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El Reino Entre Mundos: La Mazmorra Sin Fin: El Reino Entre Mundos, #6
El Reino Entre Mundos: La Mazmorra Sin Fin: El Reino Entre Mundos, #6
El Reino Entre Mundos: La Mazmorra Sin Fin: El Reino Entre Mundos, #6
Libro electrónico487 páginas6 horas

El Reino Entre Mundos: La Mazmorra Sin Fin: El Reino Entre Mundos, #6

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Información de este libro electrónico

Azure se ha encontrado cara a cara con el notorio bandido, James Bower. Completamente rodeado, ¿qué puede hacer para sobrevivir al encuentro con un enemigo que casi le dobla el nivel y salir victorioso?

Las cosas no serán fáciles para Azure, ya que se enfrenta a más peligros que nunca. Incluso si sobrevive, todavía tiene que lidiar con el efecto de estado de la Oscuridad, separando a sus amigos de sus enemigos y comenzando su viaje hacia el Dios de la Tierra. Quizás terminará siendo el mayor traidor al final.

Descúbrelo en esta emocionante entrega de la popular serie de Juego de Rol Literario: El Reino Entre Mundos.

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento3 jun 2022
ISBN9781667434186
El Reino Entre Mundos: La Mazmorra Sin Fin: El Reino Entre Mundos, #6

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    El Reino Entre Mundos - Phoenix Grey

    PROLOGO

    TIERRA – 3 de noviembre del 2057

    Otra muerte. Otra familia en duelo. Una tragedia encima de otra tragedia- y por primera vez en mucho tiempo, Michael Coleman sintió culpa.

    Janine Cossey se había ahogado mientras intentaba salvar a su hijo que había caído al Río Colorado en las vacaciones familiares. Tristemente, el esfuerzo había sido en vano. Aunque espectadores los la habían visto aferrarse al niño conforme los rápidos los arrastraban, no fueron encontrados juntos. La madre había sido arrastrada hasta la orilla, inconsciente y en condición crítica a poco más de unos metros donde se había lanzado para alcanzar a su hijo. El niño no tuvo tanta suerte, sacaron su cuerpo sin vida cuatrocientos metros más lejos. Ahora, los dos estaban reunidos de nuevo en muerte.

    Pudo prevenirse, pensó Michael Coleman mientras escuchaba a la familia de Janine llorar de dolor detrás de él mientras el removía el implante que la había mantenido conectada a El Reino, dejando un orificio pequeño sangrando en su sien. Después de haber trabajado en el proyecto secreto de Radical Interactive durante poco más de dos años, él creía que ya se había vuelto inmune a sentir cualquier cosa relacionada a la muerte de algún paciente. Pero el niño pequeño que se aferraba al costado de su abuela que estaba sollozando incontrolablemente fue lo que le toco el corazón a Michael Coleman; un niño que ahora quedaba huérfano gracias a la forma en como funcionaban las cosas dentro de El Reino.

    Pensar en ello hizo que Michael Coleman quisiera ir a arrancarle el implante de la cabeza a James Bower. El conserje había sido verdaderamente vil desde que llegó a El Reino, rápidamente tomando el rol del villano. La mayoría de los pacientes se adaptaban a la vida medieval de una forma más positiva, acostumbrándose durante un rato a la vida en El Reino antes de permitir que diferentes PNJs (Personajes No Jugables) los guiaran hacia el camino de un Aventurero y finalmente fuera de El Reino. Pero no James Bower. Tan pronto como descubrió la falta de justicia rápida, se encaminó en un viaje diferente.

    Los PNJs que lo encontraron eran una especie de pareja de ancianos llamados Deven y Alisha Kent. Lo habían adoptado y tratado como a un hijo propio, diciéndole al señor de 53 años que les recordaba a su propio hijo, que había muerto cuando Deven había sido el líder de una pandilla de forajidos conocidos como el Clan Kent. Después de perder a su único hijo, la pareja se había dado cuenta de lo preciosa que es la vida y decidieron moverse de Gascaria a Patheana para comenzar una vida honesta.

    James rápidamente quedo cautivado por las historias de Deven sobre su pasado fugitivo. No paso mucho antes de que estuviera robando objetos del mercado local. Cuando se dio cuenta del bajo nivel que tenían la mayoría de los PNJs, vio una oportunidad incluso mayor. Durante sus primeros meses en El Reino, pasó el tiempo matando todo lo que estuviera a su alcance para subir de nivel tan rápido como le fuera posible. Luego comenzó a utilizar la fuerza bruta para conseguir lo que quería.

