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La Historia De Nila: Basado En Hechos De La Vida Real
La Historia De Nila: Basado En Hechos De La Vida Real
La Historia De Nila: Basado En Hechos De La Vida Real
Libro electrónico238 páginas3 horas

La Historia De Nila: Basado En Hechos De La Vida Real

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Este libro, est dirigido a todas las personas interesadas en observar ciertos patrones o esquemas mentales de sus familias, para identificar algunos incidentes o, eventos que se repiten de generacin en generacin que bloquean el gozo de la vida. Cuando nos damos el permiso de observar estos esquemas mentales, podemos seguir el hilo de los acontecimientos hasta encontrar de dnde provienen. De esta manera, tenemos la opcin de notar lo obvio y algunas veces lo sutil para lograr entender la forma en que nuestra vida ha sido alterada.

La historia de Nila, es el viaje de un alma que pasa por las cadenas intergeneracionales de su grupo familiar desde sus ancestros, colaterales, hasta sus descendientes, para vivir toda clase de experiencias buenas, regulares, y malas, con el fin de trascenderlas para evolucionar a estados ms altos de conciencia.

El enfoque de la historia, apunta especialmente, a la parte emocional del ser humano que es la ms ignorada y a la que menos prestamos atencin, la cual, obviamente nos afecta. Algunas emociones como la tristeza, la rabia, la ansiedad, la depresin, por hechos ocurridos en el pasado, no nos permiten fluir con la vida. La invitacin es leer esta narracin con mente abierta y tomar aquella parte con la cual se identifique cada uno. Todas las familias tienen sus historias que de una u otra manera han modificado el presente de sus integrantes. Muchos eventos de las mismas podran observarse para tomar conciencia, no repetir y facilitar as, nuestro proceso evolutivo.

IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento14 feb 2012
ISBN9781463317256
La Historia De Nila: Basado En Hechos De La Vida Real
Autor

Norma Nelly Aguirre

Norma Nelly Aguirre trabajadora social y abogada colombiana, vivió en los Estados Unidos durante veinte años donde trabajó como maestra de español. Posteriormente hizo estudios sobre adicciones, codependencia y consejeria para adictos lo que le despertó el interés por el estudio de temas espirituales. Actualmente está radicada con su familia en Miami.

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    Vista previa del libro

    La Historia De Nila - Norma Nelly Aguirre

    Copyright © 2012 por Norma Nelly Aguirre.

    Número de Control de la Biblioteca del

    Congreso de EE. UU.:      2012900294

    ISBN:   Tapa Dura   978-1-4633-1724-9

                Tapa Blanda   978-1-4633-1726-3

                Libro Electrónico   978-1-4633-1725-6

    Todos los derechos

    reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos, o lugares es pura coincidencia.

    Este Libro fue impreso en los Estados Unidos de América.

