Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Las cuatro lunas
Las cuatro lunas
Las cuatro lunas
Libro electrónico75 páginas58 minutos

Las cuatro lunas

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

En un mundo en donde la humanidad ya no es la especie dominante, un nuevo ser emerge del sufrimiento transformándose, literal y metafóricamente, en una inesperada esperanza. De la muerte surgirá una nueva vida que, a lo largo de esta primera entrega, se redescubrirá a sí misma ayudada por quienes menos se lo espera. Sorteando constantes peligros en un planeta Tierra regido por los seres más oscuros de la antigüedad.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento28 feb 2023
ISBN9789878910642
Las cuatro lunas

Relacionado con Las cuatro lunas

Libros electrónicos relacionados

Fantasía para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Las cuatro lunas

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Las cuatro lunas - Gonzalo Martín Montes

    La hermandad de las Cuatro Lunas

    El aire húmedo del pantano hacía más dificultosa la huida, las ramas de los árboles caídos parecían estar en su contra al intentar retenerla desgarrando su piel y sus harapos que la cubrían pobremente, el suelo lodoso agregaba peso a sus pies, mientras que a lo lejos se escuchaba la voz de aquellos que la perseguía. Un podrido tronco sirvió como refugio momentáneo mientras intentaba recuperar el aliento, poco a poco se iba regulando su respiración tratando de quedar en absoluto silencio mientras que intentaba escuchar algún indicio de sus perseguidores, ya no se oía nada, ni siquiera a los animales de la zona, si es que alguna vez hubo alguno, lentamente la joven asomó la cabeza por encima del tronco intentando confirmar de que no haya nadie y continuar la huida, más calmada, la joven emprendió nuevamente su escape aún que ahora lo hacía caminando para no hacer ruido con el lodo y las ramas del lugar, las perturbadores voces ya no se escuchaban y aunque no tenía un rumbo fijo que seguir, la expresión de su rostro se iba relajando,

    – ¡al fin te encontré! – se escuchó una voz masculina proveniente de las copas de los árboles, horrorizada, la joven dirigió la vista hacia arriba para observar a su captor el cual apenas se dejaba ver escondido entre las sombras de las ramas y la oscuridad del lugar, camuflado con sus negras vestimentas, sólo se divisaba su pálido rostro y sus penetrantes ojos rojos.

    –hay Marcos casi me matas de un infarto– exclamó la joven mientras se llevaba las manos al pecho, en tanto que el oscuro ser se arrojó al vacío para caer suavemente sobre el lodoso suelo.

    – ¿cómo estás, te hicieron daño? – preguntó marcos acercándose a la joven

    –no, no me hicieron nada, estos rasguños son de las ramas–

    –les di una pista falsa y se fueron detrás de ella, tengo un deslizantes cerca de aquí, nos vamos hacia el sur y después de ahí veremos–

    –está bien, sólo quiero alejarme de aquí–

    Sin perder más tiempo, marcos levanto a la joven y empezó a saltar de rama en rama por los árboles del lúgubre lugar, el viaje no duró mucho y el mismo término cerca de unos muertos arbustos que claramente se veían que cubrían algo de gran tamaño. Marco depósito a la joven al pie de los arbustos y empezó a retirar las ramas secas dejando al descubierto un vehículo de color oscuro sin ruedas.

    –súbete, que no van a tardar mucho en darse cuenta que les di una pista falsa– aconsejaba Marcos a la joven mientras que ésta hacía todo al pie de la letra. Ambos se subieron al vehículo y después de esquivar algunos cuántos árboles continuaron su escape por una calle serpenteante en el medio del bosque.

    –dentro de la guantera hay un antiséptico y algunas vendas–

    – ¿las sangres de mis heridas te están dando sed? –

    –sabes que no, acabaría con mi inmortal vida antes de hacerte daño, aparte ya me alimenté antes de huir–

    – ¿y ahora hacia dónde nos dirigimos? – preguntaba la joven mientras se curaba las heridas

    –hay un pueblo abandonado unos 600 kilómetros de aquí hacia el sur, ahí estaremos tranquilos por unos días–

    – ¿me transformaras ahí? –

    –si–

    – ¿eso significa que después de que me transformé si nos dejaran en paz? –

    –claro que no, al contrario, la cólera de Valerius aumentará, lo único que eso hará es...¡¡¡no se encontraron!!!– esclavo marcos avisar en el medio del estrecho camino otro oscuro soldado como el, pero de contextura más grande de rostro amenazador, el mismo al ver al vehículo avanzar hacia él a lo único que atino fue a dibujar una macabra sonrisa en su rostro

    – ¡sujétate de donde puedas! – aconsejo Marcos.

    – ¡nos va a chocar de frente! –

    – ¡no si paso por encima del! –

    Faltando pocos metros para el impacto, marcos acerca el volante hacia su pecho como en los comandos de una aeronave y hace que el vehículo empiece a elevarse pasando, literalmente, por encima de su compatriota, pero este último no se iba a dejar humillar tan fácilmente, cuando apenas el vehículo se encontró por encima de él, este ser oscuro introdujo su mano en el fuselaje inferior de la aeronave deteniendo por completo su marcha y con total agresividad arrojó el vehículo contra los árboles que bordeaban el camino, con la aeronave completamente destruido, Marcos logra salir con dificultad de entre los hierros retorcidos en tanto que la joven había quedado inconsciente.

    –¿quieres pelear Casius?, ¡te daré batalla!– exclamó Marcos mientras que saltaba desde el destrozado vehículo hacia su atacante pero imprevistamente un pequeño dardo se insertó en la espalda de marcos para luego descargar una fuerte carga eléctrica derribando al oscuro fugitivo, ya en el suelo incapaz de moverse, marcos dirige la mirada hacia las

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1