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Espada de Draskara: Hechiceros de Syndrial 2, #2
Espada de Draskara: Hechiceros de Syndrial 2, #2
Espada de Draskara: Hechiceros de Syndrial 2, #2
Libro electrónico342 páginas4 horas

Espada de Draskara: Hechiceros de Syndrial 2, #2

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Información de este libro electrónico

Nathan está acomodándose de nuevo a su vieja de la mejor manera posible. Su misteriosa novia y nueva carrera de escritor no reducen su determinación de recuperar a su hermano. Cuando Thoth lo invoca y le dice que debe recuperar un arma mágica que puede matar a un dios, Nathan tiene una condición. A pesar de las advertencias de Thoth, Anubis accede a traer de vuelta a Luca, pero la magia siempre tiene un precio, y Nathan puede no estar dispuesto a pagarlo cuando llegué el momento.

Nathan y Luca están de vuelta en Syndrial para otra peligrosa aventura. Recurar la Espada de Draskara será un desafío peligroso cuando se enfrenten al dios de Kradga. Aun con sus habilidades combinadas, ellos necesitaran la ayuda de poderosos aliados.

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento4 nov 2018
ISBN9781386443803
Espada de Draskara: Hechiceros de Syndrial 2, #2

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    Espada de Draskara - Rain Oxford

    Previamente, en los Hechiceros de Syndrial…

    Yo era un tipo completamente normal. Trabajaba en una tienda de libros usados mientras conseguía mi título en literatura. En mi tiempo libre, era un maestro de los cuartos de escape, jugaba juegos de estrategia, leía, escribía ficción de crímenes y disfrutaba de una saludable adicción a la cafeína. También estaba maldito; todos los que me importaban salían lastimados.

    Mi hermano, Luca, era mi mejor amigo y un gran dolor en el trasero. Él era brillante, amaba todo sobre la historia Antigua y se mantenía a mi lado cuando todos los demás huían asustados de mi maldición. Juntos podíamos solucionar cualquier problema.

    Entonces, en mi cumpleaños número veinticuatro, ambos caímos a través de un portal y terminamos en un mundo llamado Syndrial. Syndrial estaba lleno de monstros y magia, gobernado por múltiples dioses. El Antiguo Egipto se originó de la cultura de este mundo. Las personas que usaban magia eran conocidas como hechiceros y todos sabían sobre los dioses. La mayoría de la gente vivía en ciudades llamadas reinos, y cada reino tenía un templo lleno de sacerdotes y una pirámide en el centro de este templo.

    Cada niño de Syndrial era probado en busca de magia en sus cumpleaños entre las edades de cinco a diez. Aquellos niños que eran encontrados con suficiente poder eran admitidos en el templo para ser entrenados. Las niñas con magia eran exiliadas al desierto. Cuando un aprendiz estaba listo, este pasaba por una serie de pruebas que desafiaban su magia y su mente. El propósito de estas pruebas era ganar el favor de uno de los dioses, quien les daría una habilidad espacial a cambio de su lealtad. El niño se convertiría en un sacerdote y seria llamado por su título, el cual estaba basado en su habilidad.

    Ya que Luca y yo aparecimos en medio de una de estas ciudades, fuimos llevados a los sacerdotes donde nos hicieron la prueba. Yo tenía magia, mientras que Luca no. Su primera reacción fue matar a Luca, con lo que yo no estaba de acuerdo. Entonces, ellos decidieron matarnos a ambos, pero antes de que pudieran, la diosa Isis apareció y nos dijo que ella y los otros dioses necesitaban nuestra ayuda. Yo me encontraba escéptico.

    Isis escribió los nombres reales de cada persona y dios en Syndrial. En Syndrial, los nombres tenían poder, y aun un pésimo hechicero como yo podía matar a alguien con el nombre de esa persona. Un hechicero poderoso podía controlar a los dioses. Por eso, los nativos de Syndrial recibían un nombre falso cuando nacían y sus nombres reales eran mantenidos en secreto.

