Libro Anónimo

Por Martin Reyes Armenta

Esta es la historia de Eduardo, quien vive creyendo que padece dicha enfermedad, junto con Anabel, protagonista de este relato, se resignan de su mal, continan su vida, jams dan indicio de piedad, de compasin, de lstima. Soy vctima de cncer, hay, pobre de m!. No teman porque les diagnostiquen este u otro diferente mal, la vida contina con ella o sin ello, no hay barrera ni fuerza que venza la fe.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 30 ene 2015
• ISBN: 9781463399245

Martin Reyes Armenta

Quiero hacer de mi Mexicali, que todo el mundo hable de mi ciudad, de mi Mexicali. De su gastronoma, de sus boxeadores, de nuestra gente. Amo mi ciudad clida que cobija a quien fro tenga. Su amigo, Martin Reyes Armenta, de un cachanilla al mundo.

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Libro

anónimo

Martin Reyes Armenta Fray

Copyright © 2015 por Martin Reyes Armenta Fray.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2015901236

ISBN:   Tapa Dura               978-1-4633-9926-9

             Tapa Blanda            978-1-4633-9925-2

             Libro Electrónico    978-1-4633-9924-5

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

Fecha de revisión: 27/01/2015

Palibrio

1663 Liberty Drive

Suite 200

Bloomington, IN 47403

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INDICE

Dedicatoria

Prefacio

Introducción Libro anónimo

Capitulo Primero Arresto de Anabel

Capitulo Segundo Anabel en prisión

Capítulo Tercero Anabel y Marina

Capítulo Cuarto Eduardo y Anabel

Capitulo Quinto Liberación de Anabel

Capitulo Sexto Confesión de Henry Selva

Capitulo Séptimo Encuentro con su madre

Capitulo Octavo Careo en la corte

Capitulo Noveno Juicio final

Con tantas cosas ocurridas de mi niñez que hoy día, regreso al pasado y me veo como un niño, con sus brazos abiertos corriendo hacia mi ahora de adulto, y yo le recibo, corro a su encuentro y lo abrazo diciéndole… gracias, yo soy tu futuro e hice un contento de nuestra vida.

DEDICATORIA

Le doy un sincero saludo seguido de un caluroso abrazo a nuestro Cónsul General de México en Phoenix, Arizona, E.U.A. Al igual al señor Cónsul de Asuntos Comunitarios. Me abstengo dar sus nombres, ya que son servidores público lo cual ni duda cabe, su misión la lleva en sus hombros desarrollan un trabajo extraordinario; garantizan el respeto a los derechos humanos y garantías individuales de la comunidad mexicana que radica en Phoenix, Arizona, E.U.A. Tuve la dicha de convivir con ellos en el Consulado ¡Créanlo! Fue más grande la motivación, mucho más a esto que hago, el ver tenido la dicha de ser recibido por tan ilustre personaje fue algo maravilloso en mi vida. No queda más que decir. Gracias.

1/14/2015

PREFACIO

Algunas ideas de éste libro, le incomodaran a ciertas personas, les ruego hagan caso omiso. La intención es no dañar ni jugar con los sentimientos de nadie mucho menos con mis lectores, hago hincapié aunque sean pocos no quiero que esos pocos se me retiren. Simplemente, si no les gusta un nombre personal que empleo o de la ciudad que menciono simplemente pueden pensar e imaginar cualquier otro, o simplemente borrar dicha ciudad trasladarse a Paris, Miami, New York, que se yo; los invito pongan el que de ustedes de su agrado sea con el cual se identifiquen; si la palabra SIDA es muy fuerte bórrenla agreguen (una gripe) no me gustaría hacer sentir mal a mis lectores. Eduardo, vive creyendo que padece dicha enfermedad, le doy una actitud positiva no anda pregonando su enfermedad al igual Anabel, protagonista de este relato se resignan de su mal continúan su vida, jamás dan indicio de piedad, de compasión, de lastima Soy víctima de cáncer, ¡hay, pobre de mí! No los pongo en ese plan. Con esto quiero lograr que no teman porque les diagnostiquen diferente tipo de mal, la vida continúa con ella o sin ella no hay barrera ni fuerza que venza la FE. Éste libro espero les agrade, deje algún tipo de enseñanza al menos esa es mi intención No se arrepientan de lo que hagan; ya que lo hecho, hecho está, Arrepiéntanse de lo que no hicieron, ya, que de los arrepentidos se vale Dios" ¡Siempre hay un porqué de las cosas!

INTRODUCCIÓN

Libro anónimo

Esta es una historia llena de intriga, romance, suspenso donde el protagonista es un escritor llamado Eduardo, que es llevado a un juicio ante la corte; debido a las acusaciones que realiza sobre el personal administrativo de una clínica local. El contenido de sus páginas narra exactamente la vida de este personaje que hicieran creer que naciera con la enfermedad de VHS; es tocante, al abuso de autoridad donde le cambiarán de cuna para cambiarle de identidad por un acto que les beneficiaria económicamente. El niño que de inmune deficiencia adquirida (SIDA) muriera, después plantaran a una madre triste afligida por el hecho de hacerle creer que su hijo que con vida naciera moría después de verlo sentido tenerlo con vida entre sus brazos, ¡que infames! Gente sin escrúpulos. Esté niño que tenía un nombre Jesús llevará, el nombre de Eduardo García. Llegó a ser un escritor donde él escribiera su propia vida una vez cuenta se diera quien realmente es. Así, por un simple libro se descubrirá la corrupción que existe en esa institución. Una vez concluido, poniendo el punto final a su obra se rehúsa a editar dicho ejemplar, lo cual, se abrirá otra polémica dando participación a Anabel, quien será la que ponga el título a esta obra, al editar Libro Anónimo No pierdan detalle les invito a caminar por esos negros pasillos de esa clínica; ayuden a Eduardo o Jesús, hacer interesante esta historia, sientan, palpen, incluso olfateen el aroma, el perfume sutil que en ella derramo al escribir. Como siempre digo… Me gusta escribir sin sal para que ustedes le den la sazón exacta conforme vallan devorando página tras página.