    Al escuchar las malas acciones de su hijo adoptivo, Deven y Alisha lo corrieron de su familia. Les robo todo lo que ellos tenían antes de irse, otorgándoles solo sus vidas por la amabilidad que le habían mostrado antes.

    El resto es historia. Con el tiempo, Jame Bower reclutó a algunos de los PNJs más desagradables que pudo encontrar. La corrupción se apoderó de él como una enfermedad terminal conforme caía cada vez más profundo en la oscuridad. Abordando un carruaje en un viaje que pertenecía a una pareja recién casada, James encontró particularmente atractiva a la esposa; un tesoro que aún no había deseado. A pesar de la gran diferencia de niveles, el esposo peló duro para proteger a su mujer sin éxito alguno. Él se convirtió en el primer asesinato humano de James. Una vez que terminó con ella, la esposa se convirtió en el segundo.

    Aunque sus andanzas habían sido ruines, y había robado o asesinado a todos los PNJs que lo habrían encaminado a la salida de El Reino, todo fue divertido porque no eran almas reales que estuvieran en peligro... Hasta que comenzaron a serlo.

    Janine Cossey no fue la primera paciente a la que asesinaban los Chicos Bower. James Bower y su pandilla acampaban cerca de caminos bastante transitados para despojar a los viajeros. Solo fue cuestión de tiempo para que se topara con algún otro agregado a El Reino.

    Esperando que alguna especie de reconocimiento y misericordia se apoderara de James Bower, el equipo visual de Radical Interactive observaban con aliento molesto como dos humanos se encontraban en el campo virtual, uno un villano autoproclamado, el otro un Aventurero que solo quería salir de El Reino. Se les dieron instrucciones específicas de no intervenir. Esta era la primera vez que dos pacientes opuestos se encontraban cara a cara dentro de El Reino, y mientras permaneciera como un proyecto protegido, encerrado tras pilas de acuerdos no-divulgación que mantendrían Radical Interactive a salvo, Shinichi Sometani había querido ver qué pasaría.

    Boone Bradford había muerto ese día; la primera persona asesinada por otro paciente dentro de El Reino. Si el proyecto hubiera sido público, los medios de publicidad se hubieran comido vivo a Radical Interactive y probablemente hubiera enfrentado múltiples demandas. Pero todo era mantenido en secreto.

    Shinichi Sometani envió un correo electrónico a todos los involucrados con James Bower y Boone Bradford, alegando que lo que había sucedido fue una casualidad y que la consciencia de Boone había sido transferida a otro servidor. Michael Coleman era una de las pocas personas que sabían que esto era una mentira. Boone Bradford había muerto en el hospital poco después de que James Bower lo había atravesado.

    Había sido un caso peculiar. ¿Cómo podían castigarse los crímenes de la mente? El Reino era tan responsable por la muerte de Boone como James Bower. Pero, ¿quién era más responsable? Michael Coleman se había preguntado esto muchas noches. El Reino era lo único que mantenía a estas personas con vida en primer lugar. ¿Tenía diferencia alguna si un monstruo en El Reino mataba a otro paciente o si lo hacia otro paciente? A veces, el señor Coleman sentía que lo que estaban haciendo en Radical Interactive no estaba bien, pero él continuaría lanzando su moralidad por la ventana por la enorme cantidad de dinero que le estaban pagando por mantener las cosas funcionando entre los equipos técnicos y los hospitales.

    Las acciones de James Bower no pasaron desapercibidas sin consecuencias. Después del incidente, Shinichi hizo que sus programadores escribieran un golpe contra el forajido. La recompensa por los Chicos Bower se creó, y los PNJ fueron mandados a deshacerse de los PNJs miembros de los Chicos Bower. Ellos eran remplazables, tanto los PNJs Aventureros como los PNJs forajidos. James Bower era el único al que debía protegerse. La esperanza era que, al ver la inutilidad de sus intentos por mantener a la pandilla unida, finalmente lo hiciera cambiarse al camino de la rectitud.

    Una vez que estuviera fuera de El Reino, regresaría a su vida como conserje, y su secreto estaría protegido para siempre. El mundo real tenía leyes más estrictas y justicia rápida. Seguramente, renunciaría a su vida de crímenes cuando se diera cuenta de que todo había sido solo una larga simulación.

    Pero por supuesto, eso solo era una teoría. No había forma de predecir cómo se comportaría James Bower si algún día lograba salir de El Reino. Michael Coleman esperaba que no lo hiciera.

