Fue de esas pláticas desgarradoramente hermosas, nos contó que viene de familia de inmigrantes Chinos (aunque él nació en México), creció en esta dualidad entre la cultura china y mexicana. Su papá fue muy estricto y en su casa no era tan normal expresar sentimientos.
El Chino nos confesó que cuando estaba chavito y salía a las calles las personas los señalaban por tener rasgos diferentes, esto lo hacía sentir muy inseguro, no entendía porque no era como sus amigos, hasta ese punto para él ser diferente era malo, pero entonces sus papás lo mandaron a estudiar a una escuela en Canadá en donde había comunidades de todo el mundo, ahí entendió que está bien ser diferente y que la individualidad es bonita.
En este punto de la historia yo estaba muy entrado en la plática, hasta conté algunas cosas que tuvo que vivir mi abuelo en Italia durante la Segunda Guerra Mundial, pero su historia dio un giro inesperado, lamentablemente antes de irse a Canadá no todo fue miel sobre hojuelas, pues a su mamá le habían detectado cáncer, y una noche anterior de irse la habían operado para extirparle los tumores, aún se encontraba en fase preventiva, se fue con la tranquilidad de que ya no había tumores en su cuerpo, pero años después por culpa de una negligencia médica descubren que le habían dejado un tumor, eso causo que desafortunadamente el cáncer se expandiera, cuando me lo contó sentí horrible, cómo es posible que algo que era preventivo hubiera terminado de esa forma. Su mamá se fue a China en busca de un tratamiento médico pero ya estaba en fase terminal, así que él se fue para allá para alcanzar a su mamá.
Te acuerdas que te conté que en su familia no se acostumbraba decir lo que sentían, pues una noche antes de irse del hospital algo dentro de él hizo que le dijera: “mamá, te amo te veo mañana”, al día siguiente le dan esa horrible noticia que nadie queremos escuchar, su mamá había fallecido. Se me puso la piel de gallina de solo imaginar ese momento.
El perder a su mamá lo hizo ver la vida diferente, aprendió a decir lo que siente, incluso con su papá y a acercarse más a esta parte espiritual; su papá es budista pero no la practica tanto, entonces él buscaba conectar con esa parte.
Se regresó a México en un estado de sombras sin entender muchas cosas. Entró en una relación tóxica donde le pusieron el cuerno. Unos amigos de ella le hicieron un fraude y lo dejaron sin lana. Cuando ¡por fin! se terminó esa relación, quedó con depresión y endeudado por el fraude, pero dicen que después de la tormenta viene la calma, una vecina le ofreció ir a un casting para MasterChef, lo hizo sin ninguna pretensión, nos contó que en realidad él fue para conocer personas y hacer negocios, quería hacer el famoso networking, pero ¡oh sorpresa! al llegar empezó a pasar filtros y se quedó en el programa, aún dentro del proyecto tenía 0 expectativas de ganar, él solo disfrutaba, se divertía y así se convirtió en el ganador. Cuando terminó el programa, hicieron un tour de medios y fue al programa, Todo Un Show y Venga La Alegría, lo empezaron a invitar cada vez más seguido hasta que un día lo invitaron a ser parte del elenco de Todo Un Show, se sacó cañón de onda porque sentía que él solo era un participante. Tres meses después se acabó el programa y el elenco que estaba se fue a Venga La Alegría, no podía creer que iba a trabajar con conductores tan importantes, pero algo que lo ayudó a tener más confianza fue ir a terapia. Es increíble como nosotros podemos ser nuestro juez más duro y ser los últimos en creer en nosotros.
Con su historia entendí que nada es por casualidad, además de que cada oportunidad que vamos teniendo es porque la merecemos y no por un acto de suerte. ¿Tú que te llevas de esta plática?