o todas las personas que hemos querido y admirado en este mundo se llevan a la otra vida sus secretos más hondos, su vida interior, el trabajo de Dios en su alma. No me imaginaba que Carlos Clariá, gran amigo, hubiera ido escribiendo su diario del alma con tanta fidelidad, desde que lo conocí en España hasta prácticamente los días de su muerte (1968-2009). Leyéndole hoy, me vienen a la mente aquellas palabras de Chiara Lubich: «Tenemos una vida íntima y una vida externa, que son, a la vez, raíz y floración la una de la otra […} La enseguida en el corazón de muchos de nosotros: era el joven argentino abierto, brillante, feliz, comunicativo… Lo que desconocíamos es cómo, en esa misma medida, estaba él en el Dios íntimo de su corazón.
La sencilla lectura de un amigo
Dec 01, 2023
3 minutos
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