Center Land: El viaje de Kendra, #3

Por Eileen Sheehan

Viajar al centro de la tierra para recuperar a su hijo de Center Land, es lo suficientemente intenso, teniendo que lidiar con mujeres rebeldes amazonas, animales prehistóricos y... sí... ¡los extraterrestres y zombis que pensaban que habían dejado en la superficie están ahí también! ¿No hay escapatoria del horror? Tienen un plan para acabar con los alienígenas y los zombis de una vez por todas... pero... ¿funcionará? La respuesta está en "Center Land", libro tres de la serie de suspenso y romance apocalíptico, El viaje de Kendra.

Lo que dicen los lectores:

"... Lo que sucede durante sus aventuras bajo tierra es simplemente alucinante. Nos encontramos frente a zombis, extraterrestres, Center Land, Amazonas, el virus, el romance, el amor, las realizaciones, el intento de asesinato, el secuestro ... lo que sea, hay algo para todos en este libro. ¡ME ENCANTÓ esta lectura! "

• Idioma: Español
• Editorial: Earth Wise Books
• Fecha de lanzamiento: 27 abr 2021
• ISBN: 9781071598221

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Contenido

Libros por Eileen Sheehan

¡Vamos a ponernos al día!

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Sobre el autor

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CENTER LAND

Libro Tres

Por

Eileen Sheehan

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Este libro es un trabajo de ficción. Los personajes, nombres, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o se utilizan de forma ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, sucesos o lugares es pura coincidencia.

Aviso ** Algunas partes de esta historia pueden resultar demasiado gráficas, sexualmente explícitas o violentas para lectores sensibles. Esta novela está destinada a lectores maduros.

** Este libro tiene un adelanto de otro de los thrillers románticos de fantasía de Eileen Sheehan al final.

Este libro está dedicado a los fanáticos de la fantasía y los fenómenos paranormales de todo el mundo que disfrutan de las emociones fuertes con algo de romance. Su apoyo a mi trabajo significa mucho.

¡Vamos a ponernos al día!

Bienvenido al tercer libro de El viaje de Kendra. Vamos a ponernos al día un poco antes de comenzar nuestra historia.

En el libro uno, Donde caminan los zombis, conocimos a Kendra, que era solo un bebé en brazos, cuando estalló la guerra en el planeta. Mientras que muchos miembros ricos de la humanidad trasladaron sus hogares al centro de la tierra para evitar la destrucción que trajo al planeta el lanzamiento de la guerra nuclear, algunos, como la familia de Kendra, buscaron refugio en un refugio antiaéreo que fue construido por sus antepasados durante la decada de 1950, cuando el primer susto nuclear arrasó con la población. Justo antes del lanzamiento inesperado de la guerra nuclear, se encargó a tres científicos que crearan y liberaran un virus zombi en Rusia con la intención de dominarlos. El plan incluía liberar la cura una vez que se logró. Pero, de los planes mejor trazados…. Entonces, cuando la guerra nuclear fue lanzada sobre el planeta por un pequeño grupo de gobernantes equivocados, los científicos se dispersaron y se perdieron. Con ellos fue la cura zombi.

Para aumentar el caos, el pequeño grupo de líderes comenzó a trabajar con una raza alienígena para controlar el planeta. Pronto, los alienígenas se hicieron cargo por completo. Este nuevo régimen alienígeno consideraba a los humanos como un manjar para la mesa. Su insatisfacción por el daño causado a la raza humana por la mutación nuclear era aguda y se enfocaron principalmente en devolver a la humanidad a un estado puro a través de la destrucción de los mutantes y la reproducción de los humanos sanos y normales; como lo harían los granjeros con su ganado.

