Inédita - Libro 2 de la Serie Identidad Desconocida: Extraños Cuentos del Mar, El Secreto de Tesla, Como Hacerse Rico: El Hombre en su Accionar Volumen

Por Lexy Timms

La autora de Bestsellers de Romance, Lexy Timms, te trae una nueva serie que robará tu corazón y te dejará sin aliento.

Inédita - Libro 2 de la Serie Identidad Desconocida

Las cosas con Conrad no fueron como Leslie las planeó y después de volver a la ciudad de Nueva York, ahora es la persona más sorprendida en el mundo al encontrarlo de pie en la puerta de su casa, pidiéndole la oportunidad de ganarse su corazón.

Leslie no sabe cómo responder. Pero, Conrad está aquí, vivo y queriendo amarla.

Emocionada por mostrarle a su nuevo novio la ciudad que ha llegado a amar, Leslie se da cuenta cuando regresan Amber y Josie, que dejó un pequeño detalle sobre su vida.

• Idioma: Español
• Editorial: Lexy Timms
• Fecha de lanzamiento: 10 nov 2018
• ISBN: 9781386415350

Lexy Timms

"Love should be something that lasts forever, not is lost forever."  Visit USA TODAY BESTSELLING AUTHOR, LEXY TIMMS https://www.facebook.com/SavingForever *Please feel free to connect with me and share your comments. I love connecting with my readers.* Sign up for news and updates and freebies - I like spoiling my readers! http://eepurl.com/9i0vD website: www.lexytimms.com Dealing in Antique Jewelry and hanging out with her awesome hubby and three kids, Lexy Timms loves writing in her free time.  MANAGING THE BOSSES is a bestselling 10-part series dipping into the lives of Alex Reid and Jamie Connors. Can a secretary really fall for her billionaire boss?

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Serie Identidad Desconocida

Desconocida

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Inédita

Libro 2

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Descripción

La autora de Bestsellers de Romance, Lexy Timms, te trae una nueva serie que robará tu corazón y te dejará sin aliento.

Inédita - Libro 2 de la Serie Identidad Desconocida

Las cosas con Conrad no fueron como Leslie las planeó y después de volver a la ciudad de Nueva York, ahora es la persona más sorprendida en el mundo al encontrarlo de pie en la puerta de su casa, pidiéndole la oportunidad de ganarse su corazón.

Leslie no sabe cómo responder. Pero, Conrad está aquí, vivo y queriendo amarla.

Emocionada por mostrarle a su nuevo novio la ciudad que ha llegado a amar, Leslie se da cuenta cuando regresan Amber y Josie, que dejó un pequeño detalle sobre su vida.

Cuanto más expresa Conrad su amor por ella, más nerviosa se pone Leslie al decirle quién es en realidad.

¿Estará Conrad dispuesto a aceptar quién es realmente cuando salga la verdad?

*Este es el Libro 2 en la Serie Identidad Desconocida*

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Contenido

Serie Identidad Desconocida

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Descripción

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Capítulo 15

Capítulo 16

Capítulo 17

Capítulo 18

Capítulo 19

Capítulo 20

Capítulo 21

Capítulo 22

Capítulo 23

Capítulo 24

Capítulo 25

Capítulo 26

Capítulo 27

No Expuesta Descripción:

Serie Identidad Desconocida

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Capítulo 1

Solo necesitaba la oportunidad de decirte cómo me sentía antes de que decidieras que no valía la pena. Lamento haberte molestado , dijo Conrad en voz baja desde el otro lado de la puerta.

Leslie sabía que estaba a punto de irse. Después de todo lo que sucedido: perder a Michael, el amor de su vida por el cáncer hace un año, vender la casa que habían compartido en San Francisco, mudarse al otro lado del país, lanzarse a escribir, y construir una nueva vida para ella en Nueva York, ¿cómo se había encontrado ella aquí, en este momento?

¿Y cómo se había convertido Conrad en parte de eso?

