Autor Vs Personaje.

Por Cristian Romero de la Torre

Hugo Díaz está siguiendo su rutina y desayunando tranquilamente en el mismo bar en el que lo hace todas las mañanas.
Lo que no sabe es que su monotonía va a ser interrumpida al recibir una visita tan repentina como inesperada, la de su propio creador.
¿Qué podría salir mal?

• Idioma: Español
• Editorial: Cristian Romero de la Torre
• Fecha de lanzamiento: 12 mar 2023
• ISBN: 9798215514344

Cristian Romero de la Torre

Nacido en 1995, en Burjassot, Valencia.Pero es irrelevante, lo importante creo que es justificar porque escogerme a mí y no a otro de los tantos escritores de gran calidad que hay. Y no voy a tratar de convencer a nadie, pero si me preguntan cuál es el motivo por el que escribo, lo tengo claro. Me gusta provocar emociones, sea una sonrisa, un escalofrío o una lágrima. Esas reacciones que yo mismo he experimentado con la literatura y me han cautivado. En mis novelas cambio radicalmente de género y estilo, no se pueden encontrar dos iguales. Yo mismo no seria capaz de leer un solo tipo de novelas y aplico ese mismo principio sobre mis escritos. Espero que si depositas tu confianza en mis libros, recibas una experiencia diferente, entretenida, y quien sabe, incluso enriquecedora, si lo consigo, habré logrado el mejor de los objetivos.Como dijo el gran Edgar Allan Poe: 'durante la hora de lectura, el alma de lector esta sometida a la voluntad de escritor'.Cristian Romero de la Torre.

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Autor

Vs

Personaje

Cristian Romero de la Torre

Por todos los que se fueron sin avisar y

sin poder despedirse de sus seres queridos.

© Copyright 2023 – Cristian Romero de la Torre

Hugo Díaz se encontraba desayunando en su bar de confianza, un pequeño local ubicado en una calle peatonal. El establecimiento compensaba su escueto interior con una amplia terraza.

Hugo siempre se sentaba fuera, le gustaba disfrutar de la calidez del sol de la mañana.

Terminó sus tostadas con aceite de oliva y se disponía a hacer lo mismo con su zumo de naranja, cuando fue interrumpido.

-Hola, Hugo. —Tomó asiento en la silla vacía situada en frente.

-Hola... —Le sorprendió su incursión. — ¿Nos conocemos?

-No. Bueno, yo a ti sí, pero tú a mí no.

- ¿Y cómo es eso? —Sonrió entre dientes.

-Es complicado.

-Ya... —Algo en aquel hombre le causaba estupor, algo inexplicable. —Y, ¿puedo hacer algo por ti?

-No.

-Vale... —Titubeó.

-Verás Hugo. Lo que te voy a decir es difícil de asumir. Pero necesito que mantengas la calma.

-Ajá...

-No eres real Hugo, solo eres un producto de mi imaginación.

- ¿Qué? —El comentario le provocó una sonrisa socarrona.

-Lo sé, es difícil de creer, pero te digo la verdad.

-Entiendo. —Su semblante denotaba su escepticismo.

-No es una broma, es un hecho.

-Sí, sí. —Sonrió. — ¿Y tú eres...?

-Mi nombre da igual. Lo importante es que sepas que soy escritor, y soy quien te creó.

-Pensaba que mis 'creadores' eran mis padres. —Enunció jocoso.

-Ángel y Aurora son tus padres, porque yo lo quise así.

-Espera... ¿Cómo sabes sus nombres? —El dato le perturbó.

-Te lo he dicho, soy el creador de todo lo que ves, sientes y sabes.

- ¿Esto es una broma...? Porque no tiene gracia.

-No es una broma, Hugo.

-Ya..., bueno. —Se frotó ambas sienes a la vez. — Y..., ¿tienes pruebas de lo que dices?

- ¿Ves el portal que hay detrás de mí?

Hugo asintió.

-Pues en unos segundos una chica joven saldrá por la puerta con su perro, un pastor alemán.

La predicción se cumplió, tal y como había vaticinado.

-Es un buen truco... ¿Cómo la has avisado para que salga? ¿Por un micro?

-No la he avisado. Todo lo que ves es obra mía. Incluida ella y su mascota.

-Ja, ja, ja. —Rio con nerviosismo. — Tiene gracia.

-Imagino lo que sientes, tómate tu tiempo para aceptarlo.

- ¿Te has escapado de un manicomio? —Replicó mordaz.

Se mantuvo impasible ante el comentario de Hugo.

- ¿No dices nada más? —Comentó con mofa. — Oye, si has creado todo esto, eres poco original, ¿no crees? Podías haber creado un sol azul y un cielo amarillo, o no sé, tal vez haberme convertido en un superhéroe.

-Supongo que tienes razón. Pero el ser humano es dado a replicar la realidad. Imagino que en un afán de sentir control. O quizá por instinto, o por sencillez, no estoy seguro.

-Vaya, además de escritor, filósofo. —Terminó de beber su zumo tras la chanza. — Y dime, ¿por qué me creaste?

-He escrito muchos personajes, muchos libros, no eres el primero, ni serás el último. Pero contigo quería probar algo diferente.

-Ya... Je, je. Y además de mi nombre, ¿qué sabes de mí?

-Lo conozco todo de ti, Hugo.

- ¿Sí? —Nuevamente, una expresión bravucona. — Adelante entonces, cuéntame algo revelador.

- ¿Es necesario?

-Sí. Demuéstrame lo que dices. —Afirmó con tesón.

- ¿Qué quieres que te cuente?

-No sé, tú eres el escritor. —Sonrió con altivez.

-Bueno, tienes 32 años. Naciste el ocho de abril de 1991. Eres hijo único. Naciste y te criaste en Puertollano, en Ciudad Real, pero tus padres se mudaron a Valencia cuando tenías ocho años. A tu padre le ofrecieron un puesto fijo en la universidad y no pudo rechazarlo. Al principio te costó adaptarte y hacer amigos, pero con el tiempo lo lograste, aquello te dio carácter.

Hugo palideció conforme su alegato avanzaba. Su sonrisa desapareció y permutó a un gesto mucho más serio.

-Tu mejor amigo se llama David. Os conocéis desde el instituto. Y, bueno, que decir de Olivia, tu gran amor. Os conocisteis en la 'Universitat Politécnica de Valencia'. Ella estudiaba arquitectura, y tú, bellas artes. Coincidisteis por primera vez en la cafetería, fue casual, casi mágico. Ese día estuvisteis hablando durante horas, y aunque no crees en el amor a primera vista, lo supiste. Aunque bueno, vuestra historia de amor acabó hace ocho meses. Fue consensuado, o eso te dices a ti mismo. Pero ambos sabemos que te gustaría seguir con ella.

- ¿Cómo...? ¿Cómo sabes todo eso? —Le fue difícil articular frases completas.

-Te lo he dicho, porque fui yo quien lo