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    Fax: +1.812.355.1576

    ventas@palibrio.com

    382043

    Contents

    Introducción

    CAPÍTULO UNO

    La historia comienza

    CAPÍTULO DOS

    Adolescencia y juventud

    CAPÍTULO Tres

    Ancestros

    CAPÍTULO Cuatro

    Colaterales

    CAPÍTULO CINCO

    La familia

    CAPÍTULO SEIS

    Una época

    CAPÍTULO SIETE

    La soledad

    CAPÍTULO OCHO

    Descendientes

    CAPÍTULO NUEVE

    La historia termina

    Epílogo

    Agradecimientos

    Aclaración de términos coloquiales

    A la vida que siempre está presente aquí y ahora

    Introducción

    Hoy es veinticinco de diciembre del 2008 y una de las metas que tengo para el año 2009 es escribir un libro. Pero, ¿Qué voy a contar? Voy a contar la historia de Nila. ¿Quién era ella? Cuando yo tenía alrededor de seis años, mi hermano y yo decidimos que debíamos tener una hija para jugar al papá y a la mamá. Me dijo que la única forma de tenerla era si nos casábamos. Acepté el juego y nos casamos en una ceremonia bastante especial: mi hermano me sostuvo de la mano e imaginariamente prendió un fósforo haciendo a la vez un círculo con su brazo derecho. En nuestra imaginación vimos un destello de luz lo que significaba para nosotros, que ya estábamos casados. Tarareamos una canción y casi instantáneamente surgió en nuestras mentes una niña recién nacida que nos acompañó en nuestros juegos infantiles por un corto período de tiempo. Luego desapareció de nuestro mundo y nos olvidamos de su existencia por completo. Cuando la evoco, pienso en ella como si hubiera existido realmente y cómo hubiera sido su vida en el mundo de las formas e inmediatamente me llega la imagen de una mujer ya madura de unos ochenta años, de un rostro y figura agradables a pesar de su edad. La veo sentada en la banca de un parque cerca de una playa, absorta en sí misma. Me mira, me sonríe e intuitivamente sé que está interesada en transmitirme una historia. Entonces como una visión fugaz veo la nítida imagen de la niña imaginaria que fuera mi compañera de juegos, de aproximadamente unos dos años de edad con una cara que siempre me llamó la atención porque no se veía feliz. Parecía aburrirse con todo. Su cabello era oscuro, medio ondulado, que le caía sobre los hombros; su peinado denotaba que había sido hecho con delicadeza y estaba adornado con un moño grande de organza blanca; su cara era de forma ovalada, donde se distinguían unos ojos grandes, almendrados y de color café claro. Su nariz era recta y su boca redondeada. Físicamente era preciosa pero no reía. Era como si observara todo, pero sin hacerse un juicio sobre nada de su entorno. Parecía como si su mente estuviera en todos lados menos en el momento presente. Llevaba puesto un vestido que le llegaba hasta las rodillas de color rosa pálido adornado con unos boleros y unos bordados tanto en la falda como en la blusa, que tenía un pequeño escote al borde del cuello. Completaba el atuendo unas botas de cuero blancas con medias tobilleras que la hacían lucir delicada. Todo en ella inspiraba ternura. Decidí entonces dejarme llevar por mi imaginación, contar la historia, metiéndome en sus zapatos con el fin de desentrañar su vida. Era penetrar en los resquicios, en las intimidades de una vida ajena, como si fuera una violación de su privacidad, de sus secretos, al asomarme a un mundo que sólo le pertenecía a ella y sólo a ella, y que sólo en ese momento quisiera ser descubierto. Establecimos un diálogo a partir del instante en que la recordé. Surgieron intuitivamente dentro de mí todas sus vivencias, su familia, su entorno, y amistades que me suplieron el tema para escribir sobre ella, desde su nacimiento hasta su muerte. Nila comenzó entonces, a contarme su historia y el porqué de muchas situaciones que caracterizaron su vida. Muchas veces mientras ella hablaba, no pude evitar la curiosidad de interrumpirla para que me aclarara cosas que yo no entendía, sobretodo en algunos momentos cuando me daba cuenta que estaba conectada con su sabiduría interior. En otras oportunidades, quise hacerla caer en cuenta de lo equivocada que estaba y en otras simplemente escuchar de primera mano todos los acontecimientos que marcaron su destino. Sin duda, su historia me llegó a lo más profundo de mi ser y logré entender cómo la mente, si no la controlamos nos lleva a vivir muchas experiencias dolorosas con la creencia de que éso es precisamente lo que tenemos que vivir.

    Como esta niña llegó al mundo con mucho miedo y un enojo que a pesar de sí misma traía de su vida anterior, comenzó a crear su mundo a raíz del miedo, la ira, y el dolor. Sabía que esos niños la habían inventado para jugar; sin embargo, ella lo olvidó y desde el mismo momento en que apareció en su mundo, encontró unos padres carentes de amor, con un trasfondo de sufrimiento, que ni ella lo podía creer con tal de validar sus creencias que quizás traía de otra vida. Lo hizo porque, a pesar de la poca conciencia con que se había manifestado, sabía que podía crear lo que quisiera; sabía que se había metido en un juego sin darse cuenta de que había comenzado a hacer una serie de creaciones convencida de que al meterse en un cuerpo físico no le afectarían y de que podía salirse del juego cuando quisiera, lo cual en mi opinión es cierto, aunque esto también lo olvidó. En fin, Nila llegó a la vida creando una serie de situaciones y eventos que la harían olvidar por completo que eran proyecciones de su mente que le harían arrastrar mucho sufrimiento innecesario.

