PETER PAN EL MISTERIO DEL NIÑO VAMPIRO
Quien haya leído las novelas de James Matthew Barrie o haya visto algunas de las muchas películas en torno a las aventuras de Peter Pan y los Niños Perdidos en el País de Nunca Jamás, tal vez no haya reparado en diversos aspectos relacionados con la mente y los sueños, entre otros que han dejado perplejos a los investigadores modernos que se han interesado por la obra del escritor escocés, según discutiremos más adelante.
UNA ZONA CREPUSCULAR
Peter Pan y los personajes que lo acompañan–incluido el capitán Garfio y sus piratas acólitos–pueden parecernos muy actuales por su ubicuidad en el cine, pero desde 1924, año en que se estrenó la primera película, se han producido más de una docena de versiones sobre la vida y hazañas de estos personajes.
Si nos remitimos al final de la novela, podríamos afirmar que estamos ante una historia interminable, ya que mientras haya niños Peter Pan seguirá llevándoselos a ese mágico país donde solo pueden ir los niños… A Wendy le seguirá su hija Jane y, a la hija de Jane, su hija Margaret, y así sucesivamente, según narra Barrie: “Naturalmente, al final Wendy los dejó partir juntos [con Peter Pan]. Nuestra última mirada nos la muestra en la ventana, contemplándolos mientras se alejan por el cielo hasta hacerse tan pequeños como las estrellas. A medida que observáis a Wendy, Jane e Margaret Peter Margaret Margaret Peter .
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