ESTRELLA SOLITARIA UNA SOCIEDAD SECRETA DE GRANADA
Puente de las Brujas (Granada). Invierno de 1936. 0:00 horas.
Tamizada tras la frágil llovizna, el lienzo de Sierra Nevada recortándose tras la negra silueta del Puente de las Brujas se tornaba como una estampa vidriosa a punto de disolverse como si se tratase de una imagen onírica. Pero no era un mal sueño. Ni tampoco era el frío: era el miedo el que hacía temblar los dedos del periodista José Cirre Jiménez cuando, por enésima vez, extrajo de su chaqueta el arrugado papel de la anónima misiva que había recibido aquella misma mañana. “Si quiere usted que el mundo sepa nuestro dolor y conozca la sobriedad de nuestra vida, puede visitarnos. Tendremos mucho gusto en concederle una información, que ponga de manifiesto el sí a la existencia del romanticismo y al espíritu de sacrificio. Un automóvil negro, con una estrella blanca al costado derecho, le espera esta noche en las inmediaciones del Paseo de la Bomba a las doce en punto. Si gusta, hágase acompañar de un fotógrafo, pero de nadie más, porque entonces no conseguiría su propósito. Si no acepta la proposición, rompa el presente escrito, sin comentarlo. De no cumplir la indicación aludida, puede originársele graves trastornos. Firmado: La Estrella Solitaria”.
“El periodista José Cirre
