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Perturbaciones Mentales
Perturbaciones Mentales
Perturbaciones Mentales
Libro electrónico78 páginas59 minutos

Perturbaciones Mentales

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Una fascinante antología de relatos que te sumergirán a ti como lector en un aventurero mundo de psicología y trastornos humanas. Cada historia, hábilmente contada por los autores, indaga las cuencas de la mente humana, revelando sus misterios y complejidades mentales.

Autores: Alberto Carbó Fernández, Jorge Vicente Chávez Hernández y Jesús Llanes Esquivel.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento25 abr 2024
ISBN9798224928484
Perturbaciones Mentales

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    Perturbaciones Mentales - Librerío editores

    PERTURBACIONES MENTALES

    Alberto Carbó Fernández

    Jorge Vicente Chávez Hernández

    Jesús Llanes Esquivel

    Primera edición, octubre del 2023.

    © Librerío editores

    © Todos los derechos reservados

    www.librerioeditores.com.mx

    Queda prohibida toda la reproducción total, parcial o cualquier forma de plagio de esta obra sin previo consentimiento por escrito del autor o editor, caso contrario será sancionado conforme a la ley de derechos de autor.

    Sueños Siniestros

    Esquizofrenia

    Tres

    Sueños Siniestros

    Matías.

    Era casi medianoche, cuando el adolescente Matías buscaba preocupante la salida del inmenso laberinto. Cuyos muros altos le parecieron imponentes e interminables. Cada avance del camino, sólo agotó su entusiasmo.

    Porque él elegía un pasillo, pero en la anchura, veía de frente una impresionante pared clara u obscura. Inútilmente llegaba a un extremo, daba la vuelta y miraba el mismo escenario. Siempre fue lo mismo, primero era un muro negro, luego morado, verde, rojo o azul; uno tras otro, tras otro y tras otro. Aquellos colores enigmáticos, confundieron sus razonamientos.

    Le surgió la desesperación y dudó si recorrió constante el mismo trayecto. Alzó la vista al firmamento sin constelación. Mejor se trepó dificultoso un muro.

    En la lejanía había una inmensa muralla. En medio vio colgado un gigantesco reloj conocido como cucú. En cuya parte superior triangular se abrió una puertecilla. Una pequeña ave amarilla de igual nombre salió presurosa a entonar su cucú. Anunció el tiempo faltante, un cuarto para la medianoche. También dijo aviso. Matías tendría un brevísimo lapso al hallar una salida del laberinto, o de lo contrario, sufriría alguna mortal consecuencia.

    El chico se asustó, pero deslizó cuidadoso y procuró no accionar ninguna trampa peligrosa. Sin embargo, como el cansancio lo debilitó, se recargó en un muro y abrió una compuerta al instante. Muchos escorpiones enormes salieron prestos. Cuando retrocedió sin intención abrió otra compuerta. Aparecieron unas colosales tarántulas venenosas. Aquellos insectos lo intimidaron cuando lo rodearon, cuyos aspectos le fueron aterradores, algunos enojones, mordaces o intimidantes.

    De repente, el líder escorpión recargó en un hombro su pesada pinza puntiaguda, la cual abrió inmutable ante la cara humana. Incitó al niño a traicionar toda amistad, porque ninguna valió la pena, lo cual confirmó la líder arácnida. Las personas jamás eran leales o agradecidas, sino intrigantes y traicioneras; atrás los demás insectos asintieron con sus cabezas y exclamaron vítores. Matías titubeó.

    Mientras los líderes insectos insistieron en sus palabrerías, otros felices le dieron unas palmaditas, más después sus risas se esfumaron. Matías se negó a traicionar a quien le demostró bondad y confianza, fuera quien fuera. Se le trató de convencer por una última vez, pero el chico confirmó su propósito.

    Aquellos bichos enfurecieron, entonces se prepararon los ataques, las tarántulas con sus potentes colmillos y telarañas enredosas, y los escorpiones con sus pinzas filosas y aguijones venenosos; todos lo persiguieron.

    Durante la huida el pequeño humano corrió ágil, evadió toda agresión. En muchas ocasiones lo atacaron fieros con posibles mordidas, apretones, envenenamientos o piquetes. Lo anterior por poco enloqueció al chico exhausto.

    Aunque el jovencito se adelantó, aquel grupo ponzoñoso estuvo al alcance. Como se trepó a otro muro, una arácnida le enredó por debajo con su telaraña. Sus brazos se sujetaron, más los demás lo jalaron de las piernas atadas.

    Matías cayó en medio del montón. Los insectos burlones lo miraron y lo coparon por todos lados. Aquel se sobrecogió angustioso. Cuando el cucú sonó ruidoso, al momento sintió un brioso piquete venenoso sobre su espalda.

    Matías se despertó de la pesadilla, respiró hondo, se levantó de la cama, vio a la ventana la luna llena y esperó un rato. No molestaría a la familia. Sus progenitores descasaban. Enseguida se envolvió toda cobija y se durmió de nuevo.

    Otra vez Matías estaba en el confuso laberinto. Aunque el chico se desconcertó, sólo le quedó optar la misma solución decisiva. Buscar la salida. No obstante, esta ocasión fue muy cuidadoso consigo. Durante el trayecto, él caminó lentamente, el pisó el endeble suelo cuadriculado. De pronto, oyó tremendo ruido alrededor. Como había poca luz, se ocultaría tras un muro. Sus ojos distinguieron algunas sombras cercanas. Se preguntó algo inquietante. Serían aquellos odiosos arácnidos. Matías no supo si dudar o enloquecer. Mejor eligió otra opción a su cuestión.

    Saltó por otro muro hacia otro lado. Por su nerviosismo perdió el equilibrio y cayó sobre un espeso fango. No era tan profundo. De inmediato, evitó su hundimiento y avanzó al extremo. Se asearía en lo posible su ropa, no le pesaría tanto, ni la sentiría tan mojada. Por la concentración personal, Matías no advirtió el acercamiento de un grupo sigiloso. Sólo se dio cuenta cuando vio abajo la sombra general.

    Fueron muchos cocodrilos gigantes, lo rodearon con sus fieros hocicos abiertos. Aquel retrocedió temeroso. No sabría cuál atacaría primero, cada uno lo veía con la mirada penetrante, ninguno lo perdía de vista. Pese la momentánea inmovilización general, la angustiante tensión se mantuvo alerta.

    A continuación, el reptil fornido se le aproximó, cuando se irguió en alto, rebasó la altura del niño. Como

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