Descubre este podcast y mucho más

Los podcasts se pueden disfrutar de forma gratuita sin necesidad de una suscripción. También ofrecemos libros electrónicos, audiolibros y mucho más por solo $11.99 al mes.

Viniste al planeta a saber amar

Viniste al planeta a saber amar

DeMeditaciones Guiadas con Mataji Shaktiananda


Viniste al planeta a saber amar

DeMeditaciones Guiadas con Mataji Shaktiananda

valoraciones:
Longitud:
36 minutos
Publicado:
18 abr 2024
Formato:
Episodio de podcast

Descripción

Sería oportuno y prudente
que pronuncies internamente tu nombre,
o como te guste ser llamado
y respires un momento en el,
haciéndote presente y que reverbere en ti
y te conecte contigo, con tu bendito y sagrado nombre.
Como te conocen y te conoces aquí,
en la medida que has querido y has dejado,
hasta que se vaya diluyendo con cada respiro,
hasta que te quedes solo con tu respiro,
que es tu misma presencia.
Ve obteniendo respiraciones breves, aunque profundas,
que te sostengan ahí, en tu divina presencia,
y que te vaste tu presencia.
Cada respiro, un instante de ti en ti,
concibiendo tu estado, el que has alcanzado, el que trabajas,
en el que te asientas para existir,
con el que habitas este planeta tan desalentador.
Así que respira con tu aliento,
que te alcance,
con el que puedas atravesar cada circunstacia,
cada situación, cada hecho, con fuerza.
Cada tránsito, cada proceso,
cada aventura, desventura, con fuerza,
con la fuerza de tu aliento.
Mira los millones que somos,
¿y qué hacemos?
¿Nos plegamos más a las bendiciones o a las maldiciones?
¿Crees que las guerras responden a qué?
¿Crees que las carencias nos demuestran qué?
¿En qué se fundamentan los atropellos?
Los que hieren, los que matan.
¿A qué obedecen? ¿Cómo se formulan?
¿Qué sustancia configura la maldad?
¿Dónde reside? ¿Dónde está?
¿Qué la contiene? ¿Quién?
¿Por qué se expresa?
Y tú respira ahí,
confiando en ti, en tu fuerza, en tu aliento.
¿Qué es lo que existe?
¿Es así? ¿Es por eso?
¿Por lo que nos empeñamos en vivir aquí?
¿Para manifestar qué?
¿No te parece absurdo, mezquino,
contradictorio, indigno, venir de tan lejos,
sorteando circunstancias, para destruir?
Respira y no contengas aliento, fluye bien,
no te prives, fluye bien.
¿Crees que esto se detendría?
¿Tienes idea cuándo?
¿Adviertes las razones?
¿Confías en algo?
No cortes tu respiro
ni permitas que ningún dolor te invada.
Fluye respirando bien,
tomando lo justo, reteniendo lo justo
y soltando más.
Valórate.
Valora que sabes cerrar los ojos,
sabes respirar así, tan valiente,
y te atreves a clamar calma, paz interna.
Y el respiro aguanta.
Y el respiro provee.
Y el respiro calma.
Y nada se detiene, todo sigue igual,
la maldad no cesa ni se cansa.
Persiste, ataca.
Y tú, respira.
Que el respiro soporte, alimente tu fuerza
y te lleve a suspenderte,
lo que produciría y provocaría,
que cada vez más, tu estado se eleve,
que no sería más que sobreponerte
a lo que vives, a lo que se vive.
Y el respiro cede,
cede tu estado y se aquieta más,
se reduce, sutil.
Y el pensamiento cede, no te ataca,
¿para qué más?, ante tanto.
No es que se inhiba ni apabulle,
más bien, encuentra algo en ti,
ese estado de tu Ser, despierto, abierto,
confiando en lo que la vida es,
en todo lo que existe, en todo cuanto pasa.
¿Qué nos pasó, para querer estar, vivir aquí?
¿Qué se nos perdió?
¿Qué se nos olvidó?
¿Qué recordamos?
¿Qué necesitamos?
¿A quién, además?
Y el respiro intuye y se hace de tu estado.
Te recordaste de ti.
Viniste por ti.
Y ya no sería ni a un encuentro, ¿cuál?
Y si viniste por alguien, ¿quién?
Hazte cargo, despierta más,
respira firme, atiende al Ser,
produce, elabora, construye,
todo en bien.
Ni te acerques a quien no, ya no.
Traes, contienes, eres un plan,
el único: amar.
Entonces, ¿desconocerte más?
¿Ceder más? ¿Dejarte engañar?
Entiende lo que hace tu aliento,
reconoce tu fuerza.
Mira lo que haces, valórate amándote.
Atrévete siempre a vivir lo que es,
lo que sea, confía en ti,
en lo que tu estado logra, sabiendo quién eres.
Y logra estar en estados aún más elevados,
amando todo, aceptando todo,
no dejándote devastar, no haciendo daño,
ni bajo engaño ni burla. 
Persiste en saber amar,
es a lo que viniste, es el planeta que lo necesita,
es tu Ser el que puede y el que debe.
Y es tu nombre, tu bendito nombre,
el que me llevo, sabiendo quien eres
y lo que te propones.
Aquí hay que traer y proponer amor, solo eso.
No te confundas, no te amilanes,
no te dejes aplastar, somos millones.
Respira, hazte presente,
siéntete vi
Publicado:
18 abr 2024
Formato:
Episodio de podcast

Títulos en esta serie (100)

La Madre Shaktiananda guía sutilmente esta meditación, para que -a través de la respiración consciente y el contacto interno- logremos entrar en un estado de sosiego y calma que nos permita generar una conexión profunda con nuestro Ser. Sin caer en las fórmulas menores que reducen el acto de meditar a eliminar la ansiedad o el estrés, la Madre va más allá, mostrando que la real disposición interna que debemos sostener al meditar es liberar nuestro temor y abrirnos a la verdad de amor que nuestro ser contiene.