISBN9788491126416
Proponer la fe
Autor

María Luz Gómez

María Luz Gómez es una anciana paralítica que entretiene sus forzados ocios escribiendo en el ordenador historias que juzga interesantes y desea compartir. Es madrileña y en Madrid vivió toda su vida. Estudió en el colegio del Sagrado Corazón. Después, idiomas y pintura. Empezó la carrera de Filosofía y Letras, que no terminó por su pronta boda con un médico. Su matrimonio fue feliz y dio muchos frutos: siete hijos. Nunca trabajó, sino en su casa. Cuidó de hijos y nietos. A sus queridos padres no pudo dedicarles la atención que merecían por falta de tiempo. En cambio, más adelante pudo cuidar de su suegra y dos tías de su marido que solo la tenían a ella. Hoy es viuda y necesita cuidadoras. Tiene diez nietos -uno adoptado, etíope- y cinco bisnietos. Su numerosa familia y su fe cristiana la hacen seguir feliz.

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    Proponer la fe - María Luz Gómez

    © 2016, María Luz Gómez

    © 2016, megustaescribir

                   Ctra. Nacional II, Km 599,7. 08780 Pallejà (Barcelona) España

    El texto bíblico ha sido tomado de la versión © La Biblia Hispano- americana

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a Thinkstock, (http://www.thinkstock.com) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

    ISBN:   Tapa Blanda           978-8-4911-2642-3

                 Libro Electrónico   978-8-4911-2641-6

    Contents

    INTRODUCCIÓN

    LA FE EN JESUCRISTO

    LA REVELACIÓN

    BREVE RESUMEN DE LA VIDA DE JESUCRISTO

    Y EL SEÑOR SE HIZO HOMBRE, Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS.

    LA VIDA PÚBLICA. EL BAUTISMO EN EL JORDÁN.

    CONTINUANDO CON LOS LIBROS INSPIRADOS

    LA DOCTRINA CRISTIANA. EL CREDO.

    CREO EN UN SOLO DIOS, PADRE, TODOPODEROSO, CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA, DE TODO LO VISIBLE Y LO INVISIBLE.

    CREO EN EL ESPÍRITU SANTO, SEÑOR Y DADOR DE VIDA.

    CREO EN LA IGLESIA, QUE ESUNA, SANTA, CATÓLICA, Y APOSTÓLICA

    CREO QUE HAY UN SOLO BAUTISMO PARA LA REMISIÓN

    CREO EN LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE Y EN LA VIDA ETERNA.

    LOS MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS.

    EL PRIMER MANDAMIENTO. AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS.

    SEGUNDO MANDAMIENTO.

    TERCER MANDAMIENTO: SANTIFICARÁS LAS FIESTAS.

    CUARTO MANDAMIENTO. HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE.

    QUINTO MANDAMIENTO. NO MATARÁS.

    SEXTO Y NOVENO MANDAMIENTOS. NO COMETERÁS ADULTERIO,

    SÉPTIMO Y DÉCIMO MANDAMIENTOS. NO ROBARÁS.

    OCTAVO MANDAMIENTO.NO LEVANTARÁS FALSO TESTIMONIO, NI MENTIRÁS.

    LOS MANDAMIENTOS DE LA IGLESIA

    SEGUNDO MANDAMIENTO. CONFESAR AL MENOS UNA VEZ AL AÑO.

    TERCER MANDAMIENTO. COMULGAR POR PASCUA RESURRECCIÓN.

    CUARTO MANDAMIENTO. AYUNAR Y ABSTENERSE DE COMER CARNE, CUANDO LO MANDA LA IGLESIA.

    QUINTO MANDAMIENTO.

    LAS BIENAVENTURANZAS

    PRIMERA BIENAVENTURANZA. BIENAVENTURADOS LOS POBRES EN

    SEGUNDA BIENAVENTURANZA. BIENAVENTURADOS LOS MANSOS,

    TERCERA BIENAVENTURANZA: BIENAVENTURADOS LOS QUELLORAN, PORQUE SERÁN CONSOLADOS.

    CUARTA BIENAVENTURANZA. BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA, PORQUE SERÁN SACIADOS.

    QUINTA BIENAVENTURANZA. BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS, PORQUE ELLOS ALCANZARÁN MISERICORDIA.

    SEXTA BIENAVENTURANZA. BIENAVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZÓN, PORQUE ELLOS VERÁN A DIOS

    SÉPTIMA BIENAVENTURANZA. BIENAVENTURADOS LOS SEMBRADORES DE LA PAZ, PORQUE ELLOS SERÁN LLAMADOS HIJOS DE DIOS.

    OCTAVA BIENAVENTURANZA. BIENAVENTURADOS LOS QUE PADECEN PERSECUCIÓN POR CAUSA DE LE JUSTICIA, POR QUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS.