    Resultaba que yo había nacido en Syndrial, pero fui enviado a otro mundo el día en que nací y por eso mi nombre no estaba incluido en el libro. Eso significaba que el libro no podía ser usado en mi contra, y cuando este fue robado, los dioses querían que lo recupere. Ellos creían que quien lo había robado era un semidiós llamado Pintor.

    De mala gana accedí a ayudarlos con el fin de regresar con Luca a casa vivos. Comencé a estudiar magia, y a lo largo del camino, conocí gente extraña, incluyendo a Keira, quien luego descubrí era la diosa gato, Bast. Ella me ayudo un par de veces en su forma felina, la cual era un gran jaguar negro. A diferencia de los otros dioses que tomaban recipientes, ella creo su propio cuerpo. Con este, ella podía cambiar de forma, pero no podía vivir con los otros dioses en su tierra.

    Cada templo rodeaba una pirámide. Cada templo veneraba a un dios particular, excepto el Alto Templo (donde eran entrenados los aprendices). Excluyendo a Bast, cada dios tenía un recipiente mortal. Estos recipientes eran nativos de Syndrial que vivían solos en las pirámides, solo pudiendo ver a un sacerdote que cuidaba de ellos. Cuando los dioses querían visitar Syndrial, ellos poseían al recipiente. El Alto Templo y la Gran Pirámide eran tierra neutral. Los recipientes eran mantenidos completamente puros, nunca se les permitía dejar sus pirámides sin sus dioses dentro de ellos.

    Luca y yo accidentalmente rescatamos a un mago de otro mundo que había sido atrapado, este me ofreció en gratitud un anillo y un libro mágico. El anillo podía transportarme al último mundo y tiempo que había visitado siempre y cuando lo llevara puesto. El libro podía esconder o cambiar los hechizos que contenía en caso de que alguien más pusiera sus manos sobre él.

    Con la ayuda de Luca, descubrí que mi madre había sido el recipiente de Isis. También descubrí que varios de los sacerdotes estaban matando niños por su poder en vez de exiliarlos. Conocí al Pintor y él no era particularmente vicioso, por lo que cuando uno de los sacerdotes renegados secuestró a Luca, yo inmediatamente fui al Pintor por ayuda para derrotarlos.

    Su consejo fue tomar las pruebas, lo cual hice. De hecho, impresioné los suficientes dioses durante estas que tuve la posibilidad de elegir a quien quería. Yo elegí a Thoth, y la habilidad que se me otorgó era la de la escritura. Cualquier cosa que escribiese se volvería realidad, siempre y cuando yo fuera lo suficientemente fuerte y determinado. Me convertí en el Escritor.

    Pintor y yo desterramos a los sacerdotes asesinos a Kradga, la versión del Infierno de Syndrial. En verdad no fue tan difícil ya que trabajábamos genial juntos. El Pintor también tenía un anillo mágico que lo hacía inmortal y suministros de pintura mágicos que hacían su magia ridículamente eficiente. Inmediatamente después, el disfraz de Pintor se desvaneció y descubrí que él era mi gemelo idéntico. Yo me encontraba obviamente alterado, pero él me explicó todo lo que había llevado a sus tendencias psicópata asesinas.

    Set había violado a nuestra madre para producir un heredero que pudiera obtener el Libro de Nombres, el cual Isis le había confiado a su recipiente. Nuestra madre nos envió a otro mundo para protegernos de los sacerdotes que la atacaron inmediatamente después de nuestro nacimiento. Él Pintor sabía esto porque él había estado allí…dos veces.

