La comarca o merindad de Trasmiera, entre las bahías de Santander y Santoña, es un lugar de inusitada belleza. Allí las verdes colinas alternan con vertiginosos acantilados y playas de arena fina que anegan las mareas. Entre la tierra y el mar aparecen también humedales perennes, donde anidan diversas especies de aves. Al pie de las marismas del Joyel se levanta en monasterio de San Sebastián de Montehano, donde fue sepultada Bárbara Blomberg, amante del emperador Carlos V y madre de don Juan de Austria.
ENCUENTRO CON LO IMPOSIBLE
Como toda Cantabria, la comarca tiene su propia historia, aquella ortodoxa que relataron los libros de texto, y esa otra de segundo orden por su extravagancia, que apenas ocupó la columna de un periódico local: el “Diario Montañés”, decano de la prensa cántabra.
Y es que, en la madrugada del 9 de julio de 1976, Miguel Ángel Ruiz y Margarita Cagigas fueron testigos de la aparición de un humanoide cuando se dirigían a la localidad de Treto, donde se hallaba la empresa Magneto FEMSA de la que eran empleados en aquel momento.
Debían ser alrededor de