CAPITULO PRIMERO

Arresto de Anabel

Libro Anónimo

Siendo un Domingo soleado Eduardo, se levanta de mañana hace su rutina de diario que consiste en irse a correr tomando toda la calle I cruzando el Boulevard Justo Sierra para adentrarse al ovalo de la universidad de B.C. concluida su faena matutina regresa a su hogar para tomarse una ducha, después prepararse un sabroso licuado de banana acompañado de una rebanada de pan con un poco de mantequilla una vez, terminado ese nutritivo licuado se dispone a asistir a Misa en la majestuosa iglesia de la Inmaculada Concepción donde al igual que él una anciana cada día de la semana asistía sin perder un solo día ya que pedía por su hijo que sabía que con vida se encontraba quería ese milagro que al final, el todopoderoso le concediera ¡volver a verle! Estrecharlo entre sus brazos como esos instantes que sintió su cuerpo vivo, 52 años atrás. ¡Aunque sin saberlo! en la parte donde el sacerdote los invita a darse la paz estrechando la mano; cada domingo que Eduardo asistía a su misa, le encantaba esa parte ya que al tocar, sentir palpar esa mano arrugada de esa anciana le daba mucha paz sin imaginar quien sería esa anciana. Eduardo de regreso a su casa una vez concluida la bendición del párroco salió de la majestuosa parroquia de la Inmaculada Concepción, se dirigió a su hogar para continuar sin perder detalle a lo que escribía…su obra más reciente, en la cual demasiado concentrado no perdía detalle ¡nada más que en su propia vida! Se encontraba cerca de su verdadera identidad. Recibió la visita de un amigo reciente, llamado Henry Selva, un Doctor que de la cierra de Nicaragua era, pertenecía a una familia muy humilde, tenía principios muy fomentados, sus cimientos bien construidos su fe su creencia ante Dios se fraguaba muy bien; sus padres le habían inculcado la humildad, respeto para con sus semejantes esos fundamentos nunca los olvidó. De muy niño le enseñaron el trabajar, para con ello valorar el tiempo no desperdiciar ese fenómeno que consta de 365 días, con 12 meses, 24 horas el día. ¡Exactamente eso que se le llama tiempo! Mientras estudiaba trabajaba, así con lo obtenido pagar sus estudios, aprendiendo con ello la responsabilidad de ganar para triunfar e ir formando una disciplina moral sobre todo, aprender que la educación no es una obligación más bien es una necesidad, prestaba sus conocimientos en un ingenio cañaveral en el cual laboraban casi la totalidad de la población de ese pueblito donde vivía; en ese ingenio la gente miraba pasar sus mejores años por supuesto a las personas que no tienen sueños de superarse, no siendo éste el caso de Henry Selva. Se superó llegando a hacer un médico muy respetado en los inicios de su carrera hasta que llegó a esa clínica del terror. Estuvo haciendo su internado en Mexicali, Baja California, México. Precisamente, ahí fue donde conociera al Director de la clínica que estuviera en esa noche que testigo fuera de estos hechos inapropiados y siniestros. En esos años en que tomando el camino equivocado fallando a sus principios, encontró consuelo en el alcohol, el remordimiento siempre fue su compañero a lo largo de todos estos años hasta que se decidió a hablar, rectificando su falta. Hoy día sería el que ayudará a Eduardo, documentando, ayudándolo encontrar su verdadera identidad buscando de entre los archivos la información confidencial de los pacientes, el record que coincidían con la fecha de nacimiento de Jesús Márquez y Eduardo García, en la clínica donde había recibido la luz por primera vez éste gran personaje como lo es Eduardo. Conforme pasaban los días se esclarecía más la real identidad con la ayuda de Henry Selva. Por lo tanto Eduardo seguía escribiendo su propia vida hasta ponerle punto final a su obra.

«Pasaron cuatro años»

«En el teatro del Estado era un lleno total se estrenaba la obra teatral del momento con actores de primerísimo nivel. En la tercera fila yacía sentado impaciente por que se levantara el telón, Eduardo; Joven atlético, lucía un tanto indeciso más de eso no tenía nada solamente aparentaba, desde niño se le hizo creer que padecía de la enfermedad Inmunodeficiencia Adquirida siempre tuvo una vida normal como la de cualquier joven de su edad, pasaron los años hasta que Henry Selva, le encontró, le notifico de su verdadera identidad. Se dedicó a la escritura contaba con ocho libros editados uno sin editar. Al igual que muchos soñadores sin dinero, esperando lograr el triunfo con una de sus obras escritas. Su saco, su pantalón hablaban por si sólo de la situación por la que pasaba ya que lucían un mucho de desgastados ya que esa profesión que eligió no le dejaba para más, sus ocho libros editados no respondían a sus necesidades ya había puesto el punto final a su noveno libro lo cual le resulto una pérdida de tiempo, ya que no tuvo el valor de editar, la razón… ¡narraba su propia vida! se decía a si mismo— ¡ Si mis libros anteriores que creo son historias interesante, no le interesa a la gente! ¿Qué será de está, que habla de mí, de un ilustre desconocido… de mi vida? — Mientras se levantaba el telón medito acerca de su infancia — Hmm, Recuerdo cuando vivía en Orfanatos, caminaba, corría por lo menos al llegar la noche tenia donde llegar, contaba con una cama caliente ya, cuando me independice caminaba, corría… lo