    Él había sido abusado por todos aquellos que se suponía que debían amarlo y cuidar de él, incluyendo nuestro padre. Cuando Set lo envió al pasado para ser entrenado por los sacerdotes, Pintor fue un prodigio. Set estaba orgulloso y tan pronto como Pintor pasó sus pruebas, Set lo recibió con brazos abiertos. Luego Pintor se suponía que debía obtener el libro de nuestra madre, pero en vez de eso él terminó salvándola a ella y a nosotros. Desafortunadamente, él no pudo detener al sacerdote antes de que este apuñalara a nuestra madre en el pecho y la empujara a través de un portal.

    Después de escuchar esta historia, fuimos en busca del sacerdote que la había matado y había tomado el Libro de Nombres. Había sido el único que debía cuidar de ella. Estábamos tan furiosos que hicimos que Isis se lo llevara para hacernos cargo de él más tarde. Nunca descubrimos su nombre de poder. Pero si, de hecho, recuperamos el libro.

    Luego descubrí que las mentiras del Pintor iban mucho más profundamente de lo que temía. Yo recordaba haber crecido con Luca, pero todos esos recuerdos habían sido credos por el Pintor, quien se convertía en Luca cuando se ponía el amuleto que había obtenido de nuestra madre. Pero eso no era lo peor. Él solo había estado conmigo por un corto tiempo. Cuando él era Luca, él no tenía poderes y tenía todos los recuerdos y debilidades que se había dado a sí mismo.

    Yo podría haber perdonado todo eso. Podría haber aceptado y amado a mi hermano. Podría haber curado las heridas emocionales que el resto de las personas le había ocasionado. Pero él también había asesinado a mis padres adoptivos y a mi primera novia. Él era la maldición que lastimaba a todos los que me importaban.

    Por lo que lo encerré en un libro. Era como un mundo de fantasía donde él podía hacer lo que quisiera, excepto que no afectaría nadie en el mundo real. Yo me juré a mí mismo que me volvería lo suficientemente poderoso para salvarlo de sí mismo antes de liberarlo del libro.

    Capítulo 1

    ─ ¿Le disparaste?

    ─Doce veces ─respondió Keira.

    ─Bien ─dije. ─Yo le di a Amanda. ¿Te dispararon?

    ─No. ¿A ti?

    ─No. ─ Escuché un grito de triunfo en otro piso, pero no me arriesgaría a emerger de mi escondite hasta que Keira y yo estuviéramos más al tanto de la situación. ─Intenté darle a Eli, pero encontró un escudo. ¿Has visto alguna vaina?

    El laberinto escasamente iluminado era ya difícil de cruzar sin fuego enemigo. Keira y yo usábamos ropas oscuras y botas por lo que la luz negra no hacia nuestra posición obvia. Sin embargo, las luces laser en el techo, la pintura brillante y los coloridos postes brillantes por todos lados eran desorientadores.

    ─Hay una al final de ese pasillo. ¿Crees que valga la pena ir por ella?

    ─Hay tres vainas con trampas y seis buenas. Eli encontró un escudo, Amanda obtuvo una actualización de disparo y Megan consiguió invisibilidad. Las chances son cincuenta-cincuenta de que sea una trampa. Mi papa me enseñó que es mejor tomar el riesgo y desear no haberlo hecho, que no hacer nada y desear haberlo hecho. Voy por ella. Cúbreme.

    ─Estoy en eso.

    Espié a la vuelta de la esquina y vi que no había moros en la costa. Abrazando la pared, me hice camino hacia el pasillo del laberinto hasta llegar a un estante en la pared, sobre el cual había un brillante botón rojo. ─Sera mejor que no seas una trampa. ─Presioné el botón.

    ─El jugador ha obtenido invencibilidad. El jugador no será deshabilitado después de un golpe. ─dijo mi chaleco con luces azules.

    ─Genial. ─Me escabullí hacia Keira y le dije lo que había obtenido.

    ─La base del equipo Rojo ha sido destruida. ─Se oyó la voz del maestro del juego de los altavoces en el techo.

    ─Mierda. Eso significa que Megan y Jim están en la delantera ─ dije.

    ─Aún podemos tomar su base.

