CUANDO LA LEYENDA SE HACE CINE
Las leyendas deambulan por el umbral entre la realidad y la ficción. Su atractivo reside en que no se sabe del todo qué hay de verdad en ellas y en que precisamente es ese enigma, ese lado oscuro, el que acaba entusiasmando. Los amantes del misterio preferimos fantasear con la idea de que lo que cuentan pudiera haber sucedido. Si se despojara a Francisco de la Vega de su leyenda se revelaría como un simple joven del siglo XVII que tuvo la desdicha de desparecer en aguas del Cantábrico, pero, si tenemos en cuenta su lado oculto, ese que menciona que años después fue capturado con aspecto de pez por unos pescadores en Cádiz, el muchacho de Liérganes adquiere matices mucho más interesantes.
Si el cine de terror se inspira en una leyenda, lo ideal es que se recree
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