Si no hubiera decidido soltarse un poco, si no hubiera decidido salir de la caparazón de su dolor y mirar a su alrededor. Si no hubiera permitido que Amber y Josie la arrastraran a ese club. El sabor de la vida lejos de su computadora le había hecho pensar en unas vacaciones en su cabeza. A partir de allí, fue demasiado fácil conseguir que su agente literario, Grant, organizara una estancia de dos semanas en un lujoso complejo ultra exclusivo en su propia isla privada en el Caribe. No había costado mucho convencer a Amber y Josie para que vinieran. Leslie había ganado tanto dinero con sus exitosos libros de misterio - su seudónimo, Evelyn Frock, era una de las autoras más populares del mundo – y podía permitirse llevar a sus dos amigas a una escapada a la isla llena de ricos y famosos.

Había sido muy divertido al principio.

El ambiente, la comida, la gente, todo era como un sueño que cobra vida. Sus dos amigas habían encontrado un hombre caliente con quien salir, y Leslie, estaba sola en la mesa, comenzó a extrañar a Michael horriblemente. Su paraíso en el Caribe se convirtió en una prisión de culpa y vacío, que nadie podría llenar.

Así que ella había hecho la única cosa lógica que podía hacer en ese momento: se quitó los tacones, fue al bar y pidió un trago. Un hombre precioso que ella había visto antes cuando habían pasado todavía estaba allí, aparentemente decidido a ahogar sus propios dolores hasta el punto de ahogarse realmente, y mientras lo miraba en busca de pistas se dio cuenta de que él era su celebridad amada. La estrella convincente del programa de televisión que presentaba a su personaje luchando con hombres lobo para defender su adorado interés amoroso.

Conrad Danes.

Cincelado impecablemente, los abdominales de ocho paquetes, el bronceado perfecto, el cuerpo impecable, todo perfecto.

De repente, por qué estar bebiendo tenía sentido. Había sido regado en todas las redes sociales. Su matrimonio había implosionado unas semanas antes debido a las trampas de su esposa.

En el transcurso de su consumo de alcohol, habían entablado una conversación, y su personalidad era tan sorprendente como sus abdominales multi-pack. Era interesante, atento, comprensivo, y Leslie se encontró contándole sobre Michael. Luego, Conrad le contó sobre su esposa y cómo todo terminó.

Su conexión había sido instantánea.

La atracción mutua, era innegable.

Ella lo había llevado de vuelta a la habitación de su suite donde habían compartido más historias y un beso increíble, y luego se había quedado dormida, sin sexo. El día siguiente debería haber sido incómodo, pero fue sorprendentemente cómodo, así que pasaron el día juntos disfrutando de la isla.

Habían terminado en su suite y habían decidido pedir servicio a la habitación, ver películas antiguas, y justo cuando Leslie empezaba a echar menos de menos a Michael, y querer a Conrad más, una tocada a la puerta lo había cambiado todo.

No era el servicio de habitaciones. En cambio, era la esposa de Conrad, Kyra, echó un vistazo a Leslie y la llamó prostituta.

Conrad no la había defendido. Había dejado que esa horrible palabra flotara en el aire, y rodara sobre sus cabezas como un cuervo, una maldición fatal.

Entonces ella se fue.

Lo último que escuchó fue a Conrad invitando a Kyra a entrar.

Una llamada a su agente, y Grant la hizo reservar en el próximo avión a casa. Más rápido que rápido.

Ella había corrido, como si hubiera huido de San Francisco.

Y una vez más, escribir era el único consuelo de Leslie, eso y el gimnasio, castigando cada caloría que se atrevía a quedarse.

Después de casi una semana sola, otro golpe en la puerta cambió todo.

Conrad. Disculpándose, prometiendo, pidiendo otra oportunidad. Su matrimonio, terminado. De nuevo. Todavía.

Leslie, quiero una oportunidad. Quiero que me muestres todas las cicatrices que escondes. Quiero ser quien recoja todas tus piezas rotas, había dicho Conrad.

Ella hasta ahora había respondido con silencio. Ahora estaba a punto de irse. Leslie estaba a punto de dejar que el hombre más hermoso y misterioso que había conocido saliera de su vida.

Un pequeño pensamiento en el fondo de su mente, aclaró su garganta y levantó una mano tímida. Michael no querría que siguieras viviendo de esta manera, decía. Él querría que te arriesgues. Él se deleitó con tu amor y supo cuán poderoso era. Él querría que permitieras que otra persona se sintiera tan querida como él.

Leslie vaciló, queriendo alejar la idea con otras más grandes: las que decían que no era el momento, que no había sido suficiente, juraba que nunca más se volvería a sentir así.