    ─Está bien. Este es el plan. Los Verdes irán tras nuestra base. Encuentra a Amanda y Eli. Ellos son los que tienen menos puntos; no pueden ganar. Ayúdalos a tomar la base Verde. Nosotros no necesitamos los puntos, solo necesitamos que los Verdes los pierdan. Atraeré la atención hacia mí y los llevare lejos de su base. Me golpearan un par de veces, pero podemos aguantarlo si logras matar su base. Especialmente si obtenemos los puntos por hacerlo. Ellos no saben que no puede deshabilitarme, y ellos si pueden serlo, por lo que cuando uno de ellos me golpee, dispararé rápidamente de vuelta.

    ─Ellos son dos y tú solo uno.

    ─Si puedo lograr deshabilitarlos a los dos, puedo dispararles rápidamente a ambos hasta que tú y el equipo Rojo tomen la base Verde. Recuerda; no se trata de ganar, se trata de asegurarnos que el equipo Verde pierda.

    Ella asintió y me besó. Aun un simple beso de ella me quitaba el aliento. Su largo cabello negro estaba atado para el combate, pero sus ojos verdes esmeralda casi brillaban en la oscuridad. Su piel era perfecta y sus rasgos fáciles era simétricos y placenteros. Ella tenía orgullo en su apariencia, la cual había diseñado ella misma, pero aun así no era arrogante.

    ─Ten cuidado. ─Ella desapareció al final del pasillo hacia la base del equipo Verde. Yo fui en la dirección opuesta, hacia la base Roja. A pesar de lo que había dicho sobre llamar la atención, me mantuve escondido y en silencio, en busca de alguien más.

    Para mi sorpresa, casi me choco con ellos. Ellos no podían ver la esquina de donde estaban parados. Megan se preparaba para golpear una vaina de poder mientras que Jim se encontraba sobre un poste vigilando en caso de que alguien fuera detrás de su base. Yo estaba a punto de disiparle a Megan, no queriendo darle la oportunidad de obtener ningún tipo de ventaja, cuando Jim apunto su arma. Yo no podía dejarlo golpear a Keira y dejarla vulnerable contra Amanda y Eli, por lo que le disparé a él. Él se giró y le gritó a Megan, su chaleco brillando para señalar que estaba deshabilitado, pero Megan ya había golpeado la vaina de poder.

    ─El jugador ha sido golpeado por una baja de poder. El jugador ahora solo será capaz de disparar una vez cada diez segundos.

    ─ ¡Mierda! ─gritó ella. Ella se giró hacia mí y me disparó, pero yo lo recibí, eh inmediatamente le devolví el disparo. ─ ¿¡Que mierda!?

    ─Soy invencible. ─volví a dispararle a Jim para mantenerlo deshabilitado.

    ─Estas vainas trampa apestan. ─Se quejó Megan.

    Yo no la deje distraerme. Seguí disparándoles a ella y a Jim cada algún segundo. Sabía que mi arma necesitaría recargarse pronto, pero confiaba en que Keira tomara su base para entonces. Desafortunadamente, lo que se sintieron como diez minutos pasaron sin ningún anuncio.

    Mi arma se quedó sin poder.

    ─Mierda. ─salí corriendo, sabiendo que solo tendría diez segundos de ventaja antes de que ellos pudieran volver a disparar. Jim comenzó a perseguirme. Tenía suerte de que Megan estuviera usando zapatos de desnudista. Jim estaba tan mal preparado, ya que usaba una remera blanca y roja que brillaba radiantemente en la luz negra. Yo corrí hacia un callejón sin salida, donde solo había un poste bajo y una vaina de poder. No podía arriesgarme a una desventaja, por lo que no me molesté con la vaina. En vez de eso, usé el poste para saltar sobre la pared, ignorando el hecho de que era un movimiento ilegal.