    Publicar la recompensa había probado ser infructuoso. Poco después de que cayera algún miembro de su pandilla, él se encontraba a alguien nuevo para tomar su lugar. El Reino no carecía de personajes sórdidos, y James Bower no tenía corazón. Humanos o PNJs, ellos le parecían tan remplazables a él como lo eran los PNJs para Radical Interactive. Salvo purgarlo de El Reino y acabar con su vida, no parecía haber forma de detener al forajido.

    Michael Coleman sabía que tenía el poder de cortar los cables que mantenían con vida a James Bower. Podía ordenar que se hiciera, o si se sentía particularmente valiente, hacerlo él mismo. Pudiera decirle a la esposa e hija de James que el programa no estaba funcionando y que no había nada más que pudieran hacer por James. Y lo más seguro es que lo despidan por eso.

    Pero ahora, parado en esta habitación sobre esta mujer que había dado su vida en un intento de salvar la vida de su hijo, se sentía como lo más correcto de hacer. Cada fibra de su ser que era buen ale decía que hiciera esa llamada. Solo les tomaría un par de minutos. James Bower estaría muerto antes de que los altos mandos de Radical Interactive se enteraran.

    Hacer lo correcto era difícil cuando su sustento estaba en juego. De una forma muy enfermiza, el señor Coleman podía ver una comparación entre él y el forajido. Al hacer nada, estaba lanzando su moralidad por la ventana por la avaricia. Era difícil forzar su propia mano cuando él se aferraba a la esperanza de que Radical Interactive eventualmente hiciera lo correcto. Seguramente, después de la muerte de Janine Cossey, ellos verían que James Bower es una amenaza para todos los pacientes dentro de El Reino. Algo tenía que hacerse con él, y una recompensa que limitaba, pero al mismo tiempo lo protegía, no iba a ser suficiente.

    Con un suspiro, Michael Coleman tomó el implante, le dio sus condolencias a la familia de Janine, y salió de la habitación. Ahora, la situación estaba fuera de su control.

    CAPÍTULO 1

    EL REINO – Día 114

    ––––––––

    –Azure Galvan, justo el hombre al que andaba buscando, –dijo James Bower.

    Azure podía sentir su pulso irradiando por todo su cuerpo. El pánico se había instalado el segundo en el que se dio cuenta que era lo que estaba sucediendo. Los Chicos Bower habían preparado una emboscada.

    Cuando ni Azure ni Harlan respondieron inmediatamente, James Bower se inclinó hacia un lado para mirar a Uden.

    –Este es el tipo, ¿cierto?

    –Aja. Ese es él, –contestó el mitad-diablillo con una mezcla de cansancio y disculpa en su tono de voz.

    Azure ni siquiera se molestó en voltear a ver. La traición se hubiera sentido más como una apuñalada en el pecho si no estuviera tan ocupado preocupándose por su deceso inminente. En este momento, James Bower era todo lo que importaba; el único que quedaba de los Chicos Bower contra el que Azure no tenía oportunidad de vencer.

    ¿A quién quería engañar? La situación era imposible. Él iba a morir aquí hoy. Él y Harlan perecerían. Todo lo que podían hacer era permanecer ahí parados y observar cómo se desarrollaban las cosas, intentando apreciar cada precioso minuto que aún podían respirar, y preparándose para pelear para defender sus vidas, a pesar del siniestro resultado.

    James Bower lucía tan un presumido como un enano que acababa de encontrar una mina de oro. Incluso cuando estuvo inseguro de haber atrapado al hombre correcto, su confianza nunca flaqueó. La cantidad que exudaba era casi cortante. Este era un hombre que casi siempre se salía con la suya; que nunca supo que era perder.

    Para ser un bandido que había robado incontables objetos invaluables, James Bower no estaba equipado con una armadura. Llevaba puestos unos pantalones cafés junto con una camisa fresca de color blanco que probablemente no ofrecía ninguna clase de defensa. La parte más impresionante de su vestimenta era un par de botas negras brillantes que parecía que alguna vez pertenecieron a alguien bastante adinerado.

    El cabello negro y corto de James Bower estaba peinado hacia atrás de su cara, y tenía vello facial con canas esparcidas por toda su barba, como si llevara varios días sin afeitarse. Sus ojos color café oscuro eran grandes y brillantes. Pedazo de tela café estaba atado flojamente alrededor del cuello de James Bower, probablemente lo usaba como pañuelo para las extrañas ocasiones en las que sentía la necesidad de intentar ocultar su identidad.

