Hazte un espacio de fuerza y energía propia,
con todo lo que sientes eres, con todo lo que existe en ti,
con todo lo que vive en ti.
Siente la fuerza de todo lo que existe a tu alrededor
y considera y estima la propia.
A partir de ahí, empieza a respirar conscientemente
y que tus respiraciones sean equilibradas,
confiando bien en lo que recibes y en lo que das.
En cierta forma, al respirar, hacemos un ejercicio
y establecemos una relación con todo lo que Es.
Es como si te atrevieras a respirar todo lo que existe
y Eso, lo que existe, te respira.
Vas sintiendo potencia a potencia, lo que está manifiesto
y, a la vez, sientes en tu Ser la potencia que Es.
Respira sin alterarte, sin distraerte, sin perderte.
Te preguntarás, ¿cómo podría ser?
¿Cómo podrías perderte dentro de ti?
Existen tantas formas, tantos espacios internos,
que terminan por ser un riesgo, si no te das a la valiente tarea de conocerte,
de saber lo que te habita y desconoces.
Perderse en uno es tan probable, es tan fácil.
Y es cuando abres espacios que, sin ser ajenos, están ahí,
para que te pruebes.
Dirás, ¿es que acaso necesito probarme?
¿Qué tan probable es que me pruebe?
¿Qué tan factible?
Y no sabes…
Estamos tantas veces tan programados,
a razón de lo que el inconsciente dicta, para que hagas,
no lo que no es, tampoco lo que Es,
pero sí, lo que existe en ti.
Dirás, ¿si existe en mí, es acaso lo que soy?
¿Es lo que debo hacer? ¿Es lo que soy?
No siempre.
Es que de tanto que hemos existido,
en nosotros habita tanto de lo que Es y de lo que no.
Y puedes llegar a confundirte,
si no estableces bien lo que en verdad eres, sientes y quieres ser.
Y es porque tenemos la potestad de la elección,
la decisión, el libre albedrío.
Y es por eso que tienes la facultad de hacer selección
de todas las posibilidades de acción que tus programas exponen.
Y si existe -no solo confusión-, incoherencia, desatención,
vestigios, remanentes, irresoluciones y vacíos,
que son los que no necesariamente, ni forzosamente,
te llevarían a elegir, pero los contemplas, los consideras y los eliges.
Respira a conciencia, sabiendo lo que existe.
Y es cuando haces la elección
y asumes el riesgo de hacer lo que quieres hacer,
de optar, por lo que crees existe y te habita.
Estableces acción y ocurre.
Y haces lo que haces,
porque así lo quieres.
Crees necesitar, convienes actuar y así respondes a lo que eres.
Y todo se produce, todo cobra vida, en tu vida.
No necesariamente sentido, más cuando te das cuenta,
que no pareciera ser la actitud y, mucho menos la acción,
que establece la correspondencia con lo que vives.
Es entonces cuando te pierdes.
Y pensar que a veces ni siquiera te preguntas ¿qué pasa?
¿Quién soy? ¿Qué ejecuto? ¿Qué es esto?
(...)

Lectura completa: https://shaktianandama.com/2023/07/19/expon-tu-sombra-para-no-perderte/