    Golpeé el piso y rodé, deteniéndome a los pies de Eli. En vez de dispararme, él apunto su arma hacia Jim y disparó. Jim fue deshabilitado de nuevo. Detrás de Eli, Keira y Amanda estaban dándole con todo a la base Verde, la cual era solo una caja con luz verde en el techo. Yo me levanté. ─Gracias, hombre.

    ─El enemigo de mi enemigo y todo eso ─dijo Eli. ─Amanda y yo estamos tan atrás que definitivamente vamos a tener que invitar en almuerzo. Preferimos comprarte a ti y a Keira el almuerzo que a tonto y tonta.

    ─No se supone que puedan complotarse en nuestra contra. ─le regaño Jim. ─Está celosos de nuestra habilidad.

    ─Si, tú y Megan son buenos ─dije yo. ─Tuvieron años de práctica. También son ambos pésimos ganadores y es por eso que nadie quiere jugar con ustedes. ─Mientras que intentaba hacerlo sonar como una broma para calmar su frágil ego, era en realidad verdad. Keira y yo habíamos planeado en jugar con Amanda y Eli. Jim y Megan se enteraron y se invitaron a ellos mismos, hasta haciendo que Eli pagara su entrada porque ellos eran supuestos expertos y por eso, ellos no deberían tener que pagar.

    ─La base del equipo Verde ha sido destruida. Fin del juego.

    Las luces se encendieron y nuestros chalecos y armas se apagaron. Amanda y Eli se dieron un abrazo, excitados por haber jugado en vez de molestos por haber perdido. Keira, menos inclinada a la intimidad pública, meramente deslizó su mano hacia la mía mientras nos dirigíamos afuera. El piso estaba ahora iluminado con una flecha que nos indicaba como escapar.

    El maestro del juego nos encontró en el vestidor mientras nos quitábamos nuestros chalecos y guardábamos las armas. ─ ¿Se divirtieron?

    ─No ─dijo Megan amargamente.

    ─Cállate, Sissy ─dijo Amanda.

    Megan hizo una mueca, pero mantuvo su boca cerrada. Si alguien más en el mundo le hubiera dicho eso a Megan, hubieran terminado noqueados. Pero ya que Megan era la hermana de Amanda, ella podía salirse con eso. Era sorprendente lo lejos que podía a veces caer la manzana del árbol.

    El maestro del juego leyó de su iPad. ─El equipo Rojo está en tercer lugar con doce puntos. Ustedes dos apestan. El equipo Verde, ustedes ganaron veinticinco puntos al destruir la base del equipo Rojo, y luego perdieron veinticinco cuando su base fue destruida. Tienen cincuenta y tres puntos. Equipo Azul, su base es la única que sobrevivió y ganaron veinticinco puntos al tomar la base del equipo Verde.

    Habíamos estado a la mitad la mayor parte del juego, porque nos mantuvimos escondidos en vez de disparar o que nos dispararan. Sin embargo, yo obtuve varios puntos de Megan y Jim al final, lo que bajo su puntaje además de subir el nuestro.

    ─Ustedes tienen sesenta y cinco puntos ─Anunció el maestro del juego.

    Keira y yo fuimos humildes con nuestra victoria mientras que Amanda y Eli celebraban. A pesar de haber perdido, Megan y Jim demandaron que Eli pagara sus almuerzos. Keira y yo no mantuvimos fuera de eso, sabiendo que Eli podía defenderse a sí mismo y a su novia aun si Amanda era un poco crédula.

    ─Igualmente no queríamos almorzar con ustedes ─dijo Jim. ─Ahora, Luca, él era cool. ¿Todavía está desenterrando huesos en Egipto?

    ─Investigación. Está haciendo investigación, no paleontología. ─Mentí por centésima vez. Todo el mudo quería saber en qué parte de Egipto estaba, pero yo solo les decía que era secreto.

    ─Eres bastante bueno en combate ─dijo Keira mientras salíamos.

