Dios se escribe con D de Diablo

Por Adolfo Sagastume

Definir a Dios o al Diablo por sus características es algo complicado. Históricamente Dios se ha conocido más por los estragos producidos por su "ardiente ira" que por su bondad. Y del Diablo se dicen muchas cosas, pero el Diablo no es como lo pintan. Si a Dios nadie lo puede ver, al Diablo nadie lo puede representar sin caer en el error. Son las dos partes, las dos caras de una misma moneda. Dios y el Diablo fueron inventados para satisfacer la necesidad que había de comprender los fenómenos naturales. Con el tiempo se quedaron con nosotros y nos han desgraciado la vida. Ya es hora que los veamos tal como son. Este es el momento de quitarles la máscara.

• Idioma: Español
• Editorial: Adolfo Sagastume
• Fecha de lanzamiento: 21 mar 2018
• ISBN: 9781370039166

Adolfo Sagastume

Construyendo Universos LiterariosCiudadano LatinoamericanoCiudadano de la República de LiberlandCiudadano de Asgardia The Space Kingdom

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Índice

Introducción

Adán y Lilith, Dios y el Diablo

Dios, Job y el Diablo

El Dios Espantoso

Sacrificios Humanos para Moloch y para Jehová

Último Banquete Divino

Conclusión

Introducción

A Dios nadie lo puede ver sin que muera y al Diablo no es como lo pintan, es decir que nadie lo ha visto realmente. ¿Cuál es la diferencia? ¡Ninguna!

En todo el planeta, hasta donde alcance su visión, el Diablo es el Espíritu Sanador detrás de todos los grupos espiritistas, espirituales, santeros y de todos los brujos.

En todo el planeta, hasta donde alcance su visión, Dios es el Espíritu que hace el bien y el mal, que hace subir imperios y los hace caer. En el Antiguo Testamento, él se presenta solo y dice: Yo formo la luz y crea las tinieblas; hago la paz y creo la adversidad. Isaías 45:7

Siempre hemos tenido ante nuestros ojos las características de Dios.

Veamos este otro pasaje de la Biblia:

El Señor ha dicho que él habita en la densa oscuridad. 1 Reyes 8:12

Cuando fueron entregados los diez mandamientos a la humanidad, se hizo un tremendo alboroto en la cumbre del Monte Sinaí. Sonaron trompetas, hubo truenos, relámpagos, estremecimiento de tierra y muchísimo miedo de los hebreos. Pero Dios no dio la cara, él se quedó escondido entre la oscuridad de las nubes que rodeaban el monte. Éxodo 20:18-21

Dios se ha encargado de crear un aura de miedo a su alrededor. Todo el tiempo amenaza y dice que él no se muestra a alguien en especial o a cualquier persona para que no mueras, porque nadie puede ver mi rostro y vivir.

Sin embargo, se cuenta que en el Éxodo, que fue el viaje que hizo el pueblo hebreo desde Egipto hasta la Tierra Prometida, algunas personas importantes vieron a Dios.

Tenemos el caso de Moisés que lo vio en el monte Sinaí. La Primera vez lo vio como una Zarza llena de fuego o Zarza ardiente. Después lo vio cuando fue la entrega de los diez mandamientos. Dios lo puso detrás de unas rocas y le dijo el espacio reducido que tendría que ver, solo ese espacio o la parte de Dios que cupiera en ese espacio, para que no muriera exponiéndose a verlo en su plenitud.

Muchas veces lo vio en el transcurrir del éxodo. Y de eso trata este libro, queremos demostrar que Dios y el Diablo son la misma y única entidad, la misma y única cosa, el mismo y único fantasma que causa un