    Un garrote con púas colgaba de su cadera, el extremo sin púas manchado con capas de sangre seca. Azure dudaba que alguna vez lo hubiera limpiado. Si mantenerlo sucio tenía la intención de parecer intimidante, funcionaba. Azure no pudo evitar preguntarse cuántos Aventureros se habían encontrado con su muerte con el extremo de ese garrote. Quizás también él lo haría. Era un pensamiento desconcertante, ser asesinado a golpes.

    No. Azure no permitiría eso. No a menos que ellos lo sostuvieran y lo golpearan hasta la muerte, y en ese punto, no habría escapatoria. De solo pensarlo, se le revolvió el estómago.

    La idea de intentar escapar estaba muy presente en la mente de Azure. Pero, ¿qué tan lejos podría llegar antes de que lo alcanzaran? Tasso era un mago, y Uden podía lanzar dagas con mucha precisión. No, definitivamente, Azure no llegaría muy lejos.

    Su mirada brincaba de James Bower a Sesto Bradley. Se sentía como un juego de ¿cuál no pertenece?. Mientras que Uden podía caer fácilmente en el rol de villano, James claramente exudaba la confianza de un líder nefario, y Tasso lucía tal cual debía hacerlo un mago de batalla fuerte, Sesto Bradley lucía tímido y nada amenazante. Era alto y flaco, su túnica azul era de tamaño más grande que él y prácticamente colgaba de su figura. Azure imaginó que debían de tener unas estadísticas serias para que el clericó vistiera algo que no le quedaba. Su cabeza era extrañamente más pequeña y calva, sus redondos ojos estaban detrás de unos lentes de micas redondas. Para ser honestos, lucía como un hombre de mediana edad que jugaba a ser mago. No tenía factor de intimidación. El bastón sobre el que llevaba recargado flojamente su cuerpo, probablemente se usaba en su mayoría como defensa.

    – ¿Y quién es tu amiguito? –James Bower miró a Harlan, extendiendo sus brazos hacia sus costados en un gesto exagerado de bienvenida.

    Harlan se inclinó hacia Azure y susurró:

    – ¿Quiénes son ellos?

    El muchacho claramente sabía que estaban en una situación peligrosa, pero le asombró a Azure que no haya unido el rompecabezas aún. Azure ya le había dicho antes de que salieran de Greyreach que los Chicos Bower iban tras él. ¿Quién más vendría hasta aquí para encontrarlo... además de El Gremio del Aventurero? Claramente, Azure no había avanzado lo suficiente como para estar lejos del alcance de todos. Ahora se lamentaba.

    James Bower lanzó su cabeza hacia atrás falsamente ofendido.

    – ¿No sabes quién soy, hijo?

    Un poco titubeante, Harlan contestó:

    –No. Me temo que no lo sé.

    –No soy otro más que el notorio James Bower de quién indudablemente has escuchado hablar tanto. ¿Te suena el nombre? –Esperó, y cuando vio que los ojos de Harlan se abrieron como platos por el miedo, James Bower asintió con la cabeza. –Aja. ¡Ahí está! Me conoces. ¡Me conoces!, –anunció orgullosamente. –Pero yo no te conozco. –James Bower hizo una pausa durante medio segundo como si entrecerrara los ojos para intentar descubrir la identidad del chico. Luego se deshizo del pensamiento. –Ah mierda, no importa. No es por ti por quien vine. Lástima, niño. Tienes mala compañía. –Miró más allá de Harlan hacia Uden. –Gánate tu estadía, mitad-monstruo.

    Sin necesitar más instrucciones, Uden dio un paso hacia adelante.

    Todo sucedió tan rápido que Azure no tuvo tiempo de reaccionar. Ni siquiera estaba seguro de que es lo que hubiera hecho si hubiera tenido la oportunidad.

    Todo lo que Azure escucho fue un gorgojeante ¡No! al mismo tiempo que una mano pálida agarraba la frente de Harlan. Luego, hubo una cuchilla en su cuello, y la sangre salió disparada en dirección a James Bower cuando Uden cortó el cuello de Harlan.

    –Lugar y momento equivocados, niño. –James Bower sacudió la cabeza y regañó al joven de cara pecosa mientras este caía de rodillas, agarrándose el cuello como si así pudiera evitar que la sangre continuara saliendo.

    Azure abrió la boca mientras intentaba procesar lo que acababa de suceder. En un lapso de un par de segundos, sus ya mínimas posibilidades de sobrevivir habían disminuido aún más.

    –Mira eso. –James Bower señaló al chico convulsionándose.

    Era una muerte lenta. La cuchilla no había atravesado profundamente, solo había rozado la tráquea de Harlan lo suficiente para prolongar su sufrimiento.

