Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Yo, Sargento Una breve historia
Yo, Sargento Una breve historia
Yo, Sargento Una breve historia
Libro electrónico32 páginas41 minutos

Yo, Sargento Una breve historia

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

"Mi nombre es Renfro. Sargento Renfro, o simplemente Sargento... 

Sí, Sargento es mi primer nombre y sucede que es mi rango también. Nací en y a causa de esta guerra... pero esa es otra historia. Mi interés particular en el medio militar era casi nulo durante casi toda mi vida, pero como todos los de mi generación, fui reclutado en el servicio militar.

Es la siguiente en la creciente colección de novelas de suspenso de acción/aventura de ciencia ficción de Nick Thacker...

Tampoco existió nunca un momento durante la guerra en que yo no quisiera seguir con vida, así que combatí. Al principio luché en forma egoísta por mi propia vida, luego por mi pelotón y mi sección y finalmente por los individuos con los que prestaba mis servicios. Era una ruta tortuosa y probablemente sólo un poco egocéntrica, pero me trajo hasta aquí.

¡Los seguidores de Isaac Asimov y H.G. Wells, comienzan hoy la lectura de ‘Yo, Sargento’!

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento28 mar 2016
ISBN9781507136126
Yo, Sargento Una breve historia

Lee más de Nick Thacker

Relacionado con Yo, Sargento Una breve historia

Libros electrónicos relacionados

Ciencia ficción para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Yo, Sargento Una breve historia

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Yo, Sargento Una breve historia - Nick Thacker

    1

    Jalé hacia atrás la palanca liberadora de la pistola para expulsar el cargador que contenía carga de pulsos, dejando expuesto el enorme agujero de la parte superior del arma. En circunstancias normales me habría inclinado para agarrar el cartucho vacío, guardarlo y recargarlo de nuevo en la estación.

    Pero estas no eran circunstancias normales.

    Me cubrí detrás de una barrera de concreto y me coloqué en una rodilla mientras jugueteaba con el cargador abastecido que había sacado de una cartuchera de mi cinturón. A medida que las explosiones de cargas de plasma se propagaban en ondas en el aire por encima de mi cabeza, en vetas de rayos azules y ondas de choque invisibles, inserté el cargador en el agujero de la parte superior del arma.

    Estas armas particulares eran pesadas, más pesadas que las que yo había empleado en adiestramiento, pero el peso ayudaba. De cualquier forma, eso parecía. Entre más ligera era el arma, más difícil era realizar un disparo recto. Al menos para mí. Me gustaba el peso. No era problema poder transportarla – simplemente era diferente de aquellos años de adiestramiento con un armamento inferior y más ligero.

    El costo era un problema tan grande ahora como lo fue durante la última de las guerras que se libraron exclusivamente con humanos. La batalla de cada lado era más con sus propios presupuestos militares internos que con cualquier otro rubro. Recuerdo haber visto las escaramuzas y batallas más grandes hace años; las guerras se libraban justo fuera de la ventana, aunque yo me encontraba pegado a las pantallas dinámicas de pared que permitían desplazarme a través de muchas perspectivas, ángulos y sitios.

    La Alianza de América del Norte ganó las Guerras Finales y los otros tres levantamientos en los diez años posteriores, pero no sin costos. Una vez más me acordé del costo. Habían utilizado los materiales más baratos que pudieron encontrar, fabricando armamento y tecnología que era muy inferior a los prototipos que estaban produciendo los principales contratistas de

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1