maginemos un auditorio lleno de gente. O no, un momento. Quizás se trate de un teatro o de una sala inmensa y desangelada. O, tal vez, de un teatro antiguo, de una moderna y hipsterizada nave industrial. Aunque, en realidad, qué más nos da el lugar: aquí carece de importancia. Así que volvamos a la gente. Si tomáramos perspectiva, Pero ahora volvamos a esos alfileres, a esos ojos cerrados por los que, en la oscuridad, desfilan un sinfín de imágenes. Más allá de que compartan esa manera de prestar atención a una historia quizás, aunque ellos no lo sepan, exista algo más que los hermane. ¿El qué?
El poder de una historia
Mar 21, 2024
2 minutos
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