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Se busca una iglesia de sana doctrina
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Libro electrónico252 páginas3 horas

Se busca una iglesia de sana doctrina

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Información de este libro electrónico

El Licenciado Dionisio García Ovalles

Es pastor en la Iglesia El Refugio, del ministerio Jesús Faro de Luz, en la ciudad de Pawtucket, del estado de Rhode Island en Estados Unidos.

Desde que se convirtió a Cristo no ha dejado de evangelizar y de predicar la sana doctrina de Jesucristo. Se graduó con honores, en el Instituto Evangélic

IdiomaEspañol
Editorialibukku, LLC
Fecha de lanzamiento1 jun 2020
ISBN9781640865396
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    Se busca una iglesia de sana doctrina - Dionisio García

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    SE BUSCA

    UNA IGLESIA

    DE SANA

    DOCTRINA

    DIONISIO GARCÍA

    Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.

    El contenido de esta obra es responsabilidad del autor y no refleja necesariamente las opiniones de la casa editora.

    Publicado por Ibukku

    www.ibukku.com

    Diseño y maquetación: Índigo Estudio Gráfico

    Copyright © 2020 Dionisio García

    ISBN Paperback: 978-1-64086-538-9

    ISBN eBook: 978-1-64086-539-6

    ÍNDICE

    Dedicatoria y agradecimientos

    Introducción

    Capítulo 1.

    Se busca una iglesia de sana doctrina

    Capítulo 2.

    Viviendo la sana doctrina de Jesucristo

    Capítulo 3.

    Apostasía en la iglesia, al rojo vivo

    Capítulo 4.

    La oración y la Palabra de Dios: Armas  invencibles.

    Capítulo 5.

    Un ministerio consagrado.

    Capítulo 6.

    Hablemos de sabiduría

    Capítulo 7.

    No prediques algo que tú no vives

    Capítulo 8.

    La cibernética es la bomba electrónica

    Capítulo 9.

    La Biblia en las escuelas. Aceptación o rechazo

    Capítulo 10.

    Ponle freno a tu vida

    Capítulo 11.

    ¿Quién gobierna tu vida, la carne o el espíritu?

    Capítulo 12.

    Nadie puede estar bien con Dios, separado de la Iglesia de Cristo

    Capítulo 13.

    Degradación y depravación del ser humano

    Capítulo 14.

    El Espíritu Santo y yo

    Capítulo 15.

    Apostasía en la adoración a Dios

    Capítulo 16.

    Dios es original y no hace copias.

    Capítulo 17.

    El evangelio de la prosperidad y la necesidad

    Capítulo 18.

    La inmoralidad en la música

    Acerca del autor

    Dedicatoria y agradecimientos

    Desde niño siempre fui amante de la lectura, y cuando joven guardaba los periódicos para leerlos varias veces, especialmente aquellos que traían noticias importantes y lo hacía para compartir con mis amigos esas informaciones. Los libros han sido siempre mis joyas. Así como hay gente que no puede vivir sin pastillas, yo no puedo vivir sin leer. En mi juventud me involucré en los clubes culturales, de deportes, política y sobre todo, en los temas controversiales de la ciencia y la religión, pero cuando me convertí a Cristo por la misericordia de Dios, quedé impactado al encontrar dos versículos que me pusieron a meditar y a reflexionar sobre mi vida. Dicen: Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte. Prov. 16:25. Y el otro dice: Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. Juan 8:32.

    Gracia a mi Dios, porque su Espíritu Santo me dirigió a encontrar la verdad, la cual es Jesucristo.

    Desde niño escuchaba a los evangélicos decir: Cristo dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al padre, sino por mí. Juan 14: 6. Y al morar el Espíritu Santo en mi corazón, puedo ahora hablar con autoridad de la vida pura que se experimenta en Cristo Jesús. Cada día agradezco a Dios por la vida que me da y por el privilegio y la oportunidad que me brinda de escribir de su enseñanza, la cual dejó establecida en su santa y bendita palabra. Al ser humano le faltarían palabras para agradecerle a Dios por su amor y su bondad. Por eso, cada día, no dejo de pronunciar el versículo que dice: Bendeciré a Jehová en todo tiempo, su alabanza estará de continuo en mi boca. Salmo. 34:1.

    Igualmente me he apropiado del Salmo que dice: Bendice alma mía a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice alma mía a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Salmos. 103:1-2.

