Judas, el Tesorero de Dios

Por Adolfo Sagastume

Judas Iscariote representó el papel más terrible en la gran pasión cósmica del cristo eterno. Su mensaje es definitivo y solamente entra en acción cuando se siente un hondo arrepentimiento por haber traicionado al maestro de la luz. La muerte de Judas es necesaria aquí y ahora, porque es la muerte del diablo interior que todos cuidamos y defendemos como un gran tesoro. Jesús habló muy claro, cuando dijo: "El que quiera venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame". Seguir a Jesus es seguir la luz de la vida, es ir de las tinieblas hacia la luz, es un cambio radical que culmina con el nacimiento segundo. Nadie puede avanzar si desprecia las enseñanzas del Evangelio de Judas, si no muere místicamente. Tenemos que morir internamente, eliminando nuestros egos o diablos psicológicos; tenemos que nacer con la transmutación o bautismo interno y sacrificarnos por todos los seres humanos de todo el mundo. "De mil que me buscan, uno me encuentra; de mil que me encuentra, uno me sigue; de mil que me siguen, uno es mío". Estás dispuesto?

• Idioma: Español
• Editorial: Adolfo Sagastume
• Fecha de lanzamiento: 27 may 2014
• ISBN: 9781311308139

Adolfo Sagastume

Construyendo Universos LiterariosCiudadano LatinoamericanoCiudadano de la República de LiberlandCiudadano de Asgardia The Space Kingdom

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Tabla de Contenidos

Introducción

Judas, el Tesorero de Dios

Judas, el Ecónomo de Jesús

El Evangelio de Judas

La Doctrina de Judas

Conclusión

Introducción

Jesús de Nazaret, el Divino Rabí de Galilea, el cordero de Dios que quita los pecados del mundo, el Redentor de la Humanidad fue rechazado como Mesías por los judíos y fue asesinado por crucifixión; su discípulo Esteban murió apedreado; Pablo murió decapitado; Pedro murió crucificado de cabeza; Juan fue expatriado a la isla de Patmos y todos los demás murieron violentamente. ¡Definitivamente aquí en la tierra no quieren el Reino de los Cielos!

Jesús sabía cuál era su misión en la tierra. Él siempre supo que era el Mesías, el Salvador del Mundo. Y también conocía todo el dolor que iba a padecer para conseguir la cristalización del Acto Redentor, la Acción Salvadora a favor de la humanidad caída en el pecado de Adán.

Cuando llamó a sus doce discípulos también ejerció todo el poder de su consciencia y todo su conocimiento de la naturaleza humana para tomar la decisión: … yo se a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar. Juan 13:18

La Promesa de redención fue dada directamente por Jehová Dios dentro del mismo huerto que estaba al oriente de Edén. Cuando Adán y Eva pecaron, Dios los echó del Edén y a la serpiente la maldijo en estos términos: Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. Génesis 3:14-15

El calcañar está en la posición más extrema del cuerpo físico, hasta abajo, y por ello simboliza la naturaleza humana. Dios sabía que el Diablo atacaría y lastimaría en el calcañar, en el cuerpo físico, a su hijo, y así lo dio a conocer y así se sostuvo esta información y creencia en toda la historia antigua del pueblo de Israel. En los salmos también está presente la consciencia de este acontecimiento, para entonces en tiempo futuro: Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar. Salmo 41:9

Cada acontecimiento en la vida de Jesús hacía que se fuera cumpliendo la escritura, es decir las profecías de su venida. Durante la última cena mantiene un dialogo con Judas Iscariote, a quien el diablo ya había puesto en su corazón que le entregase. Juan 13:2

Cuando Mateo menciona el discipulado de Judas, lo hace en estos términos: … y Judas Iscariote, el que también le entregó. Mateo 10:4

En el evangelio de Lucas se presenta a nuestro personaje en estos términos: … y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor. Lucas 6:16

Durante la última cena o cena para festejar la Pascua judía, Jesús lavó los pies de sus discípulos y anunció la traición de Judas así: "Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. Entonces los discípulos se miraban unos a otros, dudando de quién hablaba. Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quien hablaba. El entonces, recostado cerca del pecho de Jesús, le dijo: Señor, ¿quién es? Respondió Jesús: A quien yo diere el pan mojado, aquél es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón. Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto. Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto. Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que