    Cuando la realidad lo golpeó, Azure rápidamente tomó su Bolsa de Contenidos para buscar una Poción de Sanación Menor con la esperanza de salvar a Harlan, pero luego sintió el pinchazo afilado de una lanza en su espalda, entre los hombros.

    –No, no, no, –James Bower sacudió su cabeza severamente y luego señaló a Harlan. –Dije mira. ¡Y mirarás!

    La mano de Azure se crispó. Estaba atrapado entre tomar la poción o simplemente mirar.

    – ¡Mira lo que hiciste! –La voz de James Bower resonó en el bosque, provocando que pájaros salieran volando. – ¡Acabas de matar a ese niño!

    – ¡Tú lo mataste! –Contestó Azure.

    – ¿Enserio? –Entretenimiento se apoderó de su expresión. –Él todavía estaría con vida si no hubieras empezado a buscarme. Tal vez. – Inclinó su cabeza hacia un costado. – ¿Sabes quién más aun estaría con vida? –James le hizo una seña a Sesto con la cabeza, quien rápidamente se colocó el bastón bajo el brazo antes de buscar en la bolsa en su cadera.

    Azure observó con atención la apertura de la bolsa. Sesto agarró algo dentro de la bolsa y comenzó a jalar. Cuando extrajo su mano, había montones de mechones de cabello pelirrojo entre sus dedos. Cabello humano. A Azure se le revolvió el estómago cuando reconoció a quién le pertenecía ese cabello.

    Sesto sacó la cabeza cercenada de Franziska de la bolsa y la aventó hacia los pies de Azure. Esta rodó más allá de él, deteniéndose enfrente de Harlan. El chico ahora tenía una mano en el suelo, su cuerpo estaba agitado. La sangre de su cuerpo pintaba la expresión torcida de la prostituta. Claramente, ella murió con mucho dolor.

    Algo retumbó dentro de Azure en ese momento. Primero, una ira casi incontrolable. Luego, una enfermiza e irracional calma. Su mirada viajó hasta la cara de James Bower, y lo miró directamente a los ojos antes de decir:

    –Voy a matarte.

    – ¿Por qué? Es tu culpa que ellos estén muertos. –El bandido no estaba asustado en lo más mínimo. – ¿Qué creíste que sucedería? Que tú, alguien de tan bajo nivel, simplemente me cazarías y vengarías la muerte de tu amiga sin ninguna consecuencia. Nunca tuviste la oportunidad, muchacho. –Su expresión se oscureció conforme se acercaba a él, con su mano descansando sobre su garrote. James Bower se detuvo a unos pasos de Azure, luego se inclinó para que sus caras quedaran a centímetros de distancia. Azure podía oler el aliento del bandido, extrañamente fresco, olía a menta. – ¿Qué vas a hacer ahora, muchacho? ¿Vas a matarme? Porque yo no creo que lo hagas. Veras, lo que creo que va a suceder es que vas a intentar atacarme, y luego Uden aquí presente va a acuchillarte por la espalda mientras que yo te golpeo la cara. Porque, incluso si me atacas, no va a causar mucho daño.

    El corazón de Azure latía demasiado aprisa en su pecho. Por mucho que odiara admitirle, James Bower lo había predicho todo correctamente. No había nada que pudiera hacer más que intentar arrastrar al bandido consigo.

    James Bower se enderezó, luego miró más allá de Azure durante un segundo.

    –Verás, muchacho, iba a dejar que tu amigo aquí presente se ocupara de ti. Ese era el plan original. Incluso ahora, aún estoy medio considerándolo. Él es un desgraciado debilucho, y con suficientes acuchilladas, expirarás igual de lento que tu compañerito. –Apuntó a Harlan, quien finalmente había colapsado a lado de la cabeza de Franziska, aunque aún estaba soltando sus últimos alientos. –Tú eres el que se merece una muerte lenta. Y no te preocupes, voy a dártela. El problema cae en que, aunque eres débil, te las arreglaste para matar a algunos de mis hombres, así que siento que se lo debo a ellos entregar justicia. Cuando realmente te pones a pensar en ello, no somos tan diferentes tú y yo. –James Bower los señaló a ambos. –Yo mato a tu amiga, tú vienes a buscarme e intentar matarme. Tú matas a mis amigos, yo vengo a buscarte y matarte. Creo que puedes ver como eso es justo.

    –Tú comenzaste esto, –dijo Azure, frenéticamente intentando pensar en una forma de comprar más tiempo, aunque eso probablemente no le ayude mucho.