No se dio cuenta de que su vacilación era física hasta que escuchó la puerta saltar un poco en el marco. Estaba apoyada en él, y el ruido, que probablemente era suave, estalló como un disparo en sus oídos.

Conrad lo escuchó también.

¿Leslie?

Ella se encogió. Ella necesitaba más tiempo para escuchar sus pensamientos en conflicto y discutir sobre ellos.

Por favor abre la puerta.

No, dijo una parte de su mente. Es demasiado pronto.

No hay límite de tiempo en el dolor, dijo otra parte.

Yo-

¿Podemos simplemente hablar?

Tuviste el amor perfecto una vez. No volverá a aparecer.

Pero, dijo la parte tímida, esto podría no ser perfecto. Esto podría ser imperfecto. Puede ser exactamente lo que necesitas para comenzar a vivir de nuevo.

Quiero una oportunidad de ganarme tu confianza. ¿Me puedes dar eso? , Suplicó.

Me lastimaría si esto se derrumbara. No sé si puedo soportar más dolor, pensó.

Eso no es dolor, es miedo.

Tengo miedo, dijo Leslie por la rendija de la puerta. Su mejilla descansaba sobre la madera fresca y ella presionó su mano contra ella.

Les, yo también. ¿Crees que estaba listo para esto? No estaba mirando. Estoy aterrorizado, pero estaba más asustado cuando supe que te habías ido de la isla, cuando pensé que te había perdido para siempre.

Leslie se encontró girando el cerrojo, y pestañeó mientras lo miraba más allá de la cadena de seguridad. Su cabello oscuro contra sus hermosos ojos le robó el aliento. Sus labios perfectos se apretaron mientras pasaba una mano por su cabello. ¿Qué hacemos?, Susurró.

Se apoyó en el marco de la puerta. Sus ojos estaban tan llenos de emoción que ella podía ver por qué las cámaras de televisión lo amaban. Sentarse. Hablar. Ver a dónde vas. Respirar.

Hizo una buena lista de cuatro puntos, como un esbozo inicial para una de sus novelas. Bueno.

El asintió. Bueno.

Ellos se miraban el uno al otro.

¿Puedo entrar? Preguntó, sonriendo.

Ella le devolvió la sonrisa. Mierda, sí.

Capítulo 2

Ellos se sentaron en el sofá, uno frente al otro. Conrad parecía como el infierno, todavía estaba increíblemente caliente. Mejor de lo que Leslie sentía que alguna vez se había visto, en su mejor día. Ella optó por mirar hacia la puerta, mientras él tenía una vista de su pequeña sala de estar, y si giraba su cabeza, de todo el departamento.

Así que aquí es donde vives... dijo, sonando nervioso. ¿Los actores tan calientes como él se ponen nerviosos?

Así es.

Él asintió, pero no dijo nada.

¿Esperabas algo diferente?

Conrad le dio su característica mirada de desconcierto. No estaba seguro. Tu suite en la isla era más grande que la mía, pero mencionaste que eras una escritora muerta de hambre, así que supongo que no sé lo que esperaba. El vecindario no está mal.

Leslie pudo escuchar la palabra que no dijo. ¿Pero?

Pero, por cierto, después de saltarme ese ascensor, que era como cabalgar, no estoy tan seguro.

Elección inteligente.

Luego de ver más allá de la puerta de entrada, y mirándote con esos pantalones de yoga, que no encajan del todo como deberían, creo que he vuelto a mi primera opinión: definitivamente eres una escritora hambrienta.

Leslie miró sus pantalones Lululemon. He estado dándole al gimnasio tal vez demasiado duro, supongo.

Demasiado cardio, no suficientes pesas, como diría mi entrenador.

¿Tienes un entrenador?

Él gimió. "Te dije uno de mis secretos. No nací así. Hizo un gesto hacia los abdominales rígidos bajo su moderna camiseta negra.

Ella sonrió. ¿De Verdad?

No. Le pago a un tipo llamado Boomer para mantenerme listo para la televisión.

Leslie no pudo evitarlo. Ella rió. Boomer?

