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Simeón El Penúltimo Sabio: Segunda Parte
Simeón El Penúltimo Sabio: Segunda Parte
Simeón El Penúltimo Sabio: Segunda Parte
Libro electrónico153 páginas2 horas

Simeón El Penúltimo Sabio: Segunda Parte

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A mis lectores gracias les doy por seguir a este su amigo que cada día se esfuerza más para llevarle grandes aventuras en sus relatos. Hasta hoy cuento con 17 ejemplares. Me apasiona el box por lo tanto cuento hasta hoy con 5 libros relacionados al box “Historia de un Campeón”, “El Campeón”, “Miedo al Amor”, “Boxeadores cachanillas de tres generaciones”, “Entre los puños y la razón”. Participé en 5 maratones por ese motivo relato esa experiencia mágica en mi libro “El Espíritu del Corredor”. Me encanta la historia de mi México por medio de la lectura traté de formar un cambio para bien, escribiendo “María Ramona” ¿Quién no jugó al vaquero de niño montado en una escoba? De ahí se me ocurrió escribir “La leyenda del güero vaquero”. Al ver tanto joven perdido en las drogas me di la tarea de escribir algo para hacer conciencia escribiendo “Efra”. Cuando se quiebra la relación familiar por la guerra de las herencias escribí “El Libro Inconcluso”. De estos libros, al no tener respuesta de mi gente los lectores e ignorarme por completo escribí “Libro anónimo”. Mi madre escribió dos poemas muy hermosos me di la tarea de darlas a conocer escribiendo “Poesías y Reflexiones”. Me encanta la historia vivida por el rey David, me atreví a escribir algo sobre él, dándole vida en “El Rey David y la sandalia mágica”. Quise hacer una recopilación de mis libros escritos hasta ese momento dándole vida a Jaime en “Anécdotas de un detective”. Leyendo la Biblia me interesó una parte donde Lucas, habla un poco de Simeón, me doy la tarea de escribir sobre ese personaje en “El Penúltimo Sabio”. Por la pandemia vivida sobre este virus que nos azotó en este siglo XXI me di la tarea de escribir algo relacionado al tema con “COVID -19 Héroes Anónimos”. Siendo la Biblia tan extensa quise escribir más, sobre Simeón, de ahí escribí la segunda parte de “Simeón El Penúltimo Sabio”.
Gracias por aceptarme y una gran satisfacción siento de mirar uno de estos tomos en su librero. Recuerden que todo lo que escribo lo hago sin sal para que ustedes le den la sazón necesaria. Gracias por aceptarme.
Su amigo Martin Reyes Armenta “Fray”.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento11 oct 2020
ISBN9781506534640
Simeón El Penúltimo Sabio: Segunda Parte
Autor

Martin Reyes Armenta

Quiero hacer de mi Mexicali, que todo el mundo hable de mi ciudad, de mi Mexicali. De su gastronoma, de sus boxeadores, de nuestra gente. Amo mi ciudad clida que cobija a quien fro tenga. Su amigo, Martin Reyes Armenta, de un cachanilla al mundo.

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    Vista previa del libro

    Simeón El Penúltimo Sabio - Martin Reyes Armenta

    Copyright © 2020 por Martin Reyes Armenta Fray.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos, o lugares es pura coincidencia.

    El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser utilizada solamente bajo licencia.

    Fecha de revisión: 08/10/2020

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    ÍNDICE

    Prólogo

    Introducción

    Capitulo 1   Arribo de Jesús, María y José, al templo

    Capitulo 2   Jose es vendido por sus hermanos

    Capitulo 3   Moisés, el regreso a Israel (éxodo) Liberación.

    Capitulo 4   Samuel, Saúl y David

    Capitulo 5   Samuel como Juez

    Capitulo 6   Saúl primer Rey de Israel

    Capitulo 7   Adulterio de David

    Capitulo 8   Sabiduría de Salomón

    Sobre el Autor

    Esta odisea, en la cual me aventuro comenzó por una inquietud que tuve acerca de un pasaje bíblico. ¡Si, efectivamente! empezó por una frase utilizada en uno de mis libros Yo sí quiero ser profeta en mi tierra Uno de mis hermanos me hizo el comentario acerca de esa frase, la cual es la siguiente.