    Por tanto, agradezco a mi Dios, que me inspiró a escribir este libro. A mi esposa Maritza Brito de García, que siempre me daba palabras de aliento y de motivación para que lo terminara. A mis dos hijos, Emmanuel y Diosmeiry García, a los cuales Dios me dio el privilegio divino de bautizarlos y sé que la promesa que Dios tiene sobre ellos, ha de cumplirse.

    A los pastores Braulio y Melva Portes, de la primera iglesia de la cristianización nacional, en Santo Domingo, República Dominicana, lugar donde comencé a dar mis primeros pasos como cristiano hace tres décadas. A los obispos y pastores Ana y Luis Nouel del ministerio Jesús faro de luz, y la iglesia el Refugio en Providence, Rhode Island. EE. UU. Le doy gracias a Dios por ellos, porque ahí verdaderamente aprendí la enseñanza de la sana doctrina de Jesucristo. Le pido cada día a Dios por la vida de estos siervos que durante largos años, han sido atalaya de la única verdad, sin adulterarla.

    Dedico también este libro a todos los siervos y ministros de Cristo que defienden hasta la muerte la sana doctrina de Jesucristo y que esas palabras que Pablo le escribió a Timoteo nos apropiemos de ellas: Te encarezco delante de Dios y del señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, a que prediques la palabra, que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende y exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a la fábula. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones y haz obra de evangelista. Cumple tu ministerio.

    Dedico y bendigo a cada lector que se ha interesado en leer este libro. Dios les bendiga a todos.

    Introducción

    El conocimiento del hombre sobre el bien y el mal tuvo su origen en el huerto del Edén. Aunque Adán y Eva desobedecieron a Dios al comer del árbol prohibido, les dio también la facultad de saber lo que era bueno y lo que era malo. Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se los manifestó. Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusas.

    Pues habiendo conocido a Dios no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos y sus necios corazones fueron entenebrecidos. Profesando ser sabios se hicieron necios. Romanos. 1:19-22.

    En este libro desvelaremos verdades absolutas de la escritura y quitaremos la máscara de oveja y de ángel de luz al enemigo del alma, que es Satanás, el cual es llamado en la Biblia por Jesucristo, el príncipe de este mundo, y por el apóstol Pablo, el dios de este siglo. El cual ha cegado el entendimiento de los incrédulos para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 2 Corintios 4:4.

    La humanidad vive en un tremendo caos espiritual y creemos que millares de personas bien intencionadas, anhelan tener un reencuentro con Dios, pero hallan dificultades en la selección del camino para lograr una verdadera comunión con el creador.

    La incógnita de muchas personas que se preguntan en todas partes del mundo: ¿Cuál es la iglesia verdadera? Esa interrogante fue lo que me motivó a escribir este libro y al mismo tiempo, navegar profundamente en las páginas de la sagrada escritura, para no conceptuar conforme a razonamiento humano, sino a la guía del Espíritu Santo, que es quien nos lleva a toda verdad. Para muchos, esas verdades están encubiertas, para otros reveladas y por otros comercializadas.

    La verdad y la gloria de Dios son inseparables y nos es imposible honrar a Dios con opiniones erróneas, cuando tenemos la Biblia a nuestro alcance. Muchos sostienen que no importa lo que uno cree, siempre que la conducta sea buena, pero la vida es modelada por la fe. Teniendo la luz y la verdad a nuestro alcance, ¿por qué entonces no procuramos conocerla? Al contrario, la rechazamos y preferimos las tinieblas que la luz.

    Dice la Biblia: Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte. Prov. 16:25. La ignorancia y el error no disculpan al pecador, cuando se tiene toda oportunidad de conocer la voluntad Dios a través de la Biblia. El camino de Dios siempre ha estado disponible para todo aquel que quiera encontrarlo.

    El Profeta Jeremías dijo: Así dijo Jehová: paraos en los caminos y mirad, y preguntad por las sendas antiguas cuál sea el buen camino, y andad por él y hallaréis descanso para vuestra alma. Jeremías 6:16.

    Y el profeta Isaías dijo: Y habrá allí calzada y camino, y será llamado camino de Santidad. No pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos. El que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. Isaias35: 8.

