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La Piedra Encantada: Un Ángel, Una Princesa Novela
La Piedra Encantada: Un Ángel, Una Princesa Novela
La Piedra Encantada: Un Ángel, Una Princesa Novela
Libro electrónico122 páginas1 hora

La Piedra Encantada: Un Ángel, Una Princesa Novela

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Información de este libro electrónico

En el estado de Mansa, en la India, viva la Princesa Arika, haca mucho tiempo que no sonrea, slo gustaba de pasear sin compaa por los jardines del palacio, estaba comprometida en matrimonio con el Prncipe Amidius; sin embargo una serie de acontecimientos provocados por l impidieron que se concretara la boda, incluso amndola profundamente. Como consecuencia de sus actos, su padre lo oblig a casarse con otra joven de un poblado cercano, rompiendo con ello el pacto que lo una a Arika y creando tal vez una ineludible y sangrienta guerra. Qu haba hecho Amidius para provocar esto?, El gran amor que se tenan haba terminado para siempre? Todo indicaba que la desolacin en ella sera inevitable.
No obstante, surgi un evento sorprendente, una antigua y extraa piedra con poderes extraordinarios pareca ser la solucin, ya que concedera el eterno amor de Arika a quien la poseyera, eliminando cualquier obstculo que se presentara para tenerla.
Sin embargo, meses antes dicha piedra haba sido entregada de manera extraa, por un anciano de rara apariencia cubierto de vestiduras blancas y resplandecientes a un mercader de noble figura llamado Mikahil, dedicado al comercio de plantas oleaginosas, una vez que se detuvo a tomar agua en un riachuelo. Este en cuando se fue el anciano, la observ por unos segundos, viendo una deslumbrante luz que de ella eman, la cual le revel la imagen de la Princesa.
Durante un tiempo la busc, hasta que su obsesin por encontrarla dio fruto en uno de sus viajes, cuando al fin la conoci qued embelesado con ella, sin embargo en su afn por ayudarla y complacerla, debi decidir entre utilizar los poderes de la piedra para su propio beneficio, con lo cual irremediablemente ella se enamorara de l, o sacrificarse aceptando el destino lo cual significaba el final entre ellos; ms ahora saba que debido el tiempo juntos haba surgido una maravillosa confusin de amor que inclua al prncipe Amidius.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento25 ene 2012
ISBN9781463310912
La Piedra Encantada: Un Ángel, Una Princesa Novela
Autor

Miguel Angel Mondragón Calleja

Miguel Angel Mondragón Calleja, si deseas contactarlo puedes hacerlo a través de Palibrio o de su correo electrónico: aviety2@hotmail.com

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    La Piedra Encantada - Miguel Angel Mondragón Calleja

    Copyright © 2012 por Miguel Angel Mondragón Calleja.

    Número de Control de la Biblioteca

    del Congreso de EE. UU.:       2011918233

    ISBN:             Tapa Dura               978-1-4633-1094-3

                         Tapa Blanda            978-1-4633-1093-6

                         Libro Electrónico     978-1-4633-1091-2

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

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    Bloomington, IN 47403

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    Fax: +1.812.355.1576

    ventas@palibrio.com

    364559

    CONTENTS

    Introducción

    Capítulo 1

    Capítulo 2

    Capítulo 3

    Capítulo 4

    Capítulo 5

    Capítulo 6

    Capítulo 7

    Capítulo 8

    Capítulo 9

    Capítulo 10

    Capítulo 11

    Capítulo 12

    Capítulo 13

    Capítulo 14

    Capítulo 15

    Capítulo 16

    Capítulo 17

    Capítulo 18

    Capítulo 19

    Capítulo 20

    Capítulo 21

    Capítulo 22

    Capítulo Final

    Epílogo

    Mamá Cheya, mi Sofí y Claudia, gracias por su apoyo;

    Alice, gracias por tu gran e incondicional amor,

    que haría sin ti… las amo

    George M, Laia, Alexis A, Ab Rosario, Rocio, Mariel…

    Gracias por haber puesto su granito de arena.

    Un recuerdo para ti Mamá Rebeca… te amamos

    MV

    INTRODUCCIÓN

    La Princesa Arika se encontraba en su habitación, llevaba algunas semanas desconsolada y triste, su semblante había empalidecido y sus ojos estaban llenos de tristeza, la alegría de meses atrás se había ido, sólo quedaban en ella sentimientos de aflicción y angustia; sus padres sentían congoja por no poder ayudarla.

    Sin embargo, aquella noche, sintió su cuerpo estremecerse por un momento, no supo qué era, tampoco detectó la tenue luz que envolvía cada parte de su ser, no sabía qué le estaba sucediendo, en un instante la luz se desvaneció en su alcoba dejándola profundamente dormida.

    A la mañana siguiente despertó con otro ánimo, pero no comentó nada a nadie, estaba confundida, por lo tanto prefirió no salir, se sentía sorprendida, a pesar de continuar con su desconsuelo y desesperanza; más adelante sabría que algo en su ser se había removido para siempre.

    Habían transcurrido varios meses desde que unos bandidos se apostaron fuera del castillo del Príncipe Amidius y bajo algunas argucias habían logrado acercarse a la Princesa.

    -¡Qué bella joven! Creo que nos quedaremos aquí por un tiempo, busquen en las afueras del reino donde quedarnos, me gusta este lugar. ¡Quiero saber quién es ella! Investíguenlo inmediatamente. -Dijo el cabecilla de los vándalos.

