DESCUBRIENDO LAS ÁREAS CIEGAS DE LA ALTA DIRECCIÓN EMPRESARIAL

Por Faustino Francisco García Peña

Para sobrevivir en los ámbitos competitivos, las organizaciones están obliga¬das a transformarse continuamente para no desaparecer como empresas. Intentarlo y lograrlo conlleva que los directivos de empresa adopten los prin¬cipios de las teorías administrativas, en particular en este milenio en que el conocimiento y las tecnologías forman parte de

• Idioma: Español
• Editorial: IMCP
• Fecha de lanzamiento: 14 ago 2023
• ISBN: 9786078552078

Faustino Francisco García Peña

Ing. Faustino Francisco García Peña Ingeniero Químico Industrial, egresado de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas del Instituto Politécnico Nacional, Generación 1957- 1961. Además de la preparación académica indicada, ha recibido capacitación tecnológica y administrativa industrial en varios países tales como Japón, Alemania, Italia, Suiza y los EEUU.

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D.R. © 2017 por el Instituto Mexicano de Contadores Públicos, A.C.

Bosque de Tabachines 44 Fracc. Bosques de las Lomas 11700

Ciudad de México

www.imcp.org.mx

1ª edición, julio de 2017

ISBN 978-607-8552-07-8

Descubriendo las áreas ciegas de la alta dirección empresarial

D.R. © 2017 Faustino Francisco García Peña

Todos los derechos son propiedad del editor.

Ninguna parte de esta obra puede ser reproducida o transmitida, mediante ningún sistema o método, electrónico o mecánico (incluyendo el fotocopiado, la grabación o cualquier sistema de recuperación y almacenamiento de información), sin consentimiento por escrito del editor.

La transformación a libro electrónico del presente título fue realizada por

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Publicado en México/Published in Mexico

Agradecimiento

A todos los directores empresariales estadounidenses, japoneses, canadienses, alemanes, italianos y también mexicanos, venezolanos y argentinos que me ayudaron a descubrir un sinnúmero de áreas ciegas que tenía en mis competencias administrativas profesionales, son tantos que requeriría escribir todo un libro para nombrarlos y detallar lo que cada uno de ellos me enseñó.

De la incertidumbre al despertar.

Del despertar al descubrimiento.

Del descubrimiento a la sabiduría.

De la sabiduría a la excelencia empresarial.

El autor

Ing. Faustino Francisco García Peña

Ingeniero Químico Industrial, egresado de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas del Instituto Politécnico Nacional, Generación 1957- 1961.

Además de la preparación académica indicada, ha recibido capacitación tecnológica y administrativa industrial en varios países tales como Japón, Alemania, Italia, Suiza y los EEUU.

Ahora jubilado, durante los últimos 55 años de ejercicio de su carrera profesional se dedicó a tres actividades principales:

1. A la operación, administración y dirección de organizaciones industriales tanto químicas como textiles, principalmente en varias importantes empresas tanto mexicanas como latinoamericanas.

2. Ha brindado asesorías y consultorías sobre técnicas de fabricación, sistemas administrativos avanzados y sistemas de gestión de la calidad en más de 25 empresas de diversos ramos industriales y de servicio, tanto mexicanas como latinoamericanas.

Autor del libro: Si el Japón pudo, nosotros por qué no, del que se vendieron 3,000 ejemplares en Venezuela y Colombia.

Ha prestado principal atención en el desempeño profesional y la capacitación de los noveles profesionistas, orientándolos para que durante su carrera profesional actúen como factores de desarrollo y progreso.

3. En los últimos tres años ha coadyuvado en la coordinación y desarrollo de maestrías y doctorados, especialmente en ciencias de la educación en la Universidad de Cuautitlán Izcalli.

