Traya

Por Brujogriz

Un guerrero milenario del más poderoso imperio que jamás haya existido, regresa para finalizar el trabajo de sus predecesores, el dominio total del universo.

• Idioma: Español
• Editorial: Xlibris US
• Fecha de lanzamiento: 4 oct 2022
• ISBN: 9781669812005

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Traya

Brujogriz

Copyright © 2022 by Brujogriz.

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This is a work of fiction. Names, characters, places and incidents either are the product of the author’s imagination or are used fictitiously, and any resemblance to any actual persons, living or dead, events, or locales is entirely coincidental.

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Rev. date: 10/03/2022

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Índice

Capítulo I

Capítulo II

Capitulo III

Capítulo IV

Capítulo V

Capítulo VI

Capítulo VII

Capitulo VIII

Capitulo IX

Apéndice

Capítulo I

El Sol Azul brillaba cada vez con más intensidad, las llamas en su interior brotaban, estallaban, aumentaba una y otra vez el tamaño y la fuerza de las erupciones, la tormenta solar empezaba a sobrecalentar los planetas a su alrededor, primero estallaron las lunas y satélites, se secaban los mares y los ríos, la vegetación se incendiaba, el caos y la muerte reinaba por todas partes.

Isabella viajaba a toda velocidad hacia el sol, su esfera estaba a punto de estallar por la tormenta solar, sabía que no volvería, ese sería su último viaje, pero debía intentarlo, tenía que evitar que el sol explotara.

Despertó con el corazón acelerado, bañada en sudor, miro el reloj en su mesa de noche y eran pasadas las 4 de la mañana.

Se levanto, encendió la cafetera y se sentó en el viejo sillón de la sala, a esperar el café para despejar su mente.

Isabella, una joven asistente ejecutiva de una vieja empresa de construcción, de 25 años, delgada, cabellos dorados y ojos verdes oscuros, disfrutaba del aroma de su café y mientras lo saboreaba pensaba en lo que había soñado, al principio no era más que un sueño, pero cada vez era más recurrente y una sensación de apremio crecía dentro de ella.

Amanecía, era sábado, su día consistía en prepararse un café y sentarse a leer en la pequeña sala de su departamento, donde tenía una gran biblioteca, un pequeño comedor y un viejo y cómodo sillón.

Retomaba la lectura de uno de sus escritores favoritos y se sumergía en la historia de los Buendía, cuando sintió un presentimiento creciente en su pecho, algo estaba por ocurrir, una luz brillante le encegueció los ojos y se desmayó.

El aroma del café le hizo volver en sí, se sentía aturdida, cuando una voz hablo detrás de ella, pensé que nunca ibas a despertar, ella volteo lentamente, no estaba asustada, pero no sabía si estaba soñando aun o era real.

Sentado en el comedor estaba un hombre alto, con los ojos grises y cabellos plateados, saboreaba una taza de café con los ojos meditabundos, la miro a los ojos y ella le pregunto, ¿quién eres?.

Te he estado observando desde hace un tiempo, necesito una buscadora y creo que ya estas preparada para que me acompañes, mi nombre es Kristopher, soy uno de los Guardianes de Estrellas y te necesito.

Isabella pensó que aún estaba soñando y Kristopher vio la duda en su cara, no, no estas soñando, son pocas las personas que nacen con el don de percibir el llamado de las estrellas y tú eres una de ellas.

Antes de que llegaras sentí una gran sensación de apremio y una luz que me enceguecía, dijo Isabella, Kristopher asombrado miro en su muñeca un extraño artefacto y le dijo, tu don está más despierto de lo que esperaba, necesitamos ponernos en marcha, está peligrando una estrella.

Toma lo que te sea indispensable para viajar, lo demás te será provisto en la esfera, dijo Kristopher, Isabella dudo un instante, pero la sensación de apremio crecía dentro de ella, así que tomo dos libros, una foto de su abuela y un anillo que le había regalado su padre.

Subieron al techo del edificio y delante de ellos apareció una especie de esfera plateada, muy brillante y casi transparente, se abrió una puerta delante de ellos y entraron. Por dentro esta esfera era más grande de lo que aparentaba por fuera, tenía una sala de navegación con una piedra hexagonal de luz azul en el centro, que le daba poder a la esfera. Tenía varias habitaciones, una de ellas un cuarto de aprovisionamiento de ropa de viaje para empezar la búsqueda.

Isabella una vez vestida, se apersono a la sala de navegación, donde Kristopher consultaba con el centro de poder la ruta a seguir, y ahora qué sigue? pregunto ella, tenemos que estudiar el rastro de tu visión, tu conexión con la luz de las estrellas deja un rastro que podemos seguir siempre que no sea muy tarde, dijo Kristopher.

Isabella recordó como el presentimiento de que algo terrible iba a ocurrir, como se apodero de ella y luego la luz, todo ocurrió un instante antes de que aparecieras, dijo Isabella, tu don