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La laguna roja
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Libro electrónico76 páginas1 hora

La laguna roja

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En esos cuentos que presento al lector vuelven a deambular seres marginados, pero en un mundo diferente. Por ejemplo: en "La laguna roja", dos albañiles, Cuzo y Heras, se retan por sobrevivir y escapar de un entorno hostil.
En "Un viaje imaginario de Don Quijote", ambos personajes de Miguel de Cervantes, El Quijote y Sancho Panza, "viajan" (más El Quijote que Sancho) ilusoriamente hacia una isla del Mar Caribe donde viven una aventura singular, pues los isleños casi los confunden con unos criminalistas. Ese relato fue enviado al Concurso Reescribir el Quijote en Cuba (capítulo VIII), organizado por la Agencia Española de Cooperación Internacional y la Embajada de España en La Habana, 2005.
En "La expulsión" hay algo de mágico y de realista. Un tío mío, ya fallecido, me contó una anécdota sobre dos pescadores de su natal Puerto Padre, provincia de Oriente, quienes se encontraron un misterioso objeto cilíndrico, arrojado por el mar hacia una playa. Uno de los pescadores recogió ese objeto, sin sospechar de lo que le aguardaba en un futuro.
En "La obsesión de Anselmo" un albañil acepta el reto de extraer de una pared o muro de carga una botija sin dañarla.
También en "El recogedor de piedras" un campesino trata de cultivar en un terreno pedregoso donde encontrará algo inesperado.
"Cita con Gioconda" es una aventura de amor.
"El elegido" es un cuento de terror; "La expedición", de ciencia-ficción.
Ojaláa les guste esas narraciones, cortas y largas, amigos lectores.

IdiomaEspañol
EditorialPedro Merino
Fecha de lanzamiento23 oct 2011
ISBN9781936886265
La laguna roja
Autor

Pedro Merino

Pedro Merino (La Habana, 1967). Freelance writer. He has ventured into poetry, narrative, essay, journalism, and literary script for a movie. His first published book was Quinta de la Caridad, Juan March Novel Prize, Spain, 2003. He has written dozens of books for children, young people, and adults, on various topics, both fiction and non-fiction, available on Amazon and Smashwords. He currently has unpublished several historical novels. More info in his blog Read Short Stories and Novels.

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    Vista previa del libro

    La laguna roja - Pedro Merino

    La laguna roja

    Cuentos

    By Pedro Merino

    --------------------

    Copyright 2011 Pedro Merino

    First Edition

    Published by Pedro Merino at Smashwords

    ISBN: 978-1-936886-26-5

    Copyright. 404-2003

    Centro Nacional de Derecho de Autor (CENDA)

    Calle 15 No 604 entre B y C, Vedado, La Habana, Cuba. Apartado postal 4521

    Smashwords Edition, License Notes

    This ebook is licensed for your personal enjoyment only. This ebook may not be re-sold or given away to other people. If you would like to share this book with another person, please purchase an additional copy for each recipient. If you’re reading this book and did not purchase it, or it was not purchased for your use only, then please return to Smashwords.com and purchase your own copy. Thank you for respecting the hard work of this author.

    --------------------

    A los talleres literarios de La Habana

    (los nombres o apellidos solo pertenecen a personajes literarios)

    --------------------

    Acerca de La laguna roja

    En esos cuentos que presento al lector vuelven a deambular seres marginados, pero en un mundo diferente. Por ejemplo: en La laguna roja, dos albañiles, Cuzo y Heras, se retan por sobrevivir y escapar de un entorno hostil.

    En Un viaje imaginario de Don Quijote, ambos personajes de Miguel de Cervantes, El Quijote y Sancho Panza, viajan (más El Quijote que Sancho) ilusoriamente hacia una isla del Mar Caribe donde viven una aventura singular, pues los isleños casi los confunden con unos criminalistas. Ese relato fue enviado al Concurso Reescribir el Quijote en Cuba (capítulo VIII), organizado por la Agencia Española de Cooperación Internacional y la Embajada de España en La Habana, 2005.

