San Pío de Pietrelcina

Por María Luz Gómez

La extraordinaria historia de un santo del siglo XX.

Desde los cinco años, France (posteriormente Pío), tuvo extraordinarias experiencias místicas y ataques diabólicos. Sus milagros, muy numerosos en vida, se multiplicaron tras su muerte. Es el primer sacerdote estigmatizado en la Historia de la Iglesia. Fue muy admirado, seguido y perseguido.

• Idioma: Español
• Editorial: Caligrama
• Fecha de lanzamiento: 4 nov 2020
• ISBN: 9788418435249

María Luz Gómez

María Luz Gómez es una anciana paralítica que entretiene sus forzados ocios escribiendo en el ordenador historias que juzga interesantes y desea compartir. Es madrileña y en Madrid vivió toda su vida. Estudió en el colegio del Sagrado Corazón. Después, idiomas y pintura. Empezó la carrera de Filosofía y Letras, que no terminó por su pronta boda con un médico. Su matrimonio fue feliz y dio muchos frutos: siete hijos. Nunca trabajó, sino en su casa. Cuidó de hijos y nietos. A sus queridos padres no pudo dedicarles la atención que merecían por falta de tiempo. En cambio, más adelante pudo cuidar de su suegra y dos tías de su marido que solo la tenían a ella. Hoy es viuda y necesita cuidadoras. Tiene diez nietos -uno adoptado, etíope- y cinco bisnietos. Su numerosa familia y su fe cristiana la hacen seguir feliz.

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San Pío de Pietrelcina

María Luz Gómez

San Pío de Pietrelcina

Primera edición: 2020

ISBN: 9788418435768

ISBN eBook: 9788418435249

© del texto:

María Luz Gómez

© del diseño de esta edición:

Penguin Random House Grupo Editorial

(Caligrama, 2020

www.caligramaeditorial.com

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Impreso en España – Printed in Spain

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Prólogo

Me mueve a escribir la historia de este famoso santo casi de nuestros días, su extraordinario interés. Como él decía: era un misterio, hasta para sí mismo.

Su total entrega de amor a Dios y al prójimo con olvido absoluto de su persona, es compartida por todos los santos. Pero los dones que el Señor le otorgó: de hacer milagros; gozar de apariciones; leer en su cuaderno (otra frase suya), en los corazones, el pasado y el futuro de muchos; don de bilocación (en varias ocasiones estuvo en dos sitios al mismo tiempo); compartir su Pasión (fue el primer sacerdote de la Iglesia estigmatizado; también lo estuvo San Francisco, pero no era sacerdote); sufrir ataques diabólicos (se ve que robaba al diablo muchas almas y le resultaba muy molesto)... Y algunas de estas cosas desde los cinco años de edad, parecen ser únicamente suyas.

Sus obras benéficas, seguidores y conversiones fueron incontables; y sus milagros, muy numerosos durante su vida, aumentaron considerablemente tras su muerte.

Capítulo I.

Nacimiento y primeros años de Francesco. Giorgone

Nuestro santo era natural de Pietrelcina, una pequeña villa situada en la Región de Benevento en el sur de Italia. Sus padres, Horacio Giorgone y Mª Giuseppa Nunzio, eran modestos agricultores. Se casaron muy enamorados en la Iglesia del pueblo, dedicada a Santa María de los Ángeles. Eran muy devotos de San Francisco de Asís (también había en el templo una Imagen suya), y al esperar su primer hijo se lo encomendaron de manera especial, ofreciendo ponerle su nombre.

El niño nació sano y hermoso, a las cinco de la tarde del día veinticinco de Mayo en el año 1.887. Asistió a Giuseppa la partera del pueblo y estuvieron a su lado ayudando, su madre y su suegra

Los padres tenían tal deseo de que su hijo fuera cristiano cuanto antes, que no quisieron esperar para bautizarlo a que Giuseppa estuviera repuesta. Para ellos, su asistencia y el que preparara un desayuno especial para celebrarlo con los más allegados, era irrelevante al lado de la pronta pertenencia del niño a la Iglesia de Cristo (su Reino en la tierra). Y decidieron que recibiera el bautismo la mañana del día siguiente a su nacimiento.

Los padrinos, que iban a ser el abuelo paterno y la abuela materna, estuvieron de acuerdo con los padres. Los invitados serían solamente ellos y las abuelas prepararían el desayuno.

El padre se dirigió a la Iglesia y habló con el párroco, para pedirle que bautizara a la mañana siguiente a su hijito