    –Y ahora voy a terminarlo, –su tono de voz bajó hasta ser casi mortal. Luego hizo una seña circular hacia Uden.

    –Lo siento, Azure, –el mitad-diablillo dijo detrás de él.

    CAPÍTULO DOS

    EL REINO – Día 114

    ––––––––

    La mano de Azure instintivamente se estiró para tomar la empuñadura de su Espada de Florence. No había más tiempo para pensar. Tenía que actuar instintivamente ahora. En menos de un segundo, el mitad-diablillo enterraría sus dagas en la espalda de Azure. Quizás si hiciera un arco amplio, Azure podría interrumpir a Uden antes de que logre causar demasiado daño. Pero eso no se ocuparía de James Bower, quien se estaba desatando el garrote de su cinturón.

    Hubo un extraño sonido de silbido. Azure a penas y pudo registrarlo al mismo tiempo que sacaba su espada de su funda. El segundo en el que lo hizo, una ola de dolor se extendió desde cada uno de sus hombros cuando el mitad-diablillo hizo su movida.

    Uden Namud Nivel 10 provoca 50 puntos de daño.

    Hubo otro silbido, seguido de un gruñido. Azure estaba a punto de darse la vuelta y cortar a Uden por la mitad cuando escuchó a James Bower gritar ¡Nos están atacando!.

    El líder de los bandidos se había encorvado ligeramente hacia adelante. Bajando un poco la mirada, Azure se dio cuenta que una flecha había atravesado la parte de atrás del talón de James Bower.

    Sesto Bradley ya se había movido hacia adelante para ayudar a James, pero no logró avanzar mucho antes de ser disparado desde atrás. Azure no necesitó ver una notificación para saber que había sido un golpe crítico. Una flecha de metal sobresalía de su pecho. El daño era aparente por la rapidez con la que desapareció la luz de los ojos del clérigo.

    Por un momento, parecía como si James fuera a intentar atrapar a su camarada antes de caer, pero en vez de eso, se inclinó hacia un lado para dejarlo caer de cara al suelo.

    La sombra de un escudo plateado apareció enfrente de James Bower durante un segundo, y hubo un estruendo fuerte antes de que desapareciera. Azure no sabía que estaba sucediendo, no vio que James Bower lanzara un hechizo. Pero no había tiempo de sobre analizar las cosas. Lo que fuera que estuviera sucediendo había creado una distracción para que Azure escapara.

    Aunque quería ser él el que matara a James Bower, por el momento, Azure se dio cuenta de lo poco que importaba eso. Lo que de verdad importaba era que James Bower muriera, y Azure se quedaría y ayudaría a quien sea que pudiera lograrlo.

    A pesar de saber que Uden probablemente lo apuñalaría en la espalda de nuevo en cualquier momento, Azure tomó la oportunidad de lanzar Grasa. Extendiendo sus manos en dirección a James Bower, bañó al hombre en la espesa sustancia negra. Por lo menos, lo detendría un poco para que el arquero pudiera lanzarle otra flecha. Claramente, quien fuera el que estuviera disparando, tenía una puntería de mierda.

    Unos brazos se envolvieron alrededor de la cintura de Azure, jalándolo desde atrás. Luego escucho la voz de Uden.

    –Vámonos. Tenemos que irnos. ¡Ahora!

    Azure aún no tenía ni la más remota idea de que era lo que estaba sucediendo. Parte de él quería correr, pero una gran parte de él quería quedarse y pelear.

    James Bower cojeó hasta la línea donde comenzaba el bosque. Otra flecha zumbó en su dirección, pero fue capaz de esquivarla. Tasso England disparó su flecha en la dirección de la persona que les estaba disparando. Uden ya no parecía ser una amenaza, cambiando de bando una vez más en un intento de ayudar a Azure ahora que todo se estaba desmoronando. Por lo menos, eso fue un alivio.

    –No podemos dejarlo ir, –insistió Azure, manteniendo su decisión.

    Con la atención de Tasso enfocada en su agresor silencioso, este era el momento perfecto para atacar. Este estaba caminando cuidadosamente en dirección a James, sus ojos escaneando el bosque. Las flechas venían de alguna parte a la derecha, aunque no era claro si había uno o más enemigos. Cual fuera el caso, ellos permanecían ocultos correctamente. Azure no podía ver nada más que los árboles.

    –Quien sea que los esté atacando, se ocupara de ellos. Necesitamos irnos, –insistió Uden, jalando a Azure.