    (San Mateo 5-8)

    EL SERMÓN DEL MONTE

    VIRTUDES HUMANAS

    LOS PECADOS CAPITALES

    LOS SACRAMENTOS

    EL BAUTISMO

    LA CONFIRMACIÓN

    LA PENITENCIA

    LA EUCARISTÍA

    EL ORDEN SACERDOTAL

    EL MATRIMONIO

    LA ORACIÓN

    LOS NOVÍSIMOS O POSTRIMERÍAS:

    INDULGENCIAS

    SACRAMENTALES.

    EPILOGO: LA FE

    INTRODUCCIÓN

    Soy una anciana paralítica de ochenta y cuatro años, y se me ha ocurrido escribir (porque el tema me parece muy interesante, y creo que puede ayudar a alguien) sobre aquello que en mi larga vida me ha hecho ser feliz siempre, a pesar de los pesares. Se trata del tesoro escondido de la fe cristiana, que es la mía desde mi más tierna infancia. Mi familia pertenece a la Iglesia una, santa, católica, apostólica, y romana, desde incontables generaciones. Y mis padres me llevaron a bautizar a los pocos días de nacer, convencidos de que con ello me otorgaban un don de valor infinito. Me adoraban, y querían en todo, lo mejor para mí; nunca pensaron que atentaban contra mi libertad al hacerme cristiana sin contar conmigo; lo mismo que en otro orden de cosas, al elegir para criarme la lactancia materna, o una determinada marca de pañales.

    He decidido poner como portada de este libro una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, pintada por Santa Faustina Kowalska, polaca, como imagen de su Misericordia inspirada por Él, según dijo la santa. De su corazón salen dos rayos de luz: uno blanco, imagen del agua que brotó de su corazón al traspasarlo el soldado con la lanza cuando ya había muerto (manantial de vida), y otro rojo, como representación de las últimas gotas de su sangre derramada por nuestra salvación en aquel mismo instante (océano de su Misericordia).

    Y me ha parecido oportuno hacerlo así, puesto que nuestro Santo Padre Francisco ha declarado el año 2016 de la Misericordia para el mundo entero.

    LA FE EN JESUCRISTO

    Por el bautismo, los cristianos entramos a formar parte de la Iglesia de Cristo; y recibimos como semilla en germen que habrá que cultivar, las virtudes sobrenaturales: la fe cristiana, junto con la esperanza y la caridad (las tres virtudes que se refieren a Dios, por lo que se llaman teologales), y las virtudes llamadas cardinales o morales: prudencia, justicia, fortaleza, y templanza.

    Al resto de las virtudes las llamamos naturales, porque las recibimos, también en germen, con la naturaleza humana, infundidas en nuestra alma al crearla Dios.

    Y así como las semillas para germinar, crecer, y dar fruto, necesitan la preparación de la tierra, el riego, la eliminación de malas hierbas y parásitos, el alimento del abono, la poda…, las sembradas en nuestra alma por el bautismo, y aquellas con las que nacemos, precisan para desarrollarse una buena educación humana; y en el caso del bautizado, además cristiana.

    Es necesario el aprendizaje de las verdades de la vida y de la fe; el ejemplo de cómo se practican las virtudes humanas, y las sobrenaturales que el cristianismo exige; más la enseñanza, en el caso del cristiano, de la doctrina completa de Cristo y de su Iglesia, y de en qué consisten la oración mental y vocal.

    Y hablando de orar en el caso del no creyente, si tiene cierta inquietud al respecto, podría recitar por ejemplo, la siguiente oración: Dios mio, si existes, haz que yo te conozca.

    Orar para el creyente es hablar con Dios nuestro Padre: que sabemos nos ama, y al que amamos; con nuestras palabras en la oración mental, y con las palabras de la Iglesia en la vocal.

    Creyente o no, un educador siempre habrá de procurar formar a sus educandos nobles, trabajadores y honrados.

    Nuestro gran San Agustín, que demoró mucho tiempo su conversión y bautismo, pero que siempre buscó a Dios, dijo, lleno de paz y alegría cuando al fin lo encontró: tarde te amé, hermosura antigua y nueva…Yo te buscaba fuera, y Tú estabas en mí…. Y también: Nos creaste Señor para Ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descansa en Ti.

    Y por último, una buena educación implica el enseñar a llevar bien la cruz; ya que en este mundo nunca faltan contrariedades, disgustos y penas;, y hay que aprender a aceptarlas con valor y deportividad; luchando por no dejarse llevar de la tristeza y del pesimismo, y poniendo los medios más adecuados para vencerlas.

    Y si la educación es cristiana, partiendo siempre de unir nuestros sufrimientos a los de Jesús, como queridos, o al menos permitidos, por Nuestro Padre Dios para nuestro bien; aunque no veamos ni el porqué ni el cómo; a ofrecérselos para corredimír con Él y salvar almas; y a pedirle su ayuda para llevarlos con paz si son irremediables; y con coraje para luchar por vencerlos, si no lo son.

    Si esta educación no existe, las semillas permanecerán enterradas; hasta el día en que (siempre con la gracia de Dios, que nunca falta si no se rechaza) otras personas y circunstancias las lleven a desarrollarse y fructificar.