    ─Suerte de principiante. Luca y yo estamos acostumbrados a juegos que involucran usar nuestros cerebros, no armas. Las pistolas laser son cool, pero no era para nosotros.

    ─Bien ─dijo Keira, besándome. ─Entonces puede ser nuestra cosa.

    Un suave sonido de chispas me dijo que mi teléfono estaba frito. De nuevo.

    *      *      *

    Después del almuerzo con Amanda y Eli, Keira y yo llegamos a casa para encontrar un email en mi laptop diciendo que mi novela de ficción criminalista estaba haciendo grandes olas. Yo estaba halagado, pero no sorprendido, porque la había basado en mi hermano. Yo esperaba que él nunca la leyera.

    En mi libro, el personaje principal era un policía detrás de un asesino en serie, pero resultaba que el asesino serial había estado protegiendo al policía todo el tiempo. Él era un asesino, pero terminaba como el héroe al final cuando recibía una bala por el policía. Solo después de eso el policía se enteraba que el asesino era el hermano del que había sido separado de niño.

    Si el Pintor y yo fuésemos humanos y la magia no existiera, aun así, hubiéramos tenido algún tipo de obstáculo manteniéndonos separados.

    ─Los lectores aman tu estilo de escritura ─dijo Keira, leyendo el mail por sobre mi hombro. Ella siempre podía sentir cuando yo estaba angustiado pensando en mi hermano.

    Antes de obtener mis poderes de Escritor, yo solía perderme en mi escritura, pero en vez de seguir la trama, escribía escenas extrañas, usualmente incluyendo magia o monstruos. Con mi poder, debía tener cuidado de no perderme en la historia, porque no quería crear accidentalmente un villano en la vida real.

    Algunas de mis ideas para libros venían del Pintor. Nosotros compartíamos sueños a veces cuando éramos niños, antes de conocernos. Era como aprendí nuestros nombres verdaderos, el cual él uso para darme recuerdos falsos y yo use para ataparlo. Mientras él estaba en el libro, él podía tener cualquier aventura que quisiese. Usualmente, él se imaginaba teniendo esas aventuras conmigo. Cuando compartíamos sueños, yo podía darle eso.

    ─ ¿Quieren que hagas una firma de libros? ─preguntó Keira. ─ ¿Qué es eso?

    ─Es cuando los lectores conocen al autor y el autor firma sus libros.

    ─ ¿Para que ellos puedan tener poder sobre ti? ─preguntó ella, inmediatamente sospechando.

    Su preocupación mejoró mi humor. ─No. Sabes que los humanos no usan los nombres de esa manera. Además, los firmaría con mi seudónimo.

    Tanto Keira como yo teníamos una naturaleza extremadamente protectora. Desafortunadamente, yo aún era cauteloso con ella porque había crecido pensando que estaba maldito. Las cosas electrónicas aun reaccionaban de forma negativa a mi magia, pero desde que había aprendido a controlarlo, era más fácil pasar desapercibido en la sociedad. Aprendí rápidamente después de aprisionar a mi hermano que él no era del todo culpable por las cosas extrañas que pasaban a mí alrededor.

    Cuando me enojaba con alguien, debía controlarme o mi magia causaría que objetos exploten y que cosas eléctricas se frían. Era solo las personas que me importaban que el Pintor alejaba; aquellos a los que odiaba eran lastimados por mi propia magia. Como mi familia y amigos les habían sugerido a mis padres, yo era un fenómeno.

    Afortunadamente, porque sabía sobre ello, podía controlarlo. Aun no me sentía lo suficientemente cómodo para hacer amistades cercanas, pero eso podría tener más que ver con el hecho de que no era humano.

    Hasta fui capaz de graduarme de la universidad, lo que fue un poco agridulce. Yo saldría de mis clases esperando ver a Luca allí, esperándome, y luego recordaría porque no estaba. Lo primero que hice cuando regresé a la Tierra fue decirle a la universidad que había una emergencia familiar y que Luca regresaría tan pronto como pudiera. Ellos congelaron sus clases.