    –No. –Azure se alejó de Uden, pisando los dos cuerpos que bloqueaban su camino. Si no actuaba rápido, James Bower y Tasso England desaparecerían. Probablemente ya lo hubieran hecho si la pierna de James no estuviera lesionada y si Grasa no lo estuviera deteniendo. De por sí, Tasso y James ya estaban a un par de metros de la línea del bosque. Una vez que llegaran a esta, probablemente no los alcanzarían.

    Azure levantó sus manos, poniendo todo su enojo y energía en el hechizo. El calor recorrió sus brazos. Al momento de lanzar el hechizo, no le había importado que elemento estaba invocando. Esto era demasiado perfecto.

    El fuego salió de la punta de los dedos de Azure, quemando la tierra enfrente de él. Tasso levantó la mirada justo a tiempo, saltando y girando para evitar el golpe directo. El disparo atrapó la orilla de su falda, pero no le hizo daño a la persona. James Bower, por el otro lado, no tuvo tanta suerte. Concentrado en escapar, ni siquiera se había molestado de voltear cuando el rugido del fuego salió disparado detrás de él. La grasa hizo una de las cosas que mejor hace: ardió en llamas.

    James Bower gritó y cayó al suelo y rodó para extinguirse a sí mismo. Tasso England también gritó, aunque él no parecía estar herido de ninguna forma.

    Algo oscuro se alzó desde la línea del bosque y luego se extendió. Ahora distraído por las llamas que hambrientas consumían su cuerpo, James Bower era un objetivo fácil para la lluvia de flechas que descendieron del cielo. Tasso corrió de regreso hacia Azure para escapar de estas, evitándolas por muy poco. Pero estaba corriendo de regreso al peligro, ya que Azure tenía su espada lista.

    Rindiéndose al nuevo plan, Uden se quedó varios pasos detrás de Azure con sus dagas listas, usándolo como escudo humano en caso de que el mago de batalla intentara atacarlo. Tasso se enfocó en la amenaza más cercana, intentando dispararle a Azure a corto rango, aunque claramente eso lo ponía en desventaja. Cuando falló, Azure contraatacó balanceando su espada por encima de su cabeza. El mago de batalla rápidamente se movió fuera del camino, girando hacia atrás mientras al mismo tiempo tomaba otra flecha de su carcaj.

    La meta de Azure era mantener a Tasso ocupado hasta que James Bower expirara. Considerando que Azure sí lo había golpeado directamente, debería ver una notificación cuando eso sucediera.

    James Bower definitivamente era fuerte. Quemándose y con varias flechas sobresaliendo de su cuerpo, aún se aferraba a la vida.

    Ahora, todo lo que Azure podía hacer era asegurarse que Tasso estuviera demasiado ocupado como para poder lanzar un hechizo. Por lo que Azure podía recordar, el mago de batalla podía revivir a los muertos y lanzar Lluvia de Sangre. Había suficientes cadáveres a su alrededor, y al provocar lluvia sobre James Bower haría que el fuego que se los estaba consumiendo lentamente se apagará. Azure no permitiría que eso sucediera. Estaban demasiado cerca de ganar.

    Permaneciendo a salvo detrás de Azure, Uden no tomó muchas oportunidades para atacar. La mayoría de sus ataques fueron al azar y sin éxito. Estaba claro que estaba más enfocado en sobrevivir que en ayudar. Parte de Azure deseó que se retirara a la línea de árboles y dejara de estorbar. Con el mita-diablillo detrás de él, el rango de movimiento de Azure era limitado.

    – ¡Ve a esconderte! –Azure gritó por encima de su hombro cuando se tropezó con los pies de Uden al intentar esquivar una flecha en su dirección.

    Al mismo tiempo, apareció una notificación.

    James Bower Nivel 39 derrotado. Recompensa 390 PE.

    Una oleada de alivio llenó cada célula del cuerpo de Azure. Solo hace unos minutos, estaba casi seguro de su muerte. Ahora, el enemigo más poderoso al que se había enfrentado estaba tirado y muerto a solo unos metros de él. La confianza se extendió en Azure cuando se dio cuenta de que podría terminar esto. Una vez que acabara con Tasso, Los Chicos Bower ya no existirían. Su meta estaría completada.

    Una serie de micro eventos sucedieron todos juntos al mismo tiempo funcionaron como una distracción inesperada. Azure vio que Tasso comenzaba a alzar su arco para apuntar, pero la flecha se soltó antes de que pudiera terminar de apuntar. Durante una fracción de segundo, Azure pensó que el disparo había fallado hasta que el dolor surgió desde su pie, la punta de la flecha perforó su bota manteniéndolo fijo en el suelo.

