Kazungul: LIBRO 1 Lazos de sangre; El Despertar de la maldición ancestral

Por Marcus L. Lukusa

Me llamo Raymond. Hasta hace poco era un chico normal. Bueno, además del hecho de que crecí usando un brazalete de cobre y un collar de malaquita. Sin embargo, cuando me mudé a Johannesburgo, todo cambió. Descubrí que tenía un lado oscuro y que tenía enemigos.

Enemigos que querían destruirme a mí y a otros como yo. Necesito en

• Idioma: Español
• Editorial: STAMPA GLOBAL
• Fecha de lanzamiento: 10 ago 2020
• ISBN: 9781951585747

Marcus L. Lukusa

Marcus L. Lukusa was born in Lubumbashi, Democratic Republic of Congo, on February 15 1984, the second son and child of Ruth Ndjibu and Venance Lukusa. He works as a sales engineering manager for Axis House, supplying these materials to most of the mines up north of South Africa, including DRC, his country of origin. But in his free time, he is a fan of martial arts and was crowned South African national champion of kung fu (Sanshou) and best overall fighter two years in a row, setting records in South Africa’s history of kung Fu in 2010 and 2011. Despite his love for martial arts, he has decided to step down and focus more on his imagination and creative side, making science fiction writing his escape world and hobby. In 2014, he published his first work and first book on the new saga known as Kazungul, which is available worldwide on paperback and e-book format. The first title, Kazungul: Blood ties – Awakening of the Ancestral Curse, was published in November 2014.

Vista previa del libro

Kazungul

Lazos de sangre; El Despertar de la maldición ancestral

LIBRO 1

Marcus L. Lukusa

Obras de arte por Sharon Teeling

Derechos Reservados ©2020 Marcus L. Lukusa

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Contenido

Agradecimientos

Parte Uno Despertando la Conciencia

Capítulo Uno Orígenes

Capítulo Dos La Caída De Los Hadimas

Capítulo Tres Raymond Bakaraï

Capítulo Cuatro La Antigua Ciudad De Piedra

Capítulo Cinco Un Encuentro Legendario

Parte Dos Conocimiento

Capítulo Seis El Libro De Bahati

Capítulo Siete Entrar Por El Ojo De La Puerta Del Cielo

Capítulo Ocho Premonición En Mi Pasado

Parte Tres Poder

Capítulo Nueve Monte Bleu Y Las Herramientas De Los Dioses

Capítulo Diez La Sabiduría De Nazca Y Las Enseñanzas Del Último Chamán

Capítulo Once Se Levanta El Hijo Caído On

Capítulo Doce Ra Oh Ra; Poderoso Y Sabio

Parte Cuatro Redención

Capítulo Trece El Poder Del Padre

Capítulo Catorce De Vuelta En Astataurus; El Regreso Del Príncipe

Capítulo Quince Nunca Olvides La Tierra

Capítulo Dieciseis El Guerrero Número 1 Del Cielo Y Sus Legiones

Capítulo Diecisiete El Destino

Parte Cinco Ascensión

Capítulo Dieciocho Gog Y Magog, La Guerra

Capítulo Diecinueve La Gracia Divina En El Campo De Batalla

Capítulo Veinte La Victoria Intergaláctica

Capítulo Ventiuno Hacia La Eternidad; La Asunción

Para mi hija, Phoenitia Mael.

Agradecimientos

Y o dedico este trabajo primero al Altísimo, quien ha sido la Fuente de mi inspiración y la guía de mis pensamientos. Por representar la gracia inagotable sobre todas las acciones o cualquier forma de maldición que pueda existir. Para aquellos que buscan la salvación, Él da.

A mis padres, Venance Lukusa y Ruth Ndjibu por todas las cosas buenas que han hecho por mí, por sus palabras de sabiduría y por guiarme en el camino de la vida. Las historias que compartieron sobre los grandes mitos africanos me inspiraron a crear esta obra de ficción.

A Vanessa K. Mbaz por su apoyo durante la última parte de este trabajo, por el estímulo para materializarlo y por creer en mis dones como autor.

A mis colegas de trabajo y al equipo de Axis House, que también me han apoyado y ayudado durante este tiempo; Mientras pasaba las noches escribiendo este libro, me ayudaron durante los días pesados en el trabajo. Un agradecimiento especial a Grant Clack por las sugerencias y consejos para encontrar artistas para la portada.

A mi hermano y mentor de escritura, Willem T. Lukusa y el resto de los miembros de la familia, en particular a Michael N. Lukusa.

Al equipo de BK Publishing por su apoyo y por creer en este trabajo desde el primer día, por su orientación durante la edición del trabajo. A Chrisna Prinsloo por su esfuerzo y dedicación para transformar este trabajo en la hermosa pieza literaria que es ahora.