    - ¡Así es querido hermano! Todos queremos ser profetas en nuestra tierra y en cualquier otro lugar. Reflexiono y me pregunto ¿Toda la gente desearía ser profeta en su tierra? - me contesto - ¿sería estupendo serlo? ¡Será un orgullo o, por orgullo! ¿Y, quien me niega esa alegría? Es un afán de buscar el reconocimiento De que valgo El que logre serlo, será su máximo sueño ¡Y por qué no! Sin embargo, pesa la palabra bíblica (Nadie es profeta en su tierra) La fuente de la Sabiduría. Yo creo en ti, querido hermano ¡Ahora, tú debes creer en ti!

    – ¡Qué bonita observación! A partir de esa conversación con mi hermano no quede tranquilo ya, que lo que hago es en plena confianza en mi persona ¡Orgullo! No lo creo, ¡buscar reconocimiento! Tampoco lo creo. En un día de esos que te encuentras en total paz contigo mismo busqué, encontré y tomé la Biblia, al abrirla me llevó a Lucas 4- 22 En su evangelio explica ¡No es este el hijo de José! Y él les contestó: Seguramente ustedes me recordarán el dicho… ¡Médico… sanate a ti mismo! Has aquí en tu patria lo que nos cuentan realizaste en Cafarnaúm - Jesús añadió – Ningún profeta es bien recibido en su patria (Lc4, 24) – No solo eso encontré, me profundice un poco más y miré un versículo muy pequeño, Lucas 2, 25 pasaje tan hermoso que leí detalladamente: Un anciano llamado Simeón, que es muy bueno y piadoso, me encantó tanto ese pasaje bíblico que fue mi inspiración para escribir este libro, ya, que su gracia y fe era total, Dios, estaba con él, le otorgó el derecho y el honor de hacer cumplir la profecía de Moisés, en presentar al hijo, al cordero, ante nuestro padre Dios. No es con intención de demostrarme el que valgo el escribir este libro segunda parte continuación de El Penúltimo Sabio simplemente, me gustan los retos.

    Con todo el respeto que se merecen aquí les dejo esto queridos y fieles lectores esperando sea de su total agrado ¡Daré todo de mí! – Aunque la verdad sea dicha, sin presumir ser perfecto para no frustrar mis emociones de continuar ¡Me doy, siendo el mejor de los peores! Lo escribo sin sal, para que ustedes pongan la sazón necesaria. Gracias por tener este libro en sus manos.

    Cuando tengan un sueño, una inquietud ¡no desistan! Atrévanse a realizar eso que desconocido es, después conocido será, no teman al fracaso ya, que únicamente fracaso será si no se atreven a realizar sus sueños.

    Lo más sencillo es empezar con el Evangelio donde nos encontramos directamente con Cristo, que es la luz, la verdad y la palabra de Dios. Las páginas del Antiguo Testamento contienen enseñanzas muy importantes, sin embargo, el que las lee después de haber leído a Cristo, las comprenderá mejor, no solo eso, sino que le encontrará otro sabor.

    No crean que yo vine a suprimir la Ley o a los profetas. No vine a suprimirla sino para darle su forma definitiva. Les aseguro primero cambiaran el cielo y la tierra antes que una coma de la Ley.

    Mateo 5, 17.

    Prólogo

    Simeón, era un anciano de Jerusalén muy bueno, justo, piadoso creía fervientemente en Dios. El espíritu Santo estaba en él. Ya cansado y anciano, sin perder esa fe de encontrar al niño para presentarlo ante el señor nuestro padre, que nacerá de una Virgen, por obra del Espíritu Santo. El que será llamado El cordero de Dios, El Nazareno, Emmanuel, El Mesías.