    CAPÍTULO UNO

    La historia comienza

    Nila inició el relato de su historia, hablando del contexto histórico de tiempo y lugar cuando ella decidió entrar en la densidad del cuerpo. Quise saber de inmediato cómo lo había hecho. Me contestó que en realidad no he creado nada porque todas las creaciones posibles existen al tiempo. Lo único que nosotros hacemos es escoger lo que queremos vivir y trascender en una vida terrenal. En el momento que escogemos, todas las demás posibilidades desaparecen o mejor, quedan latentes. Ella ya había escogido mucho antes de encarnarse en un cuerpo. Se ubicó dentro de una familia común y corriente que vivió en una pequeña población de una región cafetera de Colombia. Nunca supo a qué horas vio la luz. Tenía una tía de ochenta y seis años de edad a quien le preguntaba cada vez que podía: ¿A qué horas nací? La tía se angustiaba porque su memoria se había ido de su cabeza quien sabe para donde. Creía que había sido por la tarde o casi de noche en una clínica, algo poco común en su época. Era la mayor de cinco hermanos y sus padres no tenían ni la más remota idea de cómo criarla.

    Huérfanos, él de madre, ella de ambos padres y criados, en medio de la escasez de dinero, afecto, relaciones y oprimidos; él, a pesar de ser el hijo del gamonal del pueblo, tenía un padre autoritario y unas relaciones de familia completamente disfuncionales. Ambos, vivían en un mundo donde sólo los grandes tenían derechos. El padre de Nila, tuvo la oportunidad de terminar la secundaria. Su madre sólo estudió la primaria. Vivían en medio de privaciones en el mismo pueblo. Se conocieron por casualidad, se gustaron y en dos meses se habían casado casi sin conocerse, y sin un centavo en el bolsillo tal vez por querer salir de sus respectivos hogares donde eran profundamente infelices y preferir la aventura de lo desconocido a la dolorosa realidad de lo conocido. Cada uno de ellos acarreaba una triste historia. Una vez casados, y a pesar de la precaria situación económica que sus padres experimentaban en ese momento, al enterarse del futuro nacimiento de su hija, se sintieron muy contentos aunque temerosos porque no tenían experiencia en cuanto al cuidado de una criatura.

    La llegada de Nila al mundo material fue muy traumática. Me explicó cómo de repente se vio envuelta en un remolino de luz. No lograba entender que ocurría y cuando por fin se dio cuenta se hallaba en completa oscuridad, desorientada y sintiendo una profunda incomodidad en la espalda. ¿La espalda? ¿Cuál espalda? Y así fue consciente de que tenía un cuerpo. Estaba de vuelta en la Tierra. Sintió una profunda rabia y decidió no nacer aunque ya era tarde para tomar semejante decisión. Percibía una presión muy fuerte en la frente y le dolía la cabeza. No entendía exactamente qué estaba pasando. Oía voces con cierto tono de preocupación por lo que estaba sucediendo. Lleva mucho tiempo y no sale. ¿Qué vamos a hacer? estoy muy cansada....muy cansada....me quiero morir....me quiero morir...me quiero morir...no aguanto más... Está atascado... Algo lo detiene...no sé dónde está... no sé dónde está.... Es lo que ella parecía escuchar... Estoy muy cansada....Sentía que le faltaba algo y que su poca, o ninguna conciencia, en ese momento desaparecía. Sentía que no estaba ni viva ni muerta. Pasó mucho tiempo en ese estado. ¿Cuánto? No sabía. Quería devolverse al reino de donde había venido, pero ya no era posible. Había entrado en un estado de densidad. ¡¡¡Qué horror!!! Definitivamente estaba en la Tierra pasando por el proceso más doloroso para ella en ese instante: el de regresar a este mundo. De pronto, escuchó una voz sorda que le decía; No olvides que tú fuiste la que decidió venir aquí. Ignoró la voz y decidió entonces estar ¡muy pero muy enojada! Me llamó la atención este enojo y le pregunté si tenía alguna razón para ello. Me dijo: Yo sabía que venía a lidiar precisamente con la rabia que traigo de la encarnación anterior y no quería pasar por eso otra vez. Tenía mucho miedo de volver a vivir en la limitación del cuerpo y continuar haciendo creaciones a partir del miedo y la ira. Este enojo sin embargo, la acompañó durante la mayor parte de su vida, creando las circunstancias capaces de hacerla enojar lo cual sucedía con mucha frecuencia. Creía que la ira la protegía en su diario vivir sin darse cuenta que era todo lo contrario.