    Yo practicaba magia al menos unas horas al día, especialmente después de graduarme. Por supuesto, sabía que no era suficiente. Los aprendices de Syndrial practicaban y estudiaban todo el día todos los días desde el momento en que su magia era descubierta hasta que se convertían en sacerdotes, y desde ese punto, ellos estudiaban y practicaban aún más. No era que fuese perezoso o que aún me negaba a la existencia de la magia. Solo sentía que era parte de otra vida. Podía ser humano o hechicero, y aunque era un hechicero me gustase o no, aún no estaba listo para renunciar a mi humanidad.

    Si hice algunas mejoras en mí mismo y en mis suministros mientras probaba mis límites. No queriendo quedarme sin poder si me rompía la mano derecha, me hice a mí mismo ambidiestro. Con mi nombre real, reconocía que mis poderes eran posiblemente ilimitados con suficiente práctica. Podía incrementar mi I.Q, mejorar mi físico y aumentar mi aguante para todas las cosas.

    Pero no lo hice. Sabia suficiente sobre la magia para saber que podía seriamente arruinarme a mí mismo. Había consecuencias a mis acciones. Darme a mí mismo un corazón imparable solo dejaría algo más vulnerable.

    Pintor tenía suministros mágicos que mejoraban su habilidad. Con mucha menos experiencia, yo debía que modificar lo que tenía y hacer que bastara. Además de mi libro mágico y mi anillo-portal, tenía una pluma, la cual había sido un regalo de mi hermano. Mientras que esta no contenía nada de magia originalmente, yo la encanté para que nunca se quedara sin tinta, también arreglé una pequeña aguja en la tapa en caso de que alguna vez necesitara escribir con sangre…de nuevo.

    En mi opinión, mi vida no era tan loca como podría serlo. Estaba establecido. Aun así, algo me faltaba.

    Estaba constantemente al tanto de que uno de los dioses podría atacarme en busca del Libro de Nombres. Al mismo tiempo, cada noche, me iría a la cama decepcionada de que no había pasado. Extrañaba Syndrial, mi hermano y la aventura.

    Keira hundió sus dedos en mi cabello y se levantó. ─Isis está intentando llamarte. ¿Quieres hablar con ella?

    ─No. ─tomé su mano. ─Vayamos a hacer algo.

    ─Acabamos de hacer algo. Debo resolver una disputa en Syndrial, pero esperaré hasta que Isis se dé por vencida en molestarte.

    ─Aprecio eso.

    ─Pues, hasta entonces, vayamos a celebrar nuestra victoria.

    ─ ¿Qué tienes en mente?

    ─Dame cinco minutos, luego ven al cuarto. Estoy segura de que entenderás la idea. ─Ella salió de la habitación.

    Ya que Keira no vivía en la tierra de los dioses con su gente, ella era la que más actuaba como humana. Keira era una protectora, especialmente de los niños. Ella era una diosa, por lo que su moralidad era bastante diferente a la mía, pero ella era amable y amorosa. Ella entendía rápidamente la cultura humana y también traía a casa animales callejeros cada vez que salía afuera. El administrador no nos dejaba tener mascotas. Esto era desafortunado cuando se trataba de llevar a un dulce gatito a la perrera…no tan desafortunado cuando se trataba de un zorrillo que ella quería quedarse.

    Ella también ronroneaba, lo cual era un plus adorable.

    Keira siempre sabia en que humor estaba y cómo manejarme, ya fuera que estaba estresado por mis clases y quería una noche tranquila, o si estaba angustiado por mi hermano y quería salir de la casa. Mientras que ella era la mujer más complaciente que hubiera conocido, feliz de hacer lo que sea que yo tuviera ganas de hacer, ella era completamente independiente.

    Yo podía mandarle un mensaje diciéndoles que iba a casa para el almuerzo y ella estaría allí con

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