28 min de escucha
Almas Confiadas En Amarse
Almas Confiadas En Amarse
valoraciones:
Longitud:
32 minutos
Publicado:
7 oct 2021
Formato:
Episodio de podcast
Descripción
Haz que tu respiración sea tan fluida, como imperceptible.
Asúmela desde una naturalidad profunda.
Que ni se acerque al mecanisismo.
Hazte tan consciente de tu manera de respirar,
de tu necesidad de respirar,
de tu placidez al respirar.
Confiando, además, en que, al respirar consciente,
en esta introspección, que bien puedes llamar meditación.
Estás ahí, observándote sutilmente y atendiéndote.
Respira y atiende bien,
si es que en verdad estás concretando propósito.
¿Cuánto más tendrías que ver, experimentar, vivir,
para darte comprensión, de lo que realmente ocurre?
Y dirás, ocurre la vida,
ocurre el tiempo, ocurre la realidad.
Y sí, es cierto, ocurre todo eso y más.
Ocurre la vida y muerte, ocurre el destiempo
y, ocurre la irrealidad.
Y estás ahí, ¿en medio de qué?
Nuestros gobiernos no orientan.
Nuestras sociedades se discriminan.
Nuestras familias. Nuestras familias. Nuestras familias.
¿Qué son?
Y deberían serlo todo.
Almas confiadas en agruparse, en acompañarse,
en sentirse, en ayudarse, en amarse.
Y ni siquiera eso está ocurriendo.
Por lo que deberías, si te es posible,
ampliar el sentido, significado,
de lo que esa palabra -y, más que palabra-
respuesta es, consciente en ti.
Una familia,
aunque, a tu individualidad le pese.
E imagina igual, qué tan grande puede ser.
¿Qué tanta correspondencia?,
entre quienes hoy podrías identificar,
como un Ser que te es, se te hace, familiar.
¿Guardarías algún requisito? ¿Alguna exigencia?
¿Sabrías a quién rechazar, a quién desconocer, a quién desamar?
Respira porque la propuesta es,
sabiendo el esfuerzo, la valentía,
de haber querido experimentar aquí,
que te hagas un espacio, que combines sentimientos,
que explores afectividad y, que te propongas igual,
un sentido mayor de pertenencia a lo que una familia es.
Dirás, si apenas puedo y acepto la propia.
Si, igualmente, la acepto como una bendición.
Entiende más, hay orfandad, hay ausencias,
hay abusos, hay transgresiones, hay delitos.
Y el sufrimiento, no se contiene.
¡Cuántos hijos desasistidos!
Implórate sentimientos aún más profundos,
conscientes, abiertos,
con los que puedas remediar en algo,
toda esta ausencia de amor filial.
Y, a lo mejor te suene inmenso,
aquello de la familia universal.
¡Seríamos tantos!
Y es porque somos tantos.
Por lo menos, refuerza y refuérzate
ante la familia que concibes hoy
como tu fuente de amor y luz.
Los alimentos vitales.
Y, desde ahí, nútrete y nutre,
a lo que te ha correspondido,
por lazos consanguíneos.
Proponte.
Despierta más
Hazte más consciente
Sirve más
Sé capaz de entregar lo que eres y más,
lo que todavía quieres ser.
No te confundas, no te hablo de lazos ficticios,
afectividades manipuladoras ni obligaciones.
Simplemente, haz que tu Ser,
sepa amar, quiera amar, pueda amar.
¡Es tan necesario!
Respira profundo.
Om Namaha Shivaya.
Asúmela desde una naturalidad profunda.
Que ni se acerque al mecanisismo.
Hazte tan consciente de tu manera de respirar,
de tu necesidad de respirar,
de tu placidez al respirar.
Confiando, además, en que, al respirar consciente,
en esta introspección, que bien puedes llamar meditación.
Estás ahí, observándote sutilmente y atendiéndote.
Respira y atiende bien,
si es que en verdad estás concretando propósito.
¿Cuánto más tendrías que ver, experimentar, vivir,
para darte comprensión, de lo que realmente ocurre?
Y dirás, ocurre la vida,
ocurre el tiempo, ocurre la realidad.
Y sí, es cierto, ocurre todo eso y más.
Ocurre la vida y muerte, ocurre el destiempo
y, ocurre la irrealidad.
Y estás ahí, ¿en medio de qué?
Nuestros gobiernos no orientan.
Nuestras sociedades se discriminan.
Nuestras familias. Nuestras familias. Nuestras familias.
¿Qué son?
Y deberían serlo todo.
Almas confiadas en agruparse, en acompañarse,
en sentirse, en ayudarse, en amarse.
Y ni siquiera eso está ocurriendo.
Por lo que deberías, si te es posible,
ampliar el sentido, significado,
de lo que esa palabra -y, más que palabra-
respuesta es, consciente en ti.
Una familia,
aunque, a tu individualidad le pese.
E imagina igual, qué tan grande puede ser.
¿Qué tanta correspondencia?,
entre quienes hoy podrías identificar,
como un Ser que te es, se te hace, familiar.
¿Guardarías algún requisito? ¿Alguna exigencia?
¿Sabrías a quién rechazar, a quién desconocer, a quién desamar?
Respira porque la propuesta es,
sabiendo el esfuerzo, la valentía,
de haber querido experimentar aquí,
que te hagas un espacio, que combines sentimientos,
que explores afectividad y, que te propongas igual,
un sentido mayor de pertenencia a lo que una familia es.
Dirás, si apenas puedo y acepto la propia.
Si, igualmente, la acepto como una bendición.
Entiende más, hay orfandad, hay ausencias,
hay abusos, hay transgresiones, hay delitos.
Y el sufrimiento, no se contiene.
¡Cuántos hijos desasistidos!
Implórate sentimientos aún más profundos,
conscientes, abiertos,
con los que puedas remediar en algo,
toda esta ausencia de amor filial.
Y, a lo mejor te suene inmenso,
aquello de la familia universal.
¡Seríamos tantos!
Y es porque somos tantos.
Por lo menos, refuerza y refuérzate
ante la familia que concibes hoy
como tu fuente de amor y luz.
Los alimentos vitales.
Y, desde ahí, nútrete y nutre,
a lo que te ha correspondido,
por lazos consanguíneos.
Proponte.
Despierta más
Hazte más consciente
Sirve más
Sé capaz de entregar lo que eres y más,
lo que todavía quieres ser.
No te confundas, no te hablo de lazos ficticios,
afectividades manipuladoras ni obligaciones.
Simplemente, haz que tu Ser,
sepa amar, quiera amar, pueda amar.
¡Es tan necesario!
Respira profundo.
Om Namaha Shivaya.
Publicado:
7 oct 2021
Formato:
Episodio de podcast
Títulos en esta serie (100)
Tu Mente Son Programas Diseñados de Meditaciones Guiadas con Mataji Shaktiananda