En un esfuerzo por mantener el control y el orden, el régimen extranjero aplicó reglas estrictas. Una de estas reglas se refería a la religión. A la humanidad se le dio un dios alienígeno específico para adorar. Cualquier otro tipo de adoración a la deidad se castigaba con la muerte. La familia de Kendra y los amigos cercanos que se apiñaron en el refugio antiaéreo y vivieron como sardinas en una lata durante la mayor parte de un año eran paganos nórdicos. Su madre y su padre eran su sacerdote y sacerdotisa. Cuando los ciborgs que patrullaban por el régimen alienígena descubrieron su pequeño pueblo y los signos de su práctica religiosa, el pueblo fue aniquilado. Algunos fueron tomados como esclavos y otros como alimento. Los padres de Kendra fueron asesinados de inmediato.

Lo que los ciborgs no se dieron cuenta fue que, no solo estaban ejecutando líderes religiosos deshonestos, sino que estaban ejecutando a dos de los tres científicos que crearon el virus zombi y poseían la fórmula para su cura. Los padres de Kendra habían mantenido en secreto este hecho sobre sí mismos porque temían convertirse en esclavos de los extraterrestres que ahora controlaban el planeta. En cambio, inocularon su aldea contra el virus y dejaron que el virus se propagara con la esperanza de que finalmente acabaría con los alienígenas.

El tercer científico fue la tía de Kendra, Olga. Olga estaba recolectando alimentos básicos en la naturaleza cuando los ciborgs destruyeron su aldea y mataron a su hermano y su esposa. Cuando regresó, encontró a tres niños pequeños sentados en medio de los escombros humeantes que alguna vez fue su aldea. Esos niños pequeños eran Kendra y sus dos primos, Rupert y Felix. El pie de Felix resultó dañado durante el parto; dejándolo con un pie zambo que podría hacer que lo confundan con un mutante nuclear.

Reuniendo todos los restos que pudo salvar, tomó a los tres niños pequeños y les instaló un hogar en una cueva apartada donde podría criarlos sin ser descubiertos. Mantuvo su identidad, así como la de Kendra, un secreto incluso para Kendra por temor a ser descubierta. Kendra literalmente creció sin saber su apellido por razones de seguridad.

Kendra demostró ser la fuerte y valiente de las tres. Aprendió a usar un arco y se volvió extremadamente competente para proporcionar comida a su pequeña familia. Fue durante una de estas cacerías que se encontró con una hermosa desconocida, llamada Ari. Sin que Kendra lo supiera, Ari era uno de los exploradores enviados por una sociedad secreta que vivía por debajo del radar del régimen alienígena en la boca de la abertura del camino que conducía a un santuario en el centro de la tierra. La gente de Ari sabía de los padres de Kendra y de su muerte, pero también sabían que quedaba un niño pequeño con vida. Con la ayuda de una máquina experimental, tenían la intención de encontrar a Kendra y usar la máquina para sacarle los recuerdos de su infancia con la esperanza de que sus padres hubieran discutido información sobre el virus zombi y su cura en su presencia. El problema era que todavía no había un superviviente de nadie en el que se utilizara la máquina. Poner a Kendra en esa máquina era una muerte casi segura para ella. Insegura de cómo convencer a Kendra de que simplemente la siguiera de regreso a su pueblo, decidió dejarla regresar a casa y, con la ayuda de su hermano gemelo, Baelil, la rastrearía hasta su casa y la secuestraría si era necesario.

Mientras tanto, el primo de Kendra, Rupert, decidió reclamar a Kendra como su compañera contra su voluntad. Furioso por haber sido rechazado, abandonó el campamento. Como le habían dicho recientemente sobre sus verdaderas identidades, Olga temía que, en su ira y rabia, hiciera algo de lo que todos se arrepentirían; como traer al régimen de vuelta a la cueva. Entonces, de mutuo acuerdo, empacaron sus pertenencias y fueron en busca de un nuevo hogar.

Fue durante esta búsqueda que un vagabundo fuerte, sexy, carismático y muy guapo llamado Rex llegó a su campamento. Olga y Rex se llevaron bien de inmediato y, poco después, Rex y Kendra se enamoraron.