    Simeón, de joven tuvo una visión, un ángel de Dios se le reveló cuando dormido se encontraba. Al despertar dijo a su padre: La alianza nueva y definitiva que este niño formará, ¡Padre, no habrá necesidad de esperar otra revelación publica! Con la venida de este niño recaerá la fe cristiana. Comprenderemos todo su contenido en el transcurso de los siglos venideros así sucederá. Partiré, para hacer cumplir la profecía de presentar al niño a nuestro padre Dios, niño que de una Virgen nacerá.

    Simeón, partió de Jerusalén llevando consigo incienso, oro, y mirra, que su padre le dio antes de partir; así entregárselo al niño que del vientre de una virgen nacerá, Jesús, por nombre llevará, su misión será ¡Salvar a los hombres de nuestros pecados! Será el Cristo, el cordero de Dios, el que cargará los pecados del mundo.

    Doy vida a Simeón, creando un personaje dándole vida transportándolo en sus años de juventud, hasta ponerlo ya anciano en el templo de Jerusalén, donde lo describe Lucas en su evangelio; a partir de ahí, de ese pasaje bíblico entra el personaje de Simeón, que así lo describo. Era un hombre sano, fuerte, Dios lo llenó de gloria, sabiduría para poder evangelizar, el evangelio es el corazón de todas las escrituras por ser el testimonio principal de la vida la doctrina de la palabra echa carne. Con este reconocimiento que Dios diera a Simeón, enseñar la Alianza que Dios hiciera con Abraham, la buena nueva en los pueblos que fuera llegando donde el creyera que nacería el niño Dios.

    La visión que en su sueño tuviera Simeón, al presentarse el ángel ante él, fue: ¡Yo soy el que soy! Tu misión será presentar a mi hijo en el templo de Jerusalén. Te daré entendimiento de los descendientes de Abraham, Isaac, y Jacob. Simeón se aventuró a cumplir lo que estaba en las escrituras en el evangelio de Lucas. No sin antes hablar con su interior haciéndose preguntas. ¿Señor, porque me haces entender lo que tú sabes acontecerá? Quiero saber si entendí lo que en mi sueño discerní – Simeón escuchó la voz del ángel en respuesta - ¡Simeón, Simeón, no te aflijas! Si al que envié antes de mi hijo, tus ancestros escucharon de él ¡lo ignoraron! Si conocimiento te doy a lo que mi hijo vendrá a la tierra y te doy la gracia de presentarlo ante mí ¡no te aflijas! Hablaras no te escucharan, más tú harás mi voluntad, en los siglos venideros habrá alguien que si valorará la enmienda que te encomendé.

    – Una vez terminando la plática con el ángel de Dios, Simeón, se sintió liberado, con la confianza de poder hablar del pasado, presente, futuro, partiendo, marchándose de Jerusalén, con la gloria de Dios. Encontrando dificultades por el camino en cada pueblo donde llegaba, teniendo que desprenderse de lo que su padre le diera para entregárselo al niño cuando lo encontrara. Pasaron los años, nunca claudicó en la búsqueda de lo que tenía encomendado, no quería morir sin encontrar el pesebre que él sabía que nacería el que viene a salvar los pecados del hombre con esto cumplir su misión encomendada por Dios. (Lucas 2, 25) presentar al niño Dios, en el templo de Jerusalén.

    Introducción

    ¡Padre! Haced que preparen agua, pan, para ir en busca del que vendrá a curar los pecados del hombre.

    ¿De qué hablas, Simeón, hijo mío?

    - ¡Padre, la palabra de Dios es fuerza de Dios vivo! Para el que cree en la salvación en una nueva alianza. Un nuevo Testamento que dejará el niño Jesús, cuando él se haga hombre.

    ¿De que hablará esa nueva alianza de la cual hablas Simeón? De qué nuevo Testamento te refieres.

    -Le diré padre, nos ofrecerán la verdad definitiva de la revelación divina. Su objetivo principal será ¡Jesucristo! El hijo de Dios encarnado, sus obras, sus enseñanzas, su pasión y su glorificación. Así como los comienzos de su Iglesia bajo la acción del Espíritu Santo. Me lleno de gracia padre, de ser yo, el que presente al niño ante nuestro Dios. Quiero me des tu permiso al igual tu bendición para salir en busca de ese niño cumplir lo encomendado por el ángel de Dios cuando dormido me encontraba. ¿Tres días dijiste padre, dormido me encontré platicando con el ángel de Dios?

