Misión del Sicario: Archivos del Sicario, #2

Por Vesta Romero

Un Apasionado Viaje de Amor y Acción

 

Pasión, Deseo, Venganza y la Danza de las Sombras. Ramona y Rafael se embarcan en una alianza electrizante, su ardiente pasión encendiendo un romance tormentoso entrelazado con sus búsquedas vengativas.

A medida que tejen a través de la traicionera red del imperio del capo, sus cuerpos y almas se funden, y cada encuentro es una danza tentadora de deseo y anticipación.

Su amor se convierte en un arma secreta, y juntos, se convierten en una fuerza imparable, obteniendo fuerza de su pasión y deseo.

 

No solo buscan vengar la trágica suerte de la hermana de Rafael, sino que también anhelan liberar su propia forma de justicia callejera cruda, preparando el escenario para un enfrentamiento épico contra Colda, el mafioso que se disfraza como humanitario.

Su viaje te dejará sin aliento y ansiando más.

• Idioma: Español
• Editorial: Vesta Romero
• Fecha de lanzamiento: 26 oct 2023
• ISBN: 9798223371885

Vesta Romero

Vesta Romero writes short and sweet romance books featuring curvy women and men who love them. She believes in HEA so everyone gets their happy ending. Always.

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Misión Del Sicario

MISIÓN DEL SICARIO

UN APASIONADO VIAJE DE AMOR Y ACCIÓN

VESTA ROMERO

MISIÓN DEL SICARIO

Copyright © 2023 by Vesta Romero

Todos los derechos reservados.

Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro en cualquier forma o por cualquier medio electrónico o mecánico, incluidos los sistemas de almacenamiento y recuperación de información, sin el permiso escrito de la autora, excepto para el uso de breves citas en una reseña literaria.

ÍNDICE

Prólogo

1. Ramona

2. Rafael

3. Ramona

4. Rafael

5. Ramona

6. Rafael

7. Ramona

8. Rafael

9. Ramona

10. Rafael

Epílogo

Avance de Anochecer del Sicario

Muchas Gracias

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Sobre la Autora

PRÓLOGO

Sin pronunciar una sola palabra, el desconocido estaba allí con Ramona a la mañana siguiente, tomándole la mano, y su tacto le comunicó sus sentimientos. Ramona se sintió en paz y protegida.

Se llamaba Rafael, aunque todo el mundo le llamaba Rafa, y se había convertido sin quererlo en el coyote de un gángster. Él seguía contando su historia

No había sido su primera elección, pero las oportunidades eran escasas tras su regreso del servicio militar, donde había sido francotirador de clase élite.

La cojera era el resultado de una bala que le había causado daños permanentes en los huesos, lo que le provocaba mucho dolor.

Una baja honorable no significaba nada en el mundo real, y su vida laboral se convirtió en una serie de trabajos esporádicos.

Un viejo amigo le había recomendado para un puesto de conductor en la empresa para la que trabajaba, y no le costó mucho convencerle.

El sueldo era muy alto, así que no era un ingenuo del negocio en el que se había envuelto.

No le sorprendió que le dijeran que se trataba de casinos de juego ilegales que operaban en plataformas en constante movimiento.

No le había importado demasiado. Al fin y al cabo, los jugadores participaban voluntariamente y era su dinero el que podían perder.

Todo había ido bien durante los primeros siete meses. Su trabajo consistía en conducir un camión a través de las fronteras estatales y luego le relevaba otro. Le habían enseñado el interior de un camión para disipar sus temores.

No quería que lo agarraran traficando con drogas o armas, les había dicho. Le aseguraron que sólo era juego, se relajó y se sintieron orgullosos de él, incluso le dieron gratificaciones cuando llegaba en tiempo record. Era un trabajo estupendo y no se quejaba.

La semana anterior, le pidieron que hiciera un turno en su día libre y había aceptado. Significaba el doble de dinero, que le vendría muy bien, ya que ayudaba a su hermana y a su sobrina.

Aquella vez no era un camión grande, más bien una van. Recordó que se preguntaba cómo cabían todas las mesas de juego y el resto del equipo en un espacio tan pequeño, pero pensó que tal vez sólo se trataba del equipo.

Un pinchazo en la llanta durante su ruta le había obligado a detenerse, y eso le molestó porque podría restarle bonificaciones si se demora.

Quería arreglar el pinchazo y ponerse en marcha. El kit estaba bajo el asiento del copiloto, a su lado, así que lo tomó y se dirigió a la parte trasera de la van.

Habían montado la rueda de repuesto en el exterior de la van, por lo que no era necesario abrirla.

No había nadie a su alrededor, por lo que le sorprendió oír lo que parecía un gemido. Sus oídos se agudizaron. Tal vez sería un jabalí o algún otro animal y se relajó.

Luego volvió a oírlo y ahora sabía que el sonido procedía del interior de la van. La sorpresa le invadió al darse cuenta.

Dudó entre abrir la van e ignorar el ruido, pero si había una persona herida, tenía que ayudarla.

Quizá se había quedado atrapada mientras cargaban la camioneta.

Sacó la llave de la