Mientras Kendra y Rex estaban en el desierto y en medio de la pasión, Baelil se acercó a ellos y pateó a Rex en la sien antes de llevarse a Kendra. Él y Ari llevaron a Kendra de regreso a su aldea. A diferencia de Ari, que era básicamente de buen corazón, Baelil tenía una veta egoísta y mezquina en él. Le mintió a Ari y le dijo que Kendra se había escapado para poder mantener a Kendra prisionera y esclava sexual el mayor tiempo posible. Cuando finalmente la descubrieron, él la convenció de que se casara con él para evitar ser puesta en una rotación reproductiva que funcionaba de manera similar a la que operaba el régimen extranjero. Cuando Ari descubrió que Kendra había sido engañada para que pensara que podía verse obligada a unirse al grupo reproductivo y que no tenía más remedio que casarse con su hermano, ayudó a Kendra a escapar. En este punto, Kendra estaba embarazada y no estaba lejos de su hora de entrega, pero estaba decidida a liberarse de Baelil, por lo que aprovechó la oportunidad y se enfrentó a estar sola en una tierra donde fácilmente podría encontrar zombis.

Rex y Olga nunca dejaron de buscar a Kendra y estaban cerca cuando ella escapó. Reunidos, la llevaron a casa para descubrir que Félix había desaparecido. Mientras buscaba, Rex admitió a Olga que les había mentido cuando dijo que no se había visto afectado por la exposición nuclear que sufrió cuando era niño. Aunque no hubo alteraciones físicas, tenía poderosas habilidades psíquicas y podía realizar telequinesis. En lugar de enojarse, Olga lo instó a ejercitarlos y fortalecerlos. Una de las primeras cosas que hizo fue usar sus habilidades psíquicas para ver dónde podría estar Felix. No solo vio que Félix estaba en una cueva oscura, sino que también notó que el joven estaba herido y con fuertes dolores.

Creyendo que la cueva en la visión de Rex era en la que habían vivido durante tantos años, a pesar de que Kendra estaba embarazada, todos se dispusieron a encontrar a Félix. Cuando llegaron allí, descubrieron que Félix había sido cruelmente castrado por Baelil y sus hombres. En lugar de matar, la castración era la práctica de la comunidad de Baelil y Ari, así como de los sectores más humanos del régimen alienígeno, cuando se encontraban con mutantes para que no pudieran reproducirse y transmitir la genética mutada. El pie zambo de Félix los convenció de que era un mutante que simplemente lo estaba negando para salvarse de ser castrado o algo peor. En su crueldad y enojo porque Felix no pudo decirle dónde estaba Kendra, Baelil no trató la herida después de castrar a Felix. Simplemente lo dejó tendido en el dolor para morir.

Después de tratar a Félix lo mejor que pudieron, se acomodaron para pasar la noche con la intención de regresar a casa por la mañana. El viaje había sido agotador para Kendra y trajo una entrega anticipada. Cuando Rex se despertó a la mañana siguiente, descubrió que había dormido durante el nacimiento del hijo de Kendra.

No pasó mucho tiempo después de que regresaran a casa cuando Baelil vino a buscar a Kendra. Siguió una batalla en la que Olga recurrió a la magia de los dioses para ayudar contra la magia que la bruja psíquica de Baelil estaba usando y Rex recurrió a sus propios poderes para igualar las probabilidades contra el gran grupo de hombres de Baelil. Pero fue Kendra quien acabó con la vida de Baelil.

Durante la batalla, Ari había sido capturada. Una vez que se retiraron, Olga pasó algún tiempo hablando con Ari. Algo que dijo Ari convenció a Olga de regresar con ella para ayudar a crear la cura zombi. Para cuando Kendra y Rex se despertaron, ella ya se había ido.

Esto nos lleva al libro dos, El régimen.

A petición de Olga, Ari dejó la superficie de Center Land para ir a buscar al resto de su familia. Durante su viaje, se encontró con una manada de zombis inteligentes que lograron capturar y comerse a su caballo mientras aún estaba vivo. Traumatizada, se vio obligada a encontrar el camino a la casa de Kendra a pie.