    En La expulsión hay algo de mágico y de realista. Un tío mío, ya fallecido, me contó una anécdota sobre dos pescadores de su natal Puerto Padre, provincia de Oriente, quienes se encontraron un misterioso objeto cilíndrico, arrojado por el mar hacia una playa. Uno de los pescadores recogió ese objeto, sin sospechar de lo que le aguardaba en un futuro.

    El elegido es un cuento de terror; La expedición, de ciencia-ficción.

    Espero disfruten su lectura.

    --------------------

    Índice

    La laguna roja

    Viaje imaginario de Don Quijote

    La expulsión

    El monstruo

    La expedición

    La obsesión de Anselmo

    El recogedor de piedras

    Cita con Gioconda

    El elegido

    Pata de león

    El fiasco

    --------------------

    La laguna roja

    1

    Dos seres vivían en una casa a la cual se llegaba mediante un terraplén. Había otro camino: una carretera. Pero los carros no tenían choferes y los albañiles decidieron ir por el terraplén.

    Los árboles eran anómalos a medida que un extraño se acercaba al único hogar en kilómetros a la redonda. Casi todos los postes eléctricos no tenían bombillos y los albañiles, a pesar de ser de día, le pedían a Dios y a los santos que no les cogiera la noche.

    ¿Estás seguro que es por aquí?

    Oye, Cuzo, yo no nací ayer.

    Con lo que nos paguen, estaremos un año sin trabajar.

    Avanzaban en bicicleta y el calor los asfixiaba. Cuzo volvió a preguntarle a Heras por la dirección y escuchó un ramalazo de genio:

    Ah, no, asere, no te voy a convidar más.

    Es que... el lugar, Heras.

    Volvieron a divisar una recta. Al final verían otra curva. Árboles y árboles en ambos extremos. Luego una recta y al extremo otra curva. Juzgaban darle la vuelta a un caracol.

    ¿No será la última?, le insinuó Cuzo.

    Heras permaneció callado. Notó que las piedrecillas cambiaron de color y tamaño. Eran más grandes y oscuras. Percibieron el cambio de flora, como le había dicho un amigo. Solo faltaba que un león saltara encima de ellos.

    Heras escuchó un gruñido y avistó a Cuzo.

    No pensarás que estamos en la selva, repuso Heras.

    Los perros ladran...

    ¿Y no gruñen?

    En todo caso son perros grandes, le aseguró Cuzo, mientras apretaba el manubrio. A veces la copa de los árboles era tan alta que las ramas se entrecruzaban y limitaban la penetración de los rayos solares.

    Cuzo volvió a pensar en la noche. En la madrugada. De pronto escucharon el gemido de alguien. Los gruñidos habían desaparecido.

    ¿No será... un tigre?

    Heras lo observó y agregó: un perro jíbaro.

    ¿Cómo lo sabes si no lo has visto?

    Qué bruto eres... bruto no, bruta.

    Pero agarró a alguien.

    Fue a un animal, Pendejón González.

    Tras varios minutos de silencio, percibieron unos gritos. Sabían que faltaba aún para llegar a la casa.

    A Heras le preocuparon los gritos. Podían ser de un hombre. Hay hombres que gritan. Pero eran gritos de miedo. A lo mejor era una pareja de novios. Cuzo sintió pánico y fomentó la idea de un depredador suelto. Heras comparó los gritos con jipidos sexuales y se entretuvo en recuerdos viriles. Tuvo una erección y pedaleó más despacio. A las mujeres les gusta el terror, asintió Heras, a ésa la clavaron, seguro. Cuzo se adelantó y Heras lo llamó.

    Ya vez, dijo Cuzo, yo tenía razón.

    No podemos regresar.

    Cuzo movió la cabeza con depresión. Estaban sudados. Heras volvió a pedalear cerca de Cuzo, quien miraba hacia los lados. Los follajes en la espesura le hicieron ver fieras.

    Los albañiles notaron que los cantos de aves habían desaparecido. Ni gorriones. Ni mariposas.

    Ya estamos cerca, aseguró Heras.

    Se detuvieron. Heras miró a Cuzo.

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