    Lo que más puede ayudarnos en la vida para ser felices es creer en un Dios que nos ama. Pienso que además de ser la Verdad por excelencia, es la buena nueva predicada por Cristo: la mejor de las noticias. Y que en este mundo la mayoría de las personas creen en Dos, por aquello de que nada se hace solo, y no hay universo sin Creador.

    Unos le llaman Yavé: Yo soy (nombre que Él se dio a Sí mismo al revelarse a Moisés (Exodo 13). Estos son los judíos, nuestros hermanos mayores en la fe: el pueblo escogido por Dios en la persona de Abraham (Génesis 12) para preparar su venida a la tierra.

    Otros le dan el nombre de Alá: los musulmanes, también descendientes de Abraham como ellos. Los primeros a través de Isaac, engendrado en su esposa Sara; y los segundos, de Ismael, hijo de la esclava Agar (Génesis 15).

    Algunos le llaman Buda, otros Brahma…Y muchos, simplemente dicen que tiene que haber Algo

    También hay (una minoría, pienso) agnósticos y ateos. Dios los ama igualmente, y desea que le busquen, le encuentren, le conozcan y le amen, para poder hacerlos felices en la tierra, y felicísimos en el Cielo.

    Nosotros los cristianos, le llamamos Padre; y no creemos en Algo, sino en Alguien: Jesús (en hebreo: Yavé es salvación) - Cristo (el Ungido, el Mesías esperado por los judíos durante siglos). Por eso, cuando los primeros cristianos decían Jesucristo, hacían una verdadera profesión de fe. Los cristianos-católicos creemos que es Dios, el Hijo, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad; y que es hombre, porque también es hijo de la Virgen Maria. ¿Y cómo lo sabemos?. ¡Porque lo dijo Él! que es la Verdad, y lo probó con sus obras.

    Muchos a lo largo de la Historia han dicho que eran dios, y han acabado en un psiquiátrico. Pero Jesús lo rubricó con su firma divina: cumplimiento en su vida de las profecías bíblicas, milagros innumerables…Y sobre todo, su resurrección de la muerte por su propio poder, que anunció El como prueba suprema de su Divinidad:

    Destruid este templo (su cuerpo), y en tres días lo reedificaré (Juan 2- 19).

    Subimos a Jerusalén. El Hijo del Hombre será condenado a muerte. Lo entregarán a los gentiles. Será azotado, escupido,…se burlarán de él…le crucificarán. Pero al tercer día resucitará (Lucas 18- 33).

    Además de por sus obras, creemos por los incontables milagros de los santos, que sigue haciendo El a través de ellos; por el testimonio de millones de mártires; por la santidad de su Persona y de su doctrina…Por la propagación, fecundidad, santidad (aunque esté compuesta por pecadores), y duración de su Iglesia, pese a las infinitas persecuciones que ha sufrido, sufre y sufrirá; y a la infidelidad de muchos de sus miembros.

    Pero en primer lugar creemos por su resurrección, por Él, Imagen visible de Dios invisible (San Pablo. Epístola a los Colosesnses 1-15). Jesús no llamaba a Dios Yavé, sino mi Padre. Y nunca dijo que El era Dios, con esa palabra. El era el Hijo. Decía:

    Nadie conoce al Padre, sino el Hijo

    Yo estoy en el Padre, y el Padre en MíSomos Uno.

    Yo soy el Camino, la Verdad, y la Vida. Nadie va al Padre, sino por Mí. Si me habéis conocido, conoceréis también a mi Padre. Quien me ve a Mí ve al Padre…Creed por mis obras… (Juan 14-10).

    Y porque el Sanedrín consideró aquello una blasfemia (por envidia no querían creer), le condenó a muerte.

    Los cristianos creemos en Jesús y le creemos: su doctrina es para nosotros palabra de Dios; Por ello sabemos que la Santísima Trinidad está espiritualmente en nuestra alma en gracia, ya que también lo dijo Él:

    Si alguno me ama, guardará mi palabra. Mi Padre le amará. Vendremos a él y moraremos en él (Juan 14-28).

    Por lo mismo, creemos igualmente que está en la Eucaristía, y le visitamos en el Sagrario de nuestras iglesias amándole, adorándole, y hablando con Él; y le recibimos en nuestra alma en la Comunión.

    Cuando Jesús anunció la institución de este Sacramento, (nos ama tanto, que se fue como debía, pero se quedó con nosotros de esta forma), preparó su anuncio con el gran milagro de la multiplicación de los cinco panes y los dos peces, que alimentaron a cinco mil hombres, más gran cantidad de mujeres y niños, y de los que sobraron doce canastos (Juan,6-11).

    Y con los no menos espectaculares de su andadura sobre el mar (para ayudar a los apóstoles que luchaban contra el fuerte viento y el embravecido oleaje), y su dominio sobre los elementos: viento y mar, obedecieron inmediatamente su orden de calmarse (San Marcos 6- 49).

    Sabía el gran acto de fe que iba a pedir. Pero si era capaz de hacer aquello, ¿no podría convertir en su Cuerpo y Sangre, con palabras que eran espíritu y vida el pan y el vino, para ser nuestro alimento

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