Mientras tanto, Kendra y Rex estaban cazando. Con su suerte en el lado negativo, decidieron separarse y volver a encontrarse al final del día. Kendra se encontró con una patrulla cyborg y huyó en una dirección que la llevó demasiado lejos de su lugar de encuentro para que fuera posible llegar antes del anochecer. Se vio obligada a acampar por la noche y encontrar el camino al lugar de reunión a la mañana siguiente.

Rex llegó al lugar de reunión antes del anochecer y pasó la noche esperando a Kendra. Temprano en la mañana, un extraterrestre y sus goonies cyborg se le acercaron y lo llevaron cautivo.

Al llegar al campamento y descubrir que Rex ya no estaba allí, Kendra esperó un rato a que regresara antes de decidir que debía haberse ido a casa sin ella. No solo estaba molesta al descubrir que él no estaba allí, sino que estaba muy triste de encontrar a Ari esperándola.

Mientras atendía las cosas en el frente de la casa, Félix tuvo que esconderse de un dron que flotaba sobre los terrenos mientras tomaba fotos. Cuando se lo mencionó a Ari y Kendra, estuvieron de acuerdo en que ya no era seguro quedarse allí. Es lo que finalmente convenció a Kendra de ir donde Olga en la superficie Center Land.

Los alienígenas no solo usaron a Rex en el programa de reproducción, sino que usaron su genética para crear un cyborg que se parecía exactamente a él y tenía algunos de sus recuerdos. Kendra estaba en esos recuerdos, así que enviaron al cyborg a buscarla. Llegó a su casa justo cuando ella, Félix y Ari estaban decidiendo irse y los siguió hasta que capturó a Kendra.

Incapaces de seguirla y rescatarla por temor a que los extraterrestres pusieran sus manos sobre Eugene, Felix y Ari continuaron hacia Center Land. Dejando al bebé al cuidado de la guardería del pueblo, Olga, Ari, Felix y algunos soldados se dirigieron a rescatar a Kendra y Rex. -Poco se dieron cuenta de que la aldea enviaría a Eugene a la tierra interior junto con los otros niños.

Los soldados estaban resentidos con Ari porque creían en los chismes sobre que ella era una lesbiana cobarde que se escondió durante la batalla que le quitó la vida a su hermano. Mientras estaban en ruta, tres soldados se escaparon del campamento y la violaron por despecho. Al descubrir esto, Félix los mató y, con la ayuda de Ari, hizo que pareciera que habían sido atacados por zombis. Esto unió a la pareja.

Mientras el equipo de rescate estaba en camino para salvar a Kendra, su cuidadora, Josie, se sacrificó a los guardias alienígenos para asegurar un escape seguro para Kendra, Rex y un bebé que fue uno de los nacidos de Rex durante su cautiverio y fue colocado en casa de Kendra a su  cuidado para asegurarse que viviera. Rex estaba incapacitado por las drogas con las que los extraterrestres llenaban su cuerpo, por lo que le correspondía a Kendra conducir el carro de pony que Josie aseguró a la libertad. Se encontraron con los soldados del equipo de rescate en el camino y los llevaron a reunirse con Olga y Félix. Olga inmediatamente trabajó en un remedio para que Rex volviera a la normalidad.

Cuando los cyborg invadieron su campamento para recuperar a Kendra y Rex, Ari demostró su valentía al unirse a la batalla con una crueldad que sorprendió a los soldados. Cambió la mente del líder que había escuchado los chismes y la abrazó en el círculo de soldados. - Pero, para Ari, fue muy poco y demasiado tarde.- Fuera de control por la rabia y aun teniendo un poco de la droga alienígena en sus venas, Rex terminó la batalla enloqueciendo y destrozando a los cyborg, miembro por miembro.

Una vez de vuelta en la aldea, Kendra y Rex lucharon con sus demonios internos. Aunque escaparon de los alienígenas, quedaron emocionalmente dañados; cada uno creyendo que el otro ya no lo quería debido a la forma en que se usaron sus cuerpos. En lugar de enfrentar las cosas y hablar, se enfocaron en encontrar una manera de sacar a su hijo de la tierra interior.

