CAYO JULIO CÉSAR AUGUSTO GER- MÁNICO, QUE ERA EL NOMBRE AUTÉNTICO DE CALÍGULA, HA PASADO A LA HISTORIA COMO UNO DE LOS EMPERADORES MÁS CRUELES, SÁDICOS Y PERVERTI-DOS DE TODOS LOS QUE HUBO EN ROMA, UN COMPENDIO DE MALDADES, UN RAMILLETE DE SADISMO. El filósofo cordobés Séneca, que le conoció, describió al chaval como: "En mi opinión, la naturaleza lo creó para demostrar lo lejos que puede llegar el vicio sin límite, cuando se combina con el poder sin límite". Pero… ¿Era Calígula tan malo como lo pintan? Y si lo hubiera sido, ¿podríamos de verdad saberlo hoy?
Creo que la imagen que tenemos del emperador Cayo Julio está tan manoseada por los siglos que el Calígula que conocemos es más bien un personaje de una novela, un ser que, aunque existió de verdad, lo que se cuenta de él resulta demasiado increíble.