    -Ya lo sabemos mi Señor, es la Princesa Arika. -Contestó uno de los lacayos.

    -¡Muy interesante, debo tenerla para mí!, hagan lo que deban hacer para que sea así. ¡Pero ya! -Ordenó aquel.

    -Tenemos grandes noticias, aunque poco creíbles. -Dijo después de un rato el sirviente.

    -Díganlo de una vez.

    -Una persona cercana a los Príncipes nos comentó que sabe la manera de que usted consiga a la Princesa.

    -Y ¿Cuál es esa manera?

    -El esposo de ella, el Príncipe Amidius, tiene un objeto en forma de piedra, el cual es mágico, el que lo posea puede hacer que la princesa sea suya para siempre. Sabe que lo guarda en una de sus habitaciones, que lo tiene dentro de un cofre y puede dárnoslo, pero pide cincuenta monedas de oro a cambio.

    -Que lo traiga inmediatamente, y si es verdad lo que dice, le daremos las monedas.

    Días después en las afueras del castillo se reunieron con aquél hombre quien les comentó:

    -Aquí lo tienen, ¡Quiero mi dinero!

    -¿Su dinero? Dénselo, ustedes saben dónde se encuentra.

    Ordenó el más importante de los maleantes.

    -¡No, No lo hagan, no me den nada, pero no me maten! -Suplicó el hombre.

    Uno meses después de aquella conversación se escuchó entre los bandidos:

    -¡Nos atacan, dispárenles, no deben quitármela! -Gritaba el principal de los bandidos derrotado.

    -¡Ya no podemos hacer nada, huyamos, mi señor! -Le decía uno de sus lacayos.

    Pasaron entonces dos meses, luego del enfrentamiento, y se escuchó al maleante gritar:

    -¿Qué me está pasando?, ¡Oh Ala perdóname, me estoy deformando!

    ¡Ayúdenme, la devolveré, lo juro! ¡Ah!

    CAPÍTULO 1

    Image6479.jpg

    Parece salido de un cuento de hadas, pero ¿Qué no han visto mis ojos en todo este tiempo? Lo cierto es que esta historia aún existe y el recuerdo de ella permanecerá en mí para siempre.

    Considero mi trabajo algo verdaderamente fascinante, realizo investigaciones por todo el mundo acerca de la inven- tiva del ser humano en su habitad natural; soy enviado por mi Universidad, establecida en Londres, para hacer descu- brimientos que han permitido conocer más del pensamiento y de las emociones del hombre.

    En los viajes que he realizado, he podido presenciar significativos hallazgos arqueológicos; he visitado innume- rables lugares exóticos, además de maravillosos paisajes; he conocido, también todo tipo de personajes, sin demeritar de cada uno su experiencia y cultura, de todos ellos he aprendido bastante.

    Sin embargo, uno de los momentos más importantes de aquellos viajes, el cual con certeza afirmo, impactó significativamente mi vida, fue cuando estuve en el Norte de Asia, en el estado de Punjab; pues en dicho viaje viví la historia más admirable que me ha sucedido, la cual ciertamente no quiero olvidar.

    Todo comenzó cuando conocí a un hombre con rasgos algo extraños, de estatura mediana y con poco cabello, cuya voz parecía el rechinar de un tren. Durante algunos días, diariamente en las mañanas, me esperaba afuera de la posada donde me hospedaba y me perseguía por varias calles con la intención de venderme algo que en realidad no alcanzaba a entender al principio. Debido a mi prisa, yo no le prestaba atención, incluso reconozco que llegó a fastidiarme, procuraba simplemente evitarlo para no hacerlo sentir mal.

    Al fin, un día me detuve y me dijo:

    -Señor escúcheme, debo entregarle esto únicamente a usted.

    Me sorprendieron mucho sus palabras, finalmente observé lo que sostenía en la mano, era una piedra plana en forma circular algo extraña, opaca, se veía muy antigua.

    Dijo que era mágica y que a quien estaba predestinado le concedería el amor de una joven princesa, sin embargo había una advertencia, el poseedor de ella tendría que demostrar que era digno de tenerla, de lo contrario correría el riesgo de que una maldición lo atacará, como les había sucedido a él y a su amo, tampoco podría regalarla ni perderla, pues de ser así viviría trastornado e incluso hasta podría perder la razón.

    Me explicó además que su Señor se la había robado a un Príncipe, y que también había sufrido una cruel maldición, pero que hacía unas semanas alguien les indicó que yo era el único que podría tenerla para regresarla a su dueño y salvarlos, pues aunque conocían el lugar no podían devolverla ya que sabían que los estaban buscando con el objetivo de matarlos, por ello debía hacerlo yo.

    Por supuesto, al principio no le creí nada en absoluto, incluso reí discretamente ante tan absurda historia, la cual me pareció desmesuradamente graciosa, al mismo tiempo llena de fantasía, misterio y de un poco de locura.

    -¡Qué audacia la de este tipo para vender! -Pensé.

    Pero quedé verdaderamente sorprendido cuando me aceptó sólo unas monedas de bajo valor, ¿Tanto tiempo acosándome, para pedirme tan poco? No obstante accedí para evitar que intentara insistirme nuevamente y para que al fin se fuera. La tomé, la guardé en mi maletín y no le di la menor importancia.

    Continué con mis actividades, ese había sido un día extremadamente pesado, lo único que quería era llegar a mi habitación, darme una ducha y dormirme de

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