Prefacio

En una amena conversación que el autor de la presente obra sostuvo con el señor Soji Date, alto empresario japonés, en la cual se habló acerca de los estilos de liderazgo empresarial de su país, se comentó respecto a los mitos y las realidades que sobre Japón circulan a escala mundial. El señor Date dijo que un mito generalizado es que Japón es un país rico, lo cual ante su percepción es totalmente falso, ya que, según comentó él, Japón como país es pobre, pues carece de muchos recursos naturales, no tiene petróleo, ni posee ricos yacimientos minerales, su clima es inhóspito y su territorio es pequeño en relación con su gran población; sin embargo, agregó que una realidad es que si su país se considera falsamente rico, su pueblo realmente lo es.

Como la conversación versaba sobre las formas en que se llevan a cabo los sistemas administrativos empresariales en su país, el señor Date indicó atinadamente que la riqueza y el bienestar del pueblo japonés están fincadas en las maneras en que llevan sus negocios, es decir, para ellos el fin principal es crear fuentes de trabajo, factor que contribuye en forma eficaz a evitar la proliferación de los vicios sociales que perviven en los países del tercer mundo, pues al evitar que los ciudadanos estén ociosos, no tienen necesidad de acudir a otras actividades para asegurar su supervivencia.

Haciendo una comparación con México, la situación del país es diametralmente opuesta: somos una nación inmensamente rica, pero nuestro pueblo es sumamente pobre, tema sobre el cual resultará necio redundar más, pues ustedes, estimados lectores, conocen a la perfección los niveles de pobreza que sufrimos, la delincuencia y corrupción reinante; todo ello derivado de la gran escasez de empleos que motiva que gran número de ciudadanos se mantengan ociosos, por lo cual buscan otras fuentes de vida y formas de huir de la realidad en que viven, integrándose a la delincuencia, a la práctica de la corrupción, o bien, refugiándose en las drogas.

Una gran fortaleza que un sinnúmero de países del llamado primer mundo tienen es que cuentan con empresas generadoras de empleos, de riqueza y bienestar para sus habitantes, lo cual inhibe la generación de los males sociales que aquejan a nuestro país.

Lamentablemente nuestra cultura no ha llegado a comprender el gran valor que un país tiene al contar con suficientes empresas maduras y productivas, pues en nuestro ámbito, a pesar de que existen muchas empresas exitosas, estas no son las suficientes para hacer de México un país más adelantado, moderno y con menores niveles de pobreza.

Comentando este asunto con el señor Date, se llegó a la conclusión de que existe un buen número de empresas en México que carecen de una cultura empresarial que las impulse sólidamente al éxito, pues lo ordinario es que sean dirigidas por directores que carecen de muchos de los conocimientos profundos que implica la compleja conducción de una empresa, esto debido a que presentan muchas áreas ciegas en su administración, así como en sus actitudes y aptitudes, hechos que les impiden llegar a solidificar un estatus de excelencia y ser útiles a la sociedad como debería de esperarse.

Cierto, en México existe un gran número de empresas ordinarias e inmaduras, cuyos directores sufren desafortunadamente de algunas áreas de ceguera directiva, no siendo tan capaces para crear empresas extraordinarias proclives a crear un estado económico distinto al que hemos estado acostumbrados por años.

La intención de esta obra es hacer despertar, en una forma práctica y sencilla, tomando preponderantemente la participación del factor humano, a todos aquellos directores empresariales que dentro de sus más íntimos deseos esté la creación de empresas extraordinarias que se necesitan urgentemente en nuestro país.

Asimismo, el fundamento de esta obra se basa en 50 años de experiencia en el manejo de empresas, tanto mexicanas como extranjeras, pues el autor de esta obra, como ingeniero químico industrial egresado del Instituto Politécnico Nacional de México, generación 1957-1961, participó ampliamente en la administración empresarial ocupando puestos desde supervisor de turno hasta director de diversas funciones empresariales; además, en los últimos 18 años se dedicó a la asesoría-consultoría de empresas, especializándose en Sistemas de Gestión de la Calidad, bajo la guía de diversas normas internacionales, labor que aplicó en más de 25 empresas mexicanas, venezolanas y colombianas. Su capacitación y experiencia en estos temas las obtuvo por medio de la aplicación de la metodología Benchmarking, en la cual observó y analizó las características que a su conveniencia deben poseer las empresas exitosas de primer mundo, investigaciones y estudios que llevó a cabo principalmente en importantes empresas de EE.UU., Japón, Alemania, Italia y Suiza, donde asimiló todos los conocimientos que se proponen en esta obra.