    Jesús dijo: Yo soy el camino, la verdad, y la vida, nadie viene al Padre sino por mí. Juan 14:6. El camino que lleva a la vida siempre ha estado disponible para todo aquel que quiera descansar. Jesús dijo: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar. Mateo 11:28.

    La sana doctrina de Jesucristo es el traje a la medida para cada creyente que quiera agradar a Dios en su caminar. Hay muchos vestidos y chaquetas muy hermosos y llamativos que parecen a la medida del cuerpo del comprador, pero hay algo que no le ajusta. Así es el que profesa una falsa doctrina que no es la de Jesucristo, que, aunque digan que están bien, ante los ojos de Dios andan mal. Porque el ser humano, desde la creación del mundo, ha querido servirle a Dios a su manera, porque nunca hemos estado huérfanos o ignorados de nuestro creador. Siempre nos ha hablado a través de su palabra.

    Después del derramamiento del Espíritu Santo, en el día de Pentecostés, esa promesa está disponible a todo creyente en Cristo. Tener al Espíritu Santo en nuestra vida, nos facilita obedecer los mandamientos de Dios. El creyente, sin la ayuda del Espíritu de Cristo, no podrá ser un verdadero cristiano ni podrá mantenerse en la sana doctrina, porque sólo el Espíritu Santo nos puede mantener firmes en la única verdad, que es Jesucristo.

    La sana doctrina que enseñó y nos dejaron Jesucristo y los apóstoles, es el fundamento de la verdadera iglesia de Jesucristo, en la cual muchos se han desviado de la santidad y de la pura palabra de Dios, y han adoptado otra enseñanza herética, confundiendo de esa manera a muchos cristianos, y sobre todo, a aquellos nuevos creyentes que creen y que han llegado a la verdadera iglesia de Cristo. Dice la Biblia: Cualquiera que se extravía y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios, pero el que persevera en la doctrina de Cristo, ése tiene al Padre y al Hijo. 2 Juan 1:5.

    El apóstol Pablo le dijo a Timoteo, y a todos los cristianos del mundo, estas palabras: Si alguno enseña otra cosa y no se conforma a las sanas palabras (llámese sana doctrina) de nuestro Señor Jesucristo, que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias y malas sospechas. 1 Timoteo 6:3-4.

    En este libro exhortamos a cada creyente a no desviarnos por nada de la sana doctrina, y aquellos que se han alejado, reconcíliense con Dios y vuelvan a la pura y sana palabra de Dios, la cual es luz y camino a la vida eterna. Que seamos como los judíos que estaban en Berea en los tiempos del apóstol Pablo, que escudriñaban las escrituras para comprobar que lo que se le decía era cierto. Por eso no nos cansaremos de exhortar a todo creyente, que no acepte ninguna enseñanza o creencia que esté en contra de la sana doctrina de Jesucristo.

    Consideremos las palabras del apóstol Pablo, diciéndonos: "Yo sé que después de mi partida, entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonarán el rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras de sí a los discípulos. Hechos. 20:29-30.

    Si alguno enseña otra cosa y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias y malas sospechas; disputas necias de hombres corruptos de entendimientos y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia. Apártate de los tales. 1 Timoteo 6:3-5.

    En cada capítulo de este libro, el Espíritu Santo me inspiró a escribir basado en su santa palabra, y a explicar verdades que los indoctos y apóstatas han torcido para su beneficio y así confundir también a muchos discípulos de Cristo. Exhorto a todas las iglesias de sana doctrina que nos unamos en oración, para que aquellos que se han extraviado pidan perdón, se reconcilien con Dios y vuelvan a Jesucristo y a su sana enseñanza, que es la que verdaderamente nos hace estar en paz con Dios y los hombres. Si hacemos esto, aseguramos la presencia de Dios en nuestra vida para siempre.

    Capítulo 1.

    Se busca una iglesia de sana doctrina

    En el 1964, el dramaturgo y polifacético Franklin Domínguez, escribió la obra teatral titulada: Se busca un hombre honesto, la cual era una sátira a los políticos deshonestos y corruptos, no solamente de República Dominicana, sino de muchos países del mundo.

    Ha transcurrido más de medio siglo después de la presentación de esa obra y a medida que pasan los años, esa obra teatral se identifica cada día más con la realidad del momento.