A la tierra africana, y especialmente a la República de Sudáfrica por todas las buenas razones que dejó en mi corazón. Y a mi ciudad natal, Lubumbashi – Elisabethville.

Y, por último, a mi hija que finalmente se unió a nosotros en esta aventura que llamamos existencia. Este trabajo se ha hecho para que sonrías y para que conozcas algunos de los mitos olvidados de tu gran tierra. Con amor para tí!. Bienvenida a este hermoso mundo lleno de colores y lleno de esperanza.

Capítulo Uno

Orígenes

S angre, lo único suficientemente fuerte como para impactar la fuente de todas las bendiciones, maldiciones y personajes. Tiene influencia sobre todo tipo de comportamientos. Es lo único de lo que nunca puedes liberarte, correr o esconderte. Está contigo sin importar cuánto te guste o la odies.

Han habido muchas historias como ésta en todo el mundo, y muchos creen que ha habido algún tipo de evolución a lo largo de los siglos. Momentos en que los dioses han influido en nuestra naturaleza. Nos han bendecido o maldicho con sus propios genes para imprimir sus propias aptitudes en nuestras habilidades y capacidades de pensar, vivir, amar y creer. Nuestro mundo no está solo, ni en nuestro sistema solar, ni mucho menos, en nuestra galaxia.

Las personas crecen escuchando muchas leyendas de diversas tradiciones y religiones de todo el mundo; también, descubrimientos científicos y hechos arqueológicos. Pero lo que parece que nunca conseguimos es conocer o ver algunas de estas cosas para finalmente convencernos de que existen. Seguimos ciegamente creencias, historias, leyendas y maldiciones.

Oímos sobre vampiros, hombres lobo, titanes, elfos y todos los diferentes tipos de seres que cazan las noches, mientras que muchos se han estado escondiendo de nuestra vista y optan por cegarnos, señalando nuestra atención a los nocturnos. Pero debemos tener en cuenta que, también hay quienes viven tanto durante el brillo del sol como en la oscuridad de la noche. Estos son todos bendecidos con dones angelicales y demoníacos.

Déjame contarte una historia, una historia de este tipo. Hace mucho tiempo, cuando surgieron el cielo y la Tierra, se libró una gran batalla entre las estrellas. Seres del cielo declararon la guerra los unos contra los otros. La guerra fue como ninguna otra antes vista, pero tampoco fue la última de su tipo; otras como tal iban a venir. Muchos de nosotros nos hemos estado preparando para la próxima batalla conocida como la Batalla de Gog y Magog.

Después de la guerra, los seres de luz derramaron su sangre en los cielos oscuros del espacio. La victoria triunfó en los altos cielos y la guerra cesó. Pero como en muchas guerras, hubo bajas de ambos lados. Dos soldados de la guerra- Daïs y Hamael- llegaron a amarse. Después de que su amor creció, unieron sus cuerpos para convertirse en un solo ser vivo. Hadimas, como llegó a llamarse a sí mismo, buscó un lugar para continuar su vida pacífica y vino a vivir en la Tierra. El equilibrio existía dentro de él, él entendía el balance entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, la bendición y la maldición, la paz y el caos. Pero eligió mantener una implicación neutral en todas las cosas de conflicto, y su llegada a la Tierra tenía un propósito. Un propósito que él mismo no conocía en ese momento.

Entonces se dijo que Hadimas descendió a la Tierra y aterrizó en algún lugar de una región con grandes lagos. En algún lugar del este de lo que hoy se conoce como África.

Hadimas decidió vivir como un ser humano y eligió a la humanidad sobre la divinidad. Se enamoró mientras visitaba el país y engendró una familia en una gran tierra al oeste del gran lago. Tuvo siete hijos; Kaluk, Hamad, Pela, Kuta, Sabi, Netto y Bahati. Sus hijos se convirtieron en defensores de la tierra, y los defensores se convirtieron en generales. La tierra se convirtió en su reino y creció rápidamente; El conocimiento y el poder surgieron de él y pronto lo que Hadimas se juró a sí mismo, desapareció. Los reinos vecinos fueron sacudidos por el miedo debido al poder de su reino.

Sin embargo, la línea de sangre Hadimas estaba maldita. Se decía que todos sus descendientes habían sido cazados por el espíritu del dragón negro, conocido como Kazungul. Esta maldición le había dado a sus descendientes un tremendo poder, intelecto y habilidades sobrenaturales. A diferencia de su padre, los hijos no podían controlar sus poderes, y no podían hacer que estos durmieran. Con esta maldición vino algo aún más aterrador; la sed de sangre. No sólo la buscaban sino que querían alimentarse de ella. Con esta práctica tendrían una larga vida. Este lado de la maldición sólo se despertaba de noche o después de que un Hadimasien usara su fuerza física, después de alcanzar una edad madura… se consideraba que era a los doce años.