Adicionalmente, en los años ochenta publicó el libro Si el Japón pudo, nosotros por qué no, del cual se imprimieron 3,000 ejemplares con el apoyo de la Comisión Venezolana de Normas Industriales (COVENIN). Lamentablemente los enfoques de los gobiernos venezolanos actuales han impedido que lo escrito en este libro se haga realidad, por lo que, indudablemente, ahora sufre su actual realidad económica.

Al respecto, el autor espera que en México no pase lo mismo, sino que surja un buen número de auténticos mexicanos que, dentro de sus más íntimos deseos esté la creación de las empresas extraordinarias que urgentemente necesitamos, mismas que mediante el ejercicio de una férrea voluntad venzan todos los obstáculos que se les presenten, a pesar de la cultura popular y gubernamental que por ahora tenemos en nuestro país.

Presentación

En México existen empresas extraordinarias de alta madurez, que gozan de un excelente estatus, gran éxito y sólido futuro; sin embargo, también hay empresas, hasta cierto punto inmaduras, que aun manteniéndose en operación, su futuro y su éxito son endebles y dudosos; menguan lentamente, y por ello son propensas a la extinción. En este ámbito destacan especialmente un significativo número de pequeñas y medianas empresas mexicanas (PYMES) que, de no descubrir las áreas ciegas en su administración, están condenadas a sucumbir.

Esta obra no ha sido escrita para la información, el estudio o la aplicación de los directores y directoras empresariales extraordinarios, que han logrado un éxito sólido y sostenible, a prueba de cualquier embate o amenaza que pudieran sufrir en el futuro, sino que ha sido elaborada para aquellos directores y directoras empresariales sinceras, objetivas y, por lo tanto, fríamente realistas que no se confían en un ficticio estado de madurez y solidez de su empresa; que con transparente visión del estatus actual de su organización y preclara perspectiva del futuro, están conscientes de que su empresa pudiera, en un momento dado, sufrir algún tropiezo, lo que resulta insospechado en la mayoría de los casos, por no operar con una calidad empresarial acorde con las exigencias institucionales actuales.

La corriente económica del mundo moderno, su complejidad, los procesos de globalización tan en boga y una cantidad extra de factores, tanto internos como externos, todos ellos de alta complicación y sofisticación, obligan a un sinnúmero de negocios ordinarios a afinar sus enfoques empresariales, a madurar al ritmo de un mundo que exige, cada vez más y más, una calidad operativa distinta a la que por tradición han aplicado. Podríamos decir, sin duda a equivocarnos, que inminentemente requieren manejar su negocio con una calidad empresarial integral que abarque los aspectos y procesos operativos que un negocio moderno implica y que asegure su futuro éxito y permanencia en su mercado.

Actualmente en México resulta paradójico que, año con año, egresan de una considerable cantidad de universidades, un sinnúmero de personas con licenciatura, maestría y aun con doctorado en administración de empresas que, en relación con su gran número, no han sido capaces de mantener y crear un número de empresas exitosas en forma proporcional a los egresados en esas disciplinas, lo cual significa que durante su preparación académica quedaron muchos conceptos y áreas ciegas que no les permiten crear y manejar integralmente a un número suficiente de empresas encauzadas a la productividad y a la creación de la riqueza que la economía del país requiere con urgencia como importantísimo camino posible para salir boyante ante los problemas de pobreza, criminalidad y falta de empleos que actualmente nos aquejan.

Ante la impericia de algunos de los profesionales de la administración de las empresas antes mencionadas, existe el pretexto –el que frecuentemente toman como justificación de su falta de destreza, ya que en un país cuyo gobierno, como el nuestro, no se alienta ni se estimula la creación de empresas, y la corrupción es galopante– de que resulta difícil crear y sostener firmas exitosas, creencia que si la vemos con objetividad, resulta un verdadero mito, pues si así fuera, muchas empresas existentes, que han triunfado y siguen triunfando, no existirían y el país se encontraría no en una situación de pobreza, sino de miseria.