Él levantó sus manos. No es broma. Boomer. Él diseña entrenamientos tan difíciles que probablemente hayan sido prohibidos por la Convención de Ginebra, y él me está prescribiendo dieta y nutrición constantemente. Simplemente continuamos en pausa, e incluso mejor que la fiesta de despedida es saber que no tendré que verlo durante dos meses. Ya sabes cómo es, tratar de mantenerte en forma.

Ella hizo una mueca. Realmente no.

"¿Qué? ¿No trabajas?

Sí, pero por la forma. Tengo un metabolismo naturalmente alto.

Sacudió la cabeza. Te odio.

Ella rió. Lo siento. Si te hace sentir mejor, no tengo mucho, a menos que entrene, y ningún tono en mis brazos, tampoco. Y los trajes de baño no se ven bien, a menos que me haga esculpir con ejercicios.

Te equivocas.

¿Perdón?

Tienes un trasero increíble.

Ella sonrió a su pesar. Producto del gimnasio. Si no lo hago, se cae.

Conrad suspiró. No estoy de ninguna manera gordo. Normalmente tengo un estómago plano, pero si quiero abdominales, o tengo que aparecer sin una camisa, lo cual hice constantemente durante las primeras temporadas, entonces tengo que levantar pesas, hacer un número de abdominales por día y comer la cantidad correcta de proteínas y calorías, pero no tantas calorías que la piel no se adhiera bien. Es matemática. Y ciencia. Apesta. Por eso le pago a Boomer para que me grite. No tendría la suficiente motivación para ser descuartizado por mi cuenta.

Pobrecito, dijo en broma, dándole palmaditas en el brazo.

Es por eso que vine aquí, dijo con cara seria. Tenía que decirte que si estás esperando todo esto, todo el tiempo, vas a estar muy decepcionada. Ni siquiera pestañeó.

Ella soltó una risita. Buen actor de trasero loco. Creo que me las arreglaré.

Echó un vistazo detrás de él. Boomer estaría feliz de haber elegido las escaleras.

Puedes decir que lo hiciste para estar en forma.

Y no porque ese ascensor pareciera un apoyo para una película de terror. Su rostro serio se rompió y sonrió.

No lo diré. Maldición, era hermoso.

Será nuestro pequeño secreto.

Leslie lo miró y su sonrisa se desvaneció. Tu esposa.

La  suya también. Sí. Te debo una explicación. Lo siento, Leslie. No sabía qué hacer cuando ella apareció. Te lo dije antes, hemos estado juntos desde que éramos adolescentes, y todos mis sueños, todo mi futuro, solían usar su cara. Me he perdido. Enojado, sí, pero tan malditamente perdido. Ella siempre fue la única cosa con la que podía contar, y cuando descubrí que había estado haciendo trampa todo el tiempo, me pareció que toda mi vida adulta había sido una mentira. Un gran espectáculo.

Pero dijiste que todo había terminado.

Sí. Así era.

Ella se frunció. ¿Todavía está?

Sí. Me sorprendió cuando apareció. No estaba seguro de haberla escuchado bien, y luego dijo que quería hablar, y una parte de mí solo quería retroceder en el tiempo hasta unas semanas antes, cuando ignoraba todo lo que había estado sucediendo. Sacudió la cabeza. Lo siento. Debería haberte defendido. No debería haber dejado que mi confusión sobre mi ex esposa nublara mi juicio. Debería haberle llamado la atención sobre lo que ella dijo. Lo siento mucho.

Eso no es excusa. El dolor aún se sentía fuerte dentro de ella. Una pequeña voz dentro de ella le preguntó si era dolor por lo que había sucedido o porque Michael había muerto. De alguna manera, los dos se sentían igual.

No es. Todo lo que puedo hacer para explicar es... Conrad miró a su alrededor, buscando palabras como si no quisiera nada más que un guion para contarle sus líneas.

Leslie esperó.

¿Recuerdas haber estado enamorada de tu marido?

Sí. Las imágenes aparecieron en su mente espontáneamente. Mala comida mexicana a altas horas de la noche, largas caminatas en el campus, estudiando para finales juntos.

¿Todavía estabas enamorada de él hasta el día de su muerte?

Y después.

Se mordió el labio inferior. ¿Todavía?

Ella lo miró sorprendida. ¿Todavía estaba enamorada de un hombre que ya no estaba vivo? "No. No enamorada, pero