Sin alterar ese valioso ritmo interno de respiración,
conecta con tu Ser.
Dirás, ¿en qué consiste esa conexión?
¿Cómo la ejecuto? ¿A qué apelo?
Respira.
En principio, asiéntate, resiste tu forma,
el manifiesto que te permite habitar este plano.
Reconoce tu forma y visualízate ahí,
siendo eso que respira.
Y, lo que tu respiro es, recorre circuitos.
Y es a partir de esos circuitos,
que puedes acceder a otra de tus formas,
aquellos constructos etéricos que tu Ser proyecta
y, que, al respirar,
los haces más conscientes y capaces,
de entablar conexiones con otros sistemas de ti que,
aunque no lo sepas, te habitan y, que respiran en ti.
Recorren tus circuitos y se conectan con lo que eres,
con lo que sabes, eres.
Es ahí, como conectas, donde conectas y,
 por lo que estableces tu contacto.
Dirás, ¿finalmente con qué?
¿Qué hace contacto en mí?
¿Con qué hago contacto?
Escucha bien, manifiesto del Ser:
todo lo que este Universo arroja, es energía,
de tan diversas cualidades, esas energías.
Dirás, ¿cuál es mi cualidad?
Respira.
Si quieres, te remontas a las revelaciones.
Esa forma de atestiguar lo que alguna vez fue
nuestro más puro intento,
de dar con un sentido, a lo que somos, a lo que hacemos
y, el ¿por qué? de la existencia.
¿Desde qué imagen y, a cuál semejanza?
¿Cuál pronunciamiento y qué experimento?
¿Quién principió toda Génesis?
¿Cuánta fuerza requirió el Fuego mismo para expelernos?
Respira.
Porque pretender hacer contacto con tu esencia,
amerita esfuerzo, implica reconocimiento,
así como un íntimo pronunciamiento,
de lo que crees, sientes, tu Ser es.
Respira,
porque el contacto es, está, opera, funciona, existe,
tanto como lo creas.
Dirás, igual, ¿quién me contacta?
Tu Ser.
¿Quién sabe de mí?
¿Para qué serviría el contacto mismo?
Para Ser.
Respira,
porque, si algo sabemos, es que habitamos un Planeta,
de supuestos contactos.
Pululan, se desviven, acosan y, contactan.
Pero hoy, ahora, ya sabes:
la fuente de tu contacto, es tu Ser.
El que todo es, el que todo proporciona,
y, desde ahí, eriges tu cualidad. La que elijas.
Y permíteme rendirme ante ti,
en profunda gratitud, por lo que tu contacto es, en mí.
Te agradezco.
Es la posibilidad de crear, de hacer, más luz, más amor,
más entendimiento, más fuerza y, optimizar la cualidad
de lo que bien sabemos, somos.
Confía en tu contacto.
Respira.
Om Namaha Shivaya