Desde que se liberó el poder del átomo se han reportado nacimientos de bebés con características ESPEciales. Mutantes. Algunos incluso han conseguido llegar a la adultez y existieron reportes de comunidades aisladas, afortunadamente la agencia del estado se ha encargado de ellos. Su potencial amenaza (podría surgir una nueva especie mejor que nosotros) está controlada. Nos encontramos en la cafetería de un pequeño pueblo de la américa profunda…

Nota: me lo monté mal para grabarlo y la calidad desonido no es ni mucho menos guai. hay algún problemilla pero creo que sigue siendo razonable para poderse escuchar y no quería dejar de subirlo, disculpas por adelantado.

[semispoiler] “The Golden Man” Se publicó en “If” en 1954. Su primer título había sido “El Dios que corre” Muchísimos temas interesantes, mis favoritos los posthumanistas. ¿Hacia dónde evolucionamos? Tiene un sentido la evolución? El mutante no necesita lóbulo frontal. En ese sentido está más conectado al mundo animal que nosotros. Y no somos nosotros lo que evolucionaremos, si no los nuevos organismos. Este miedo a la próxima etapa de la evolución, el que debieron sentir los Neanderthales de los CroMagnones (bromeo) se reflejaba en los años cincuenta con los mutantes. Hoy está muy actualizado con las Inteligencias Artificiales. Qué pasará cuando los robots nos superen en capacidades? Y si se rebelan. Afortundamente están las tres leyes de la robótica pero veo más factible un universo al estilo de Ciberíada donde nosotros, los blanditos viscosos, ya no somos los protagonistas. Muchos temas interesantes pero para no irme por las ramas y como encontré unas cosas que dijo Dick sobre el libro voy a pegarlas por aquí y callarme. Se repite un poco pero siempre mola (traducción liberal)

Al principio de los Cincuenta gran parte de la ciencia ficción que se escribía en América trataba el tema de los humanos mutantes y sus gloriosos super-poderes, y super-facultades, con las que conseguirían dirigir a la humanidad a un estadío de existencia superior; una suerte de tierra prometida. John W. Campbell Jr., editor de “Analog”, pedía que en las historias que comprase se tratara a los mutantes como (1) buenos; y (2) “a cargo”. Cuando escribí “El hombre dorado” pretendía mostrar que el mutante podría (1) no ser bueno, al menos no para el resto de la humanidad, nosotros mortales; y (2) no ser responsable sino atacarnos como lo haría un bandido, un mutante salveje que potencialmente puede hacernos más mal que bien. Esta era la visión de los mutante psiónicos que Campbell despreciaba, y el tema de ficción que se negaba a publicar… así que mi historia apareció en “If”.

A nosotros, escritores de ciencia ficción de los Cincuenta, nos gustaba “If” porque usaban papel de gran calidad y con ilustraciones: era una revista con clase. Y, más importante, se arriesgaba con autores desconocidos. Un buen número de mis primeras historias aparecieron en “If”; para mi era un gran mercado. El editor de “If” al principio era Paul W. Fairman. El cogía una historia malamente escrita por ti y le daba vueltas hasta dejarla bien – cosa que yo apreciaba. Más tarde James L. Quinn se convirtió en editor, y Frederik Phol fue el siguiente. Les vendí a los tres.

En el número de “If” que siguió a la publicación de “The Golden Man” apareció un editorial a dos hojas consistente en la carta de una vieja profesora de colegio quejándose respecto a “The Golden Man”. Sus quejas eran las mismas que las de J. W. Campbell Jr.: me recriminó el presentar a los mutantes en una luz negativa y explicó la noción de que ciertamente deberíamos esperar que los mutantes fuesen (1) buenos y (2) responsables. Así que volví a la casilla de salida.

Mi teoría de porqué la gente enfoca el asunto de esta manera es: creo que esta gente secretamente se imaginan a si mismos como manifestaciones de ese tipo, sabios, super inteligentes Ubermenschen que guían a la gente estúpida (e.j. el resto de nosotros) a la Tierra Prometida. Para mí que