Ari sorprendió a Félix al demostrarle que, a pesar de que había sido brutalmente castrado por su hermano, aún podía actuar como un hombre. Abrumado por el alivio y la gratitud, le pidió que se casara con él. Durante la recepción de su boda, algunos soldados borrachos admitieron ante Ari que sentían que la capacidad de Rex para destruir a los cyborg con sus propias manos no era normal y tenían la intención de que lo examinaran para ver si era un mutante. Sabiendo completamente lo que la aldea le haría a un mutante, instó a Félix a que se llevara a Rex mientras los soldados dormían por los efectos de la bebida de la recepción de la boda.

Sabiendo que Kendra y Rex nunca huirían de la aldea sin Eugene a salvo con ellos, decidieron deslizarse al interior de la tierra para encontrarlo. Todos se reunieron a las afueras de la aldea en la oscuridad de la noche; Felix, Ari, Olga, Rex, Kendra y el bebé de Rex. Esta acción fue el catalizador para liberar algunas de las barreras que existían entre Rex y Kendra, quienes se unieron como uno solo para la misión.

Aunque Ari se crió allí, no estaba al tanto de las formas de entrar y salir. Todo lo que pudo hacer fue llevarlos a la abertura que conducía a la tierra interior. Después de eso, se quedaron solos.

Esto nos pone al día para que podamos continuar con nuestra historia. Entonces, ahora, continuamos con CENTER LAND, Libro Tres del Viaje de Kendra...

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Kendra estaba en un estado de confusión y asombro mientras se deslizaba por la estrecha abertura entre dos grandes rocas que descansaban con majestuosa fortaleza contra la base de la montaña después de años de luchas ambientales y vio el laberinto de túneles ante ella. A lo largo de los años, Ari había explorado y buscado la entrada a la tierra interior y había descubierto lo que ella llamaba una puerta trasera a los túneles. A través de esta entrada, las probabilidades de encontrar un guardia eran casi nulas.

Mientras tiraba de su esbelto cuerpo a través del espacio entre las rocas, los ojos marrón chocolate de Kendra se agrandaron ante la vista que la esperaba. Luces pequeñas y tenues iluminaban el interior lo suficiente para compensar la oscuridad natural de la cueva. Si bien sus ojos se desviaron de la luz que proporcionaba el brillo de la luna llena mientras el camino tomaba un poco de tiempo, finalmente pudo ver cómodamente su entorno. Había rieles de lanzadera que se extendían y se entrelazaban alrededor de las esquinas como tentáculos. Los siguió con la mirada hasta que desaparecieron en la oscuridad.

El sonido del suave gemido de Rex cuando forzó su gran cuerpo a través de la estrecha abertura la trajo de vuelta a la realidad de su situación.

Maldita sea, jadeó mientras pasaba su pierna y luchaba por recuperar el equilibrio. No estaba seguro de pasar por eso.

Está bastante apretado, dijo Ari en tono de disculpa. No pensé en eso, pero me alegro de que te hayas adaptado. La única otra forma que conozco sería la entrada principal y correríamos el riesgo de encontrarnos con alguien.

¿Lo patrullan? preguntó.

Ella sacudió su cabeza. No sé el horario para ir y venir.

Él asintió lentamente. Entonces, es algo bueno que encajé.

¿Ahora qué? Preguntó Félix mientras colocaba su cuerpo para que Olga atara al bebé Rexford a su espalda con el habitáculo improvisado que se hacía con una sábana.

¿Estás seguro de que quieres llevarlo? Preguntó Kendra. Yo puedo hacerlo. O Rex puede.

Felix le dio una mirada de desaprobación. "Aún necesitas tiempo para recuperarte de tu terrible experiencia y necesitamos que Rex esté libre para defendernos. Además... ¿es mi sobrino o no?

Olga resopló. No he tenido la oportunidad de comprobar su genética, pero seguro que parece que viene de Rex.

No necesito pruebas. Kendra lo ha aceptado como de ellos, así que es familia, dijo Félix con convicción. Soy el cuidador del bebé en esta familia. Cuidaré de él hasta que me canse. Ahora, vamos.

