TU LINAJE FEMENINO ¿TE CONDENA O TE ABSUELVE?
PARÍS, AÑOS SETENTA
Sentada en la sala de la casa de su paciente, la psicoanalista Anne Ancelin Schützenberger se sentía rebasada. ¿Cómo ayudar a aquella chica de tan sólo 35 años con un cáncer por el cual le amputarían ambas piernas, quien repetía desesperada, que no quería morir “a trozos como una salchicha”.
Mientras pensaba en algo que pudiera ayudar, observó sobre un mueble el retrato de una mujer muy hermosa. Su consultante le platicó que se trataba de su mamá, muerta de cáncer… justo a los 35 años.
El silencio las rodeó. ¿Me pregunté si ella estaría identificada con su madre a tal grado de que