    Nila se demoró en salir a la luz y entonces su cabeza se alargó y al nacer, en lugar de su llegada producir alegría, lo que causó fue una gran decepción en aquellos que la vieron por primera vez porque era ridículamente fea, hinchada, y morada, con dificultad para respirar al nacer con el cordón umbilical enrollado a su cuello. Supo de inmediato el triste impacto que había causado; lograba percibir pensamientos... ¡Qué fea es esta niña! Lo mejor es que no la vean, pues se van a burlar de ella... Mejor esconderla hasta que mejore aunque sea un poquito...Intuía que podía pensar aunque no podía hablar. Le parecía muy raro todo esto. Se daba cuenta perfectamente de todo lo que sucedía a su alrededor. Veía el sitio donde estaba, inundado e iluminado gracias a muchos seres de luz que la habían acompañado en este viaje y que le sonreían aunque ella no veía cual era la razón, ya que había pasado por unos momentos muy difíciles. Notó también que, además de esos seres etéreos, estaban otras personas a quienes ella conocía de antemano incluyendo a su madre, y el médico de cabecera. Se sintió un poco descontrolada, pero al instante supo que su viaje había terminado y que comenzaba una nueva etapa. Ella esperaba un buen recibimiento tras la larga jornada que había emprendido desde el mundo de lo no manifiesto. Había sido un espíritu muy feliz con mucha pereza de volver a la tierra. Sabía que había decidido densificarse, pero lo estuvo postergando, postergando, y postergando. Aquí, no pude contenerme y le pregunté: ¿Por qué no querías venir a la tierra?

    Su respuesta me sorprendió: Es que no me veía habitando en un cuerpo. Eso ya lo viví en otras oportunidades; pasé por muchas situaciones dolorosas y desagradables. He sido y hecho de todo: me han quemado en la hoguera al ser acusada de bruja, he muerto en batallas, defendiendo la patria a veces por causas que no entendí, he sido prostituta, he vivido en la indigencia, he sido reina, he tenido imperios, he comprado esclavos, he tenido el mundo a mis pies, he sido esclavo y trabajador del campo, he muerto, y he vuelto miles de veces. Es un ciclo que se ha repetido y repetido, sin principio ni final; mas esta vez yo estaba muy cómoda en el otro lado y aunque es cierto que todos en un determinado momento decidimos volver, yo olvidé mi decisión de regresar para evitar vivir situaciones que no trascendí en mi vida anterior. Me atreví a preguntarle por qué era necesario venir tantas veces. Me dijo: En el proceso de aprendizaje en este plano, se crea energía. Cada ser es responsable de la forma en que use sus energías inherentes por medio de sus pensamientos, palabras, acciones, sentimientos, y emociones. El desconocimiento de ello no exonera a nadie de sus responsabilidades. Esta es la razón por la que cada uno tendrá que encarnar, una y otra vez, hasta que esas energías que se han distorsionado y deformado alcancen nuevamente su equilibrio natural. Continuó diciéndome: Antes de cada encarnación hay un descanso y uno se integra al todo; se hacen planes para la próxima vida que está íntimamente relacionada con la anterior. Añadió: Hablo de encarnación aunque no es eso exactamente porque la realidad es que nosotros no salimos de aquí. Venimos y venimos a un cuerpo en la medida en que nos identificamos con la materia.

