Ya, pero todavía no: Poemario

Por Aarón D. Ruiz

Cada uno de los versos están escritos desde la perspectiva de un creyente que confiesa la nueva creación, mientras que se enfrenta a las consecuencias de la caída.

La familia, la política, la justicia, el amor, las relaciones humanas, han sido todas manchadas por el error humano, por el pecado que vive muy dentro de nosotros; y aunque el Señor ya ha comenzado su obra de restauración a través del Evangelio, hay mucho camino por recorrer.

Mi deseo y oración es que puedas encontrar esperanza y descanso en estas letras, un abrazo empático de un hermano que también sufre y llora. Pero no sólo eso, sino que además puedas encontrar un claro llamado a la acción; a poner las manos a la obra y sumarte al proyecto de regeneración de Dios.

• Idioma: Español
• Editorial: Aarón D. Ruiz
• Fecha de lanzamiento: 9 nov 2017
• ISBN: 9781521240304

Aarón D. Ruiz

¡Hola! Soy Aarón D. Ruiz, nací en Monterrey, México y quiero compartir un poco de mi breve, pero emocionante experiencia escribiendo. Cuando tenía 13 años, estaba obsesionado con las historias de Julio Verne. Leía tantos libros cómo podía encontrar, físicos, o en línea; y mi admiración por sus narraciones era tan intensa, que cada que leía una nueva, soñaba acerca de la historia durante semanas... ¡Hasta soñaba despierto! A partir de ahí, comencé a escribir mis primeras historias; y aunque al principio todos mis intentos terminaban en decepciones, aquí sigo intentando. Por eso no veo razón por la cual otros y otras no se deban animar a escribir también; tal vez los primeros intentos serán decepcionantes, pero estoy seguro que con esfuerzo, yo estaré leyendo su descripción en un libro o un sitio. ¡Espero que mis letras te gusten y animen muchísimo!

Vista previa del libro

A mis padres, que han dedicado sus vidas a darme todo lo que siempre necesité, y aún mucho más. A mis hermanos, que somos uno hasta el fin, sin importar la situación.

A mis amigos, que han demostrado amarme sin medida. A Sharon y Alonso, que con un pequeño regalo, pusieron en marcha este sueño de escribir. A Abdiel, que me dio mi primera oportunidad y me tuvo paciencia en esos primeros mensajes a distancia.

Al movimiento estudiantil de la Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos, que para siempre cambiaron mi vida. A René, que creyó en mí cuando nadie más