Algo que caracteriza a los zapatistas es su profunda conciencia de que vivimos un tiempo del fin en el sentido apocalíptico del término. Desde su aparición la madrugada del 1 de enero de 1994, alertaron que la lógica capitalista -yo la llamaría desarrollista; el marxismo parte de las mismas premisas- se dirigía al desastre. A ella opusieron el cuidado de la tierra, la pobreza campesina, la preservación de la memoria, la unidad en la diversidad, la compasión por los excluidos, la literatura y el humor.
Pese al asombro que suscitaron, sus propuestas no sólo no se entendieron, el