    Y aunque la deshonestidad, la corrupción y la maldad han existido siempre a través de la historia de la humanidad, nunca la moral del hombre había descendido a tal nivel, hasta llegar a la desmoralización y depravación del ser humano.

    En los últimos años, los avances tecnológicos han dejado sorprendida a la humanidad, pero también hay que reconocer que en esta era tecnológica en la que vivimos, la inmoralidad y la mundanalidad han llegado también a la iglesia, acompañadas de la apostasía y la falsa doctrina.

    La sana doctrina que enseñó el Señor Jesucristo y los apóstoles es el fundamento de la verdadera y única iglesia de Cristo, en la cual muchos se han desviado de la santidad y de la pura palabra de Dios y han adoptado otras enseñanzas heréticas, confundiendo de esa manera a muchos cristianos, y sobre todos a aquellos nuevos creyentes que creen que han llegado a la verdadera iglesia de Cristo.

    La sana doctrina es importante, porque debemos verificar la verdad en un mundo de mentiras. Muchos falsos profetas han salido por el mundo. 1 Juan 4:1.

    Hay cizaña entre el trigo y lobos en medio de las ovejas. Mateo 13:25, Hechos 20:29. La mejor manera de distinguir la verdad de la mentira, es saber cuál es la verdad.

    La sana doctrina es importante, porque el final de la sana doctrina es la vida. El apóstol Pablo le escribió a Timoteo: "Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina, persiste en ellos; haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren 1 Timoteo 4:16.

    Por el contrario, el final de la sana doctrina es la destrucción. Veamos lo que dice la Biblia: Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, lo que desde antes había sido destinado para esta condenación, hombres impíos que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a Dios, el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo. Judas 1:4.

    En este libro explicaremos claramente, conforme a la Biblia, lo que es una iglesia de sana doctrina, para que usted sea también un portavoz y defensor del único y verdadero evangelio de Cristo.

    El predicar y vivir conforme a la sana doctrina de Jesucristo, significa alejarnos del peligro y de la contaminación de este mundo y vestirnos de la pureza y de la santidad de Cristo. Recordemos que santidad significa separación de las cosas mundanas e inmundas, para consagrarse a Dios.

    Una iglesia que no enseñe sana doctrina es una iglesia pagana, pues no retiene lo que ha aprendido, sino que se ha dejado llevar por lo que el mundo quiere y no por lo que quiere Dios.

    El apóstol Pablo le da este consejo a Timoteo y a todo creyente que quiere ser parte de la verdadera iglesia de Jesucristo: Te encarezco delante de Dios y del señor Jesucristo que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, a que prediques la palabra que inste a tiempo y fuera de tiempo. Redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina, porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias y apartarán de la verdad el oído y se volverán a la fábula, pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones y haz obra de evangelista. Cumple tu ministerio. 2 Timoteo 4:1-5.

    La orden que recibió Timoteo del apóstol Pablo fue la de permanecer firme en la sana doctrina. Hoy usted y yo somos Timoteo y esa orden es para nosotros. No podemos evitar que la falsa doctrina y la apostasía surjan, pero sí podemos impedir que llegue a nuestra vidas y congregaciones.

    Al existir tantas iglesias de diferentes denominaciones, la gente del mundo se pregunta:

    ¿Cuál es la iglesia verdadera? ¿A cuál de ellas debo de visitar?

    Hay opiniones diferentes con respecto a la interpretación de la Biblia, porque unas proclaman que Dios se le reveló a su líder a través de un Ángel y otras denominaciones dicen que ellos son los que tienen la verdad y que las demás son herejías. Otros dicen que son los verdaderos representantes de Dios aquí en la tierra.

    ¿A quién creerle?

    La única fuente para aclarar tal confusión es la Biblia, pero antes quiero aclarar que todas las sectas y religiones que hay en este mundo, la cuales cuentan con millones de seguidores, tienen un arquitecto y único responsable llamado Satanás. Dice la Biblia: En las cuales el Dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos para que no le resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 2 Corintios. 4:4.

    El mismo que engañó a Eva, lo sigue haciendo hasta el día de hoy.

    El enemigo de las almas nunca confronta a las sectas ni a las religiones, porque son hechura de él, sino al cristianismo que no es una religión, sino una relación personal con Dios y con su hijo Jesucristo.

    Por lo tanto, el objetivo principal de Satanás es tratar de

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