La pregunta es, adónde ir. Este es un laberinto de túneles. ¿Qué pasa si seleccionamos el incorrecto? ¿Tenemos alguna idea de adónde conducen? Musitó Olga. Ella miró a Ari. ¿Alguna vez saliste de esta ciudad del interior de la tierra? ¿Sabes qué lo rodea?

Ari negó con la cabeza. Mantuvieron una estrecha ventaja sobre nosotros. Nos mantuvieron dentro de los límites de una pared.

¿Todo el tiempo que estuviste allí? Preguntó Kendra con sorpresa.

Ari asintió.

Eso es como una prisión, jadeó Felix.

Ari se encogió de hombros. Nos mantuvimos ocupados con el entrenamiento. Aunque, algunos fueron sacados y...

Cuando no continuó, Félix la presionó para que terminara su declaración. "¿Y qué? Algunos fueron sacados y ¿qué?

Bueno, dijo con una voz pensativa que insinuaba sospecha y preocupación. No regresaron. Pensé que habían salido a la superficie, pero nunca los he visto.

¿Ni uno? Preguntó Kendra.

Tal vez tienen un lugar especial para los niños que no pueden hacerlo como soldados y nunca pensé en preguntar, razonó Ari. A pesar de que…

¡Qué! Felix dijo con exasperación. Cuéntanos, ¿quieres?

A veces se llevaban a los bebés y nunca los volvían a traer, admitió tímidamente. Luego, tomando una respiración profunda, agregó: Yo era una joven absorta en mi misma. Estoy segura de que hay lugares a los que los llevan para diferentes entrenamientos y nunca me molesté en averiguarlo.

En la ciudad alienígena, tiraban a los bebés como basura o se los comían, dijo Kendra con amargura. Algunas personas fueron sometidas a servidumbre, pero la mayoría fueron criadas y criadas para alimentarse. Esa es la única razón por la que incluso quieren repoblar la tierra con humanos. Para comida. Iban a tirar a ese bebé si no hubiera logrado que lo amamantara. Por supuesto, probablemente solo lo estaban engordando para su mesa.

Olga se tapó los oídos. No puedo escuchar esto.

Es horrible, coincidió Ari.

Es la realidad, dijo Kendra con un tono plano.

Rex tiró de ella y la abrazó protector y apoyó la barbilla en la parte superior de su cabeza. Estaba demasiado drogado para entender realmente lo que estaba pasando. Quizás fue una bendición. Lamento mucho que hayas estado expuesta a un mundo así.

Solo me pregunto en qué mundo se encuentra mi hijo en este momento, dijo Kendra con voz quebrada.

Realmente estaba preocupada por el paradero y el bienestar de Eugene, pero también estaba desconcertada y llena de alegría por la muestra de afecto protector de su esposo. Tardaba mucho en llegar.

Como yo, intervino Felix.

Empecemos y averigüémoslo, dijo Olga.

Sin esperar, eligió un túnel y comenzó a caminar por él, junto a la barandilla. Después de un momento, saltó a un lado y aplastó su cuerpo contra la pared. Les pidió a los demás que hicieran lo mismo mientras explicaba que quería ver cuánto espacio tendrían entre ellos y un transbordador que pasara, en caso de que uno se cruzara en su camino. Satisfecha de que había suficiente espacio, continuó guiándolos hacia las profundidades de la oscuridad.

A medida que se adentraron más en los túneles, las luces de la superficie se volvieron menos visibles, el pánico aumentó en Kendra y Felix. Ambos nunca se sintieron cómodos en completa oscuridad. Olga lo atribuyó a un recuerdo profundamente arraigado de cuando eran bebés y el humo sofocante de la quema de sus casas bloqueaba toda visibilidad. Provocó una reacción subconsciente que solo surgió cuando la visibilidad se parecía a ese día.

Puede que no fuera un soldado entrenado como Ari, pero Rex era un superviviente. Una de las cosas que tuvo la previsión de empacar fue una cuerda larga y pesada. A su sugerencia, formaron