    - Así es mi pequeño Simeón, preocupado me tenías, pues de tu sueño no despertabas.

    En efecto padre, te digo que tuve revelaciones del ángel de Dios diciéndome Los justos conmigo vivirán, las almas de los justos están en mis manos no alcanzarán ningún tormento Me enseñó el camino que eh de seguir, padre. ¡Quiero ser justo padre! Tengo que cumplir y servir a todo aquel que necesite de Dios. Esa es la misión que eh de seguir ¡encontrar al niño que vendrá a dar su vida por nosotros!

    - ¡Que cartas presentaras querido Simeón! Yo te creo, porque eres mi hijo; ¡allá afuera te tomarán por un falso profeta! El señor todo poderoso lo dijo ¡Israelitas, no hagan caso a todo aquel que se diga ser profeta!

    - ¡No soy profeta padre! si dijera que profeta soy no fuera digno de llevar acabo lo que tengo encomendado; el señor dijo ¡hay de los pastores que dejen se pierdan mis ovejas y dispersen! ¡Padre! Simplemente mi misión será, buscar al que nacerá de una virgen, vendrá dar amor. ¡Le repito padre! No soy profeta, simplemente hablaré lo de mi revelación cuando dormido me encontraba. Pues bien, esto es lo que escuché sobre lo que hablaba el ángel de Dios a sus profetas ¡a sus profetas padre! Seamos buenos, compasivos y sinceros con nuestros hermanos, no estar pensando cómo hacerles el mal a nuestros semejantes, no oprimir al extranjero, ni al pobre, ni a la viuda, ni al huérfano. De acuerdo con lo dicho padre, lo repetirá el niño que busco ya una vez sea adulto.

    -Mi querido hijo, Simeón, ya que hablaste respecto a no oprimir a la mujer viuda, tenía pensado ofrecerte por esposa a una mujer buena y piadosa que acaba no hace mucho de enviudar, se la pasa en el templo sirviendo al señor con ayunos y oraciones; más respetaré tu decisión daré mi bendición así cumplas tu voluntad de lo que nuestro Dios, padre de Abraham, Isaac, y Jacob, te encomendó. ¿Cuál es el camino que has de seguir mi querido Simeón?

    - Pues bien, padre, lo que me encargó cumplir el ángel de nuestro Dios, ya una vez haya encontrado al niño del cual te hablo, será, presentar al que será el Mesías ante su padre El Dios de todos que nacerá de una Virgen, que encontrará el favor de Dios, dando luz al niño que de nombre llevará Jesús. A esta madre le traspasaran el corazón más, con esto los hombres sentirán respeto, amor, la veneraran al igual que a su hijo Jesús, por los siglos de los siglos. El ángel de nombre Gabriel, le anunciará ¡de ti, nacerá un hijo que de nombre pondrás Jesús! El que nos dará la luz eterna el que puede hacer todo y observar todo, el puro, el que no se corrompe, ¡será grande, padre! con justa razón le llamaran ¡hijo del altísimo! al que Dios le dará el trono de David. Gobernará por siempre al pueblo de Israel y su reinado no terminará jamás. ¡Espero padre! Tener otra visión más, ya que fue todo lo que me dijo el ángel, ignoro cuando, donde se llevará este suceso, ciento en mi corazón que será por los alrededores de Jerusalén, Galilea, por las orillas del rio Jordán, o por las calzadas de Belén.

    - De acuerdo pequeño Simeón, daré por adelantado tu herencia, bueyes, cabras, mulas puedes disponer de ello para que se te plazca hacer lo que gustes, puedes venderlas así obtener dinero para que a la vez compres un poco de Mirra, incienso y un poco de oro para que lleves y entregues al que dices será el Rey de Israel. Llévate, dos mozos te servirán para guía y compañía.

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