El Séptimo Ángel

Por Antonio Almas

Es un romance entre un ángel y una mujer, un amor trascendental que viaja a través de planes y planes, superando barreras y ofreciendo esperanza y dignidad a la humanidad.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 26 jun 2020
• ISBN: 9781071553572

Vista previa del libro

El séptimo

ángel

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António Almas

Preludio

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Sé que, aunque no me veas, me sientes, me doy cuenta de eso cuando sonríes mirando levemente al infinito, y yo justo frente a ti, como un soplo de viento, acariciando tu rostro. Prefiero ser así, incorpóreo, volátil como el tiempo, vacío, porque así siempre puedes llenarme todos los días con tu esencia. Me gusta ser aire, para que puedas respirar e infiltrarte en el interior de tu cuerpo, donde me transformo y soy energía vital, donde voy en el camino de tu alma inmortal.

Por la noche, cuando todo está oscuro y tus ojos se cierran, leo tus pensamientos, no los que son comunes a la vida cotidiana, sino los que vienen del fondo de ese océano que te abraza, de ese universo donde pulsas con la misma frecuencia que la mía. alma. Paso horas observándote dormir, induciendo tus sueños, recreando en ti lugares encantados y flores que planto en el jardín secreto de tu ser, como si me tatuara ciegamente en la piel inmaculada de este cuerpo que no me pertenece.

De querer ser todo, cuerpo, alma y vida, terminé muriendo en este intento de hacer que la materia entre en tus manos, tratar de ser un hombre en tu vida. Me estaba disipando, como la niebla al amanecer, para ser solo un ángel que te mantiene en lo profundo de mi alma.

Ficha técnica

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Título: El séptimo ángel

Autor: António Almas

Edición: Quinta Dimensão, Unipessoal, Lda.

Rua José Emídio Amaro, 9

7160-213 Vila Viçosa

Cobierta: Raquel Luna

Paginación: António Almas

Impresión: VAINA

ISBN: 978-0-244-25134-5

Depósito legal: 465957/20

Vila Viçosa, 4 de enero de 2020

Todos los derechos reservados de acuerdo con la legislación vigente.

Capítulo 1

Era el amanecer de un nuevo día Fravashi se estaba preparando para pasar a través de la delgada película que separaba las dimensiones. Por un breve momento sería visible para los humanos, cuando el primer rayo de sol tocara las puntas de sus alas e incluso tocara el suelo, sería un mortal alado. Le gustaba la sensación de poder ser tocado, aunque por un momento la invisibilidad lo cansara.

Estaba en la cima de la montaña, mirando hacia el este, esperando que despertara el día, de pie con el pecho abierto al viento, anhelando sentirlo, olerlo, sentir la gravedad apretar su cuerpo que pesaría tanto que sus alas apenas podían levantarlo. Aun así, era un ritual agradable cada vez que lo enviaban a la Tierra. Por lo general, buscaba un lugar vacío de personas, que en este momento se estaba volviendo algo complicado, porque el mundo estaba abarrotado de personas. Pero allí, en la cima del Everest, no era muy común tener personas todos los días. Escuchó el ruido en la Tierra anunciando la llegada del Sol, los ángeles no tenían los sentidos similares a los humanos, tenían diferentes percepciones de lo que los involucraba, podrían no sentir el toque excepto en el momento de desvanecerse, pero sintieron toda la creación, escucharon rumores de que nadie más que los creadores podían escuchar.

Extendió sus alas y permitió que el viento fuera frío, para levantarlo como el loro de un niño, se sintió como un hombre, probó ese trozo de tiempo, en el que el tiempo realmente existió y pasó como el viento entre las plumas de sus alas. Luego se evaporó como si fuera agua al sol en el desierto, una neblina que la corriente de aire se disipó.

Estaba caminando hacia la luz, todo a su alrededor estaba completamente negro, solo la luz brillante descendía del cielo al suelo, todavía estaba lejos, pero sus agudos sentidos le decían que ya lo estaba esperando. Fravashi sabía que se le asignaría un nuevo Urvan para cuidar,