La historia de Chechu es la de alguien ha sido visitado por extrañas sombras en tres momentos distintos de su vida. Unos episodios que, como es lógico, le han impactado de forma notable. Con 10 años, vivía en una casa de dos alturas cuando, al bajar por la escalera, se encontró con una figura un poco más alta que él, muy borrosa y de color negro, que lo acompañaba pegada a la pared, peldaño a peldaño. Es imposible que se tratara de su propia sombra, porque las luces que allí había proyectaban hacia otro lugar y no a la pared junto a la escalera. Además, fue algo lo suficientemente importante para llamarle la atención e inquietarlo. Nadie que sepa cómo es su propia sombra se asustaría al verla.
En el segundo episodio, tenía 19 años y trabajaba en una discoteca a la que iba a acudir en coche. A las doce de la noche estacionó su vehículo frente a un edificio de una zona industrial donde había quedado con un amigo. Apagó los faros y se dispuso a esperarle cuando, de pronto, apareció una sombra ante él que parecía, de nuevo, estar pegada a la pared. Se movía bastante rápido, pero los pies iban muy lentos. La figura se encontraba algo levantada del suelo, pero al llegar a la altura del coche no se disolvió, sino que siguió con su extraño movimiento. Chechu se sobresaltó, se le pusieron los pelos de punta y miró en todas direcciones en busca de