En la lectura y análisis de esta obra, los directores y directoras empresariales sinceros, conscientes de su realidad actual y futura, encontrarán mediante cuestionamientos específicos, un enfoque innovador, fuera del uso común, por el simple hecho de que se enfoca a un análisis escrupuloso, metódico e integral de todos los puntos críticos que están inferidos en la operación y camino hacia la madurez que debe contemplar toda empresa sin importar su tamaño o campo de acción.

Sin embargo, para que este ejercicio evaluativo cumpla plenamente su función se requiere que el director o la directora empresarial que lo efectúe esté comprometido en la rehabilitación de su empresa, además de que sea sincero en sus reflexiones y honesto en sus conclusiones; es decir, el director o la directora empresarial que no actúe en esta forma, al contestar los cuestionamientos que esta obra plantea, perderá su tiempo sin llegar a ninguna parte.

Antes de continuar adelante, llegado a este punto, queremos advertir que por motivos de ortodoxia literaria y agilidad en la redacción, al referirnos al hombre, obviamente, lo hacemos refiriéndonos a todo el género humano, en la misma forma, como a lo largo de esta obra, mencionamos reiteradamente a los directores empresariales en masculino, nos referimos así, tanto a los directores hombres como a las directoras mujeres, ya que ellas están jugando un papel importante en el ámbito empresarial mexicano mereciendo, por este hecho, un especial reconocimiento a su digna participación.

Para concluir esta introducción, será ilustrativo para ustedes, estimados lectores, revisar las opiniones de los doctores Gerardo Sánchez Ambriz y Joaquín Flores Paredes, fruto de una profunda investigación acerca de la actual situación empresarial mexicana, quienes en su libro PYMES mexicanas: Impacto de la primera crisis global del siglo XXI, editado por la UNAM, nos presentan un panorama realista en el que se encuentran algunas empresas mexicanas. Al respecto, Flores Paredes¹ indica:

El mercado actual es dominado por la participación de las grandes empresas las cuales, apoyadas por mayor capacidad de inversión, tienen más fácil acceso al uso de tecnologías avanzadas y a contar con mano de obra mejor calificada, aprovechan las economías de escalada, marcan la pauta en el desarrollo de nuevos productos en la innovación y mejora continua de procesos productivos. No obstante, son las pequeñas y medianas empresas (PYMES) las que en conjunto crean la mayor cantidad de empleos en la economía y contribuyen de manera relevante al crecimiento de la misma. La creatividad, flexibilidad y adaptación de las PYMES a su entorno económico son la mejor arma para mantenerse a flote en condiciones de turbulencia económica que es la que ha ocurrido en esta crisis económica global. Entre las economías Latino Americanas, la mayor decadencia y el menor indicador de crecimiento en la parte baja del 2009 y el menor indicador de recuperación corresponde a México. El reto que representa esta crisis para las PYMES mexicanas debe ser también visto como una oportunidad para su transformación.

Por su parte, Sánchez Ambriz,² consciente y sabedor de la panorámica actual de la empresa mexicana, opina:

Para seguir sobreviviendo en los ámbitos competitivos, las organizaciones están obligadas a transformarse continuamente para no desaparecer como empresas. Intentarlo y lograrlo conlleva que los directivos de empresa adopten los principios de las teorías administrativas, particularmente en este milenio en que el conocimiento y las tecnologías forman parte de la actividad empresarial. La gestión del conocimiento es una nueva disciplina organizacional que se focaliza en el reconocimiento y la utilización del valor más importante de las organizaciones: los recursos humanos y sus conocimientos, lo que aporta diversas estrategias que hacen factible el desarrollo de actividades vinculadas a la creatividad y la innovación, una instrumentación de procesos de creatividad e innovadores es factible con la incorporación de la economía azul y las estrategias para el cambio y la innovación.