Capítulo Dos

La Caída de los Hadimas

E ntre los siete generales, hijos de Hadimas, había uno todavía joven en la época de la gloria del reino. El hijo más joven y más querido de Hadimas era conocido como Enoc Bahati. Era el único que aún no se había visto afectado por la maldición, ya que era simplemente un niño. Su padre se tomó el tiempo de enseñarle todo lo que sabía y trató de encontrar una manera de evitar esta maldición, para que llevara una vida normal.

Mientras tanto, la guerra se extendía por la tierra y los reinos vecinos estaban decididos a detener el linaje Hadimas. Ellos buscaban ayuda y consejo de los dioses. Con la ayuda de otros poderes y otros conocimientos, encontraron formas de unir la fuerza de los Hadimasiens y también, cómo detenerlos y matarlos. Uno por uno cazaron a los hijos de Hadimas y mataron a muchos de ellos. Se unieron a un ejército y cerraron las fronteras de su reino. Eran demasiados los caídos y nadie podía mantener el control y la destrucción que estaba pasando en la Tierra.

Los hijos que escaparon de la captura se separaron el uno del otro para proteger a sus descendientes. Huyeron a todos los rincones de los continentes e intentaron llevar una vida normal. El concejo unido creó una sociedad secreta, una especializada en cazar y terminar con el linaje de Hadimas. La sociedad secreta estaba compuesta por los mejores guerreros, médicos brujos y sacerdotes, y se hacían llamar la Sociedad Jimina.

En las sombras y el silencio, eran muy poderosos. Pero en sí mismos y por sí mismos, los humanos nunca podrían y nunca habrían podido enfrentarse al poderoso Hadimas. Se decía que era inmortal, aunque fue capturado y encarcelado por otro ser supremo que vivía en paz con la gente en la Tierra antes de que llegara Hadimas. Era un espíritu poderoso, uno que era conocido por causar terremotos y agitación si la gente lo enojaba, su nombre era Mpumina, el gran poder del centro de la Tierra. No sólo él, sino muchos otros dioses jugaron un papel en la captura de Hadimas, incluidos Marduck y sus aliados, permitiendo a los humanos triunfar sobre su reino. Hadimas juró días y noches que iba a vengarse. No más de tres de los hijos de Hadimas escaparon de la Sociedad Jimina.

Bahati, el más joven, corrió hacia el sur con su madre y un caballero humano que fue asignado para cuidarlo. Se trasladaron al sur, donde aprendieron algunas de las cosas que se dijeron en la guerra, para controlar y mantener al joven Hadimasien a salvo de su maldición. La madre de Bahati, Etiga y el sirviente caballero Kato, cuidaron al niño hasta que éste se convirtió en un hombre joven. El joven se convirtió en una mente brillante, inteligente y un genio como ningún Hadamasien lo había hecho antes que él. Era gentil, pacífico, muy amoroso pero también muy poderoso. Su madre se aseguró de que nunca hiciera ejercicio o usara ninguna fuerza física. No trabajaba ni combatía. No tenía desafíos físicos de ningún tipo. Pero sucedían muchas cosas en lugares y situaciones que él nunca podría conocer.

Bahati construyó una ciudad misteriosa, una ciudadela de piedra, para descansar en paz. Era una fortaleza muy bien protegida. Él sabía lo que había en él, pero nunca se convirtió en un monstruo gracias a los muchos secretos y conocimientos que le habían compartido. Así que su mayor fortaleza era mantenerse a él, y a las personas a su alrededor, a salvo. Llamó a la ciudad Zimba Za Mabwe. Bahati dio el nombre que sólo él y los descendientes de sus hermanos sabrían. Era el nombre del espíritu del dragón negro que estaba cazando su línea de sangre. Cuando llegó a encontrar una manera de controlar a la bestia dentro de él, esperaba que sus hermanos de alguna manera escucharan sobre la ciudad y se refugiaran bajo su cuidado. Era un riesgo que debía correr. En esa parte de la Tierra, la historia de los Hadimasiens se convirtió en un mito que a la vez se transformó en un cuento para dormir para los niños tercos que no escuchaban a sus padres. Bahati se convirtió en padre de hijos e hijas, a quienes cuidaba, protegía y amaba mucho.

Capítulo Tres

Raymond Bakaraï

T oda esta historia de alguna manera me involucra. Me