Charlas con el Padre

Por Antonio Almas

Charlas con el Padre es un libro escrito por Antonio Almas que redacta la experiencia de tener una vida de devoción y oración con Dios, expresando su alta necesidad de tener una intimidad de vida con Él.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 5 dic 2018
• ISBN: 9781547559015

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Charlas con el Padre

António Almas

La espiritualidad tiene que ser transversal en todas la razas y civilizaciones, porque es en ella que reside la esperanza de la vida y no ser apenas un momento sin significado o propósito por más a allá de la propagación de la genética heredada de los predecesores. Porque todos los credos se basan en los mismos principios, creo que existe para todos una misma entidad, una misma fe que guía el sentido común y nos lleva a creer.

Ficha técnica

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Título: Conversaciones con el Padre

Autor: António Almas

Edición: Edición Própia de António J. F. Almas

Apartado 111

7160-999 EC Vila Viçosa

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Diseño y paginación: António Almas

Impresión: P.O.D.

ISBN: 978-1-326-64117-7

Depósito Legal: 409238/16

Vila Viçosa, 5 de Mayo de 2016

Todos los derechos reservados de acuerdo con la legislación en vigor.

Mientras que no duermo dejo al silencio llenar el espacio de los sueños, quiero que él me invada, que me permita ser una escalera que sube hasta donde está el Creador. Dejo a mis pensamientos hablar, dejo que me lleven hacia tu lugar, quiero sentarme a tu derecha y que me dejes estar ahí. Escúchame, oye mis penas, sé que me atiendes, que no me reprendes, Tú, sólo Tú. Sabes por qué estoy aquí, por qué vivo de esta forma, por qué pienso y siento de esta manera, al final soy fruto de Tu creación, soy el hijo de Tus designios, soy una frase de Tu texto, soplo de tus vientos. Por todo eso Padre, quiero conversar contigo. En esta noche obscura, busco Tu luz, la comodidad del vacío que me llena. Hago de la oración un preludio de aquello que te quiero decir, como si ella fuese la llave que abre el portal que nos une. No pido nada para mí, solo el conforto de saber que estás aquí, de saber que estás sentado a mi lado, que me miras con la misma ternura con la que se mira a un niño. Te confieso mis dicótomas, la difícil estabilidad de estar en el camino correcto. Te hablo de mis tentaciones, de cómo el cuerpo traiciona a los sentidos, que se apodera del mismo, el toque de la carne., la voluntad y el deseo de tomar al otro por el cuerpo. Tú sabes Padre, que no es fácil controlar esta casa a donde me mandaste a vivir, ella tiene algunas voluntades propias y