¹ Doctor en Economía Internacional y Desarrollo por la Universidad Complutense de Madrid. Profesor de carrera en la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, UNAM.

² Doctor en comunicación y documentación por la Universidad de Murcia. Profesor definitivo en la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, UNAM.

1. Ceguera empresarial

1.1 Áreas existenciales de la empresa

Para clarificar los propósitos que esta obra persigue, acudiremos en primera instancia al enfoque que el psicólogo Thomas Antony Harris abordó en numerosos libros acerca de las áreas de personalidad que presenta un individuo durante su existencia, como un complemento y orientación práctica del análisis conciliatorio o análisis transaccional, modelo de psicología social creado en la década de los sesenta por el doctor Eric Berne como una teoría de la personalidad y de su acción social.

Harris puntualizó que todo individuo tiene cuatro áreas vivenciales dentro de su personalidad, las cuales definió mediante el esquema conocido como Ventana existencial.

El área pública la definió como todo aquello que un individuo en particular conoce de sí mismo y que todas las personas que le rodean conocen de él.

El área privada fue precisada como todo aquello que el individuo sabe de sí mismo, pero que las personas que lo rodean no saben de él.

El área ciega la detalló como todo aquello que las personas que rodean al individuo saben u observan en su persona pero que él, en su propia percepción, no tiene conciencia de su existencia. Como analogía poco elegante pero descriptiva, esta área se ha denominado como Área del mal aliento, ya que aquella persona que presenta esta situación incómoda no se da cuenta de ello, pero las personas que la rodean sí.

Y el área oculta, siendo la más importante, la definió como aquella que el individuo no tiene conocimiento de ella, y que ni las personas con las que se relaciona tampoco la conocen.

Llegado a este punto, se considera el área más importante, ya que en ella radica un considerable e insospechado número de habilidades y competencias, las cuales ignora por su ceguera, pereza o falta de apertura y dedicación al estudio y a la investigación, así como a las percepciones, críticas y consejos de sus allegados.

Las empresas, como entes sociales integrales, funcionan de la misma manera como actúa un individuo y, por la misma causa, su personalidad está integrada por las mismas cuatro áreas antes mencionadas.

Su área pública, como es obvio, es todo aquello que la sociedad en que vive y las personas que para ella trabajan conocen de ella, sus productos, su calidad, su ubicación, su posicionamiento en el mercado, sus métodos y procedimientos administrativos.

Su área privada es todo aquella que la sociedad en que vive e incluso algunas, o quizás muchas de las personas que en ella trabajan desconocen de ella, sus utilidades, sus estados financieros, su situación fiscal, su situación crediticia, sus más íntimas relaciones con su sindicato, sus conflictos entre su personal, sus expectativas de éxito o fracaso, tal vez hasta, sus planes de inversión, de expansión y desarrollo.

Su área ciega se refiere a todo aquello que la empresa ignora, que no tiene conciencia de ello, pero que paradójicamente muchas personas vinculadas a ella sí captan, saben y bien conocen, pero que por lo general no lo externan o si lo hacen, no son oídos.

Esta ceguera, que en el ámbito empresarial frecuentemente se presenta, indefectiblemente está presente en los enfoques que el director de la empresa tiene en su mente, en sus incapacidades, en sus indecisiones, en sus paradigmas, en su falta de visión, en su atención a sus subordinados.

Este efecto tiene una causa frecuente y común, la que estriba en que el director de la empresa enfoca mal su labor al dar prioridad a lo urgente, olvidando lo que es importante puesto que gran parte de su intelecto, tiempo y atención lo dedica a resolver problemas rutinarios y urgentes en forma directa, sin delegar de manera adecuada las actividades y responsabilidades que bien pudiera desahogar su grupo de trabajo.

Paradójicamente, el área oculta –refiriéndonos a la empresa– es aquella en la que se alojan todas las oportunidades de crecimiento y desarrollo no descubiertas, las debilidades operativas y administrativas no atendidas, y las amenazas internas o externas escondidas, que pudieran afectar a la empresa, las cuales no