    Tasso England Nivel 20 provoca 51 puntos de daño. Has quedado lisiado. Serás incapaz de moverte hasta que sanes. La habilidad de Esquivar disminuye un 30%.

    Apropiadamente, el icono del efecto era una bota roja con una flecha sobresaliendo de esta.

    La confianza de Azure disminuyó en cuanto se dio cuenta de la extrema desventaja en la que se encontraba. No tenía tiempo para beber ni una poción de sanación mientras estuviera ocupado defendiéndose a sí mismo. Y ahora que no podía moverse, estaba al descubierto por completo.

    Azure estaba a punto de tomar su escudo cuando Tasso se dio la vuelta y corrió hacia el bosque. Fue un movimiento inesperado considerando que el mago de batalla actualmente tenía una gran ventaja sobre él, pero Tasso claramente estaba más preocupado por los arqueros que aún se escondían entre los árboles que en terminar la batalla. Con toda honestidad, probablemente eso era lo mejor que él podía hacer: escapar.

    –Síguelo, –le dijo Azure a Uden.

    – ¿Estás completamente loco? El tipo puede matarme de un solo golpe, y el rango de su arco es mejor que el de mis dagas. Agradece que hayamos escapado de la muerte hoy. –El mitad-diablillo esperó hasta que el mago de batalla hubiera desaparecido en el bosque para rodear a Azure y quitarle la flecha de su pie.

    Azure siseó de dolor, sin siquiera molestarse en discutir y se concentró en sanarse a sí mismo. Buscando en su Bolsa de Contenidos, extrajo cinco Pociones de Sanación Menor de calidad Buena, las destapó y rápidamente se bebió los contenidos. Mientras lo hacía, mantuvo la mirada en la línea del bosque. No había forma de descifrar si Tasso había corrido para escapar o si aún estaba esperando, escondido detrás de los árboles, listo para atacar de nuevo.

    Sintiendo lo mismo, Uden se había vuelto a esconder detrás de Azure.

    –No estoy seguro si deberíamos cubrirnos o no. No hay forma de saber si esos arqueros son amigos o enemigos.

    –Estaban atacando a los Chicos Bower, no a nosotros. Apuesto a que es un grupo de personas que quiere cobrar la recompensa.

    –Si ese es el caso, puede que aún no hayan terminado. –Uden estaba tan cerca de Azure que podía sentir el aliento del mitad-diablillo en su cuello. –Estoy bastante seguro de que ahora yo estoy en la lista.

    –Tal vez debería hacerme a un lado y dejar que te maten, –lo regañó Azure.

    –Azure, mis manos estaban atadas. Tienes que creerme. Me encontraron cuando estaba de camino a Squall’s End después de que Tasso escapara. Tuve que endulzarle el oído a James para evitar que me asesinaran en ese momento. –No había tono de disculpa ni de miedo en su voz.

    Azure miró de reojo al cuerpo enorme de James Bower. Pero sus pensamientos no estaban en el líder de los bandidos muerto. Estaba demasiado ocupado evaluando si él hubiera hecho lo mismo en la posición de Uden. Aunque el mitad-diablillo claramente había estado de lado de los Chicos Bower cuando atraparon a Azure, no le costó nada cambiar de bando cuando tuvo la oportunidad de salvar la vida de Azure. Eso tenía que valer mucho.

    –No voy a protegerte si ellos deciden matarte, –dijo Azure. –Nunca te dije que te unieras a los Chicos Bower. –Eso fue tu error. Ahora, tendrás que lidiar con las consecuencias.

    – ¿Cuándo te volviste tan frío? Todo esto fue por ti.

    –No. –Azure sacudió la cabeza. –Todo fue por Janine. Independientemente de eso, esto es tu culpa.

    –Nunca hubieras llegado hasta aquí si no hubiera hecho lo que hice. –El enojo se notaba en la voz de Uden. –Casi sacrifiqué todo para que pudieras tener tu venganza. Mi vida. La vida de mi hermano.

    Azure suspiró, sabiendo que eso era cierto. ¿De qué otra forma Uden hubiera conseguido la información que Azure necesitaba sin acercarse a los Chicos Bower?

    –Bien. Si sobrevivimos a esto, yo le explicaré al Gremio del Aventurero tu involucración con los Chicos Bower, –cedió Azure.

    –Si sobrevivimos esto, –repitió el mitad-diablillo, sin sonar seguro. –Creo que deberíamos irnos y dejar que quien fuera que hiciera esto reclame su victoria.

    –No. No aún. Puedes correr de regreso a Squall’s End si quieres, pero yo quiero estrechar

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