    Nila estaba furiosa con esa fuerza, esa energía que la había empujado hasta aquí. No comprendía por qué. Al sumar todos los números de la fecha de su nacimiento daba tres. La vibración de este número es muy potente según los especialistas en numerología. Hay todo un conocimiento alrededor del tres el cual es necesario conocer para extraer el verdadero poder que Nila en un determinado momento podría tener. Además es un número que significa gozo, y alegría al recibir todo lo que uno se merece. A lo mejor ella tuvo una vida anterior muy dura y por eso vino para una vida sabática a este mundo, pensé. Pasaron muchos años antes de que ella pudiera entenderlo ya que la mayor parte de su vida fue una larga cadena de sufrimientos, frustraciones, tristezas desde el momento mismo en que entró a esta dimensión terrenal, me dijo. Muchas veces sintió la nostalgia de regresar a la fuente de donde había venido lo cual le parecía imposible mientras estuviera en este plano. De pronto pude entender que todos los seres humanos en algún momento determinado sentimos esta nostalgia a un nivel muy profundo de nuestro ser.

    Durante el proceso de su nacimiento, le fueron instalados a Nila algunos implantes¹ restrictivos o esquemas mentales² que manejarían su vida de ahí en adelante. Estoy de acuerdo con el concepto de que como seres humanos tenemos toda la información codificada en nuestras células y, en base al entorno en que vivamos, esta información impresa se reactiva o resuena más en determinadas circunstancias. Todo depende de las lecciones de vida que estemos, o no, dispuestos a vivir y trascender. Al momento de nacer, se sufre un trauma doloroso tanto para la madre como para el niño con la única diferencia relacionada con la ubicación del dolor y la profundidad de la inconsciencia.

    El recibimiento de Nila al llegar a este mundo no fue el mejor. El comentario de su fealdad, la acompañó la mayor parte de su vida. Se creía fea a pesar de haberse distinguido por su belleza. Pero los respectivos comentarios cuando nació no fueron realmente lo que la marcó, sino las experiencias del rechazo que ella percibió mientras estaba en el vientre materno.

    Ya sabemos que el nacimiento genera un rompimiento de la conexión entre la madre y el niño, como visto en los hospitales ya que el niño es separado inmediatamente de su madre sin darle tiempo para aceptar, adaptarse e integrarse a su nuevo entorno. Por lo tanto su transición a esta vida, es muy forzada.

    También durante el embarazo, el niño es muy susceptible a todo lo que pasa a su alrededor como los malestares de la madre, los disgustos, y el drama de dolor que ésta haya vivido. Nila me relató que ella había sentido esto en el contexto de la no aceptación por parte de su madre quien estuvo mucho tiempo en trabajo de parto, tanto así que Nila cayó en un estado de semi- inconsciencia, con dolor agudo en su cabeza a causa de la presión ejercida en el canal del nacimiento. Esto se manifestó mas tarde en su vida en forma de jaquecas y fuertes migrañas. Desde un principio pues, se habían instalado algunos implantes, en específico, el implante contra la supervivencia, Me quiero morir la frase del médico, Algo lo detiene entre muchos otros implantes que afectaron su vida como por ejemplo en la toma de decisiones y en otras áreas donde gradualmente fueron manifestándose a su paso por este mundo.

    Nila me confesó que se sentía simplemente como una observadora. Sabía en lo profundo de su ser que podía vivir sin esos supuestos padres. La solicitaron tanto que se olvidó de donde había venido y creyó que todo lo que vivía era real. Dejó de ser un invento, sintió la necesidad de tener un cuerpo y un lugar en el espacio, y se introdujo en el mundo de las formas. Se materializó como en el cuento de Pinocho, para meterse en la historia. Desaparecieron los niños, en su lugar, ella colocó unos padres de acuerdo al modelo mental que ella traía y que estaba registrado en sus memorias celulares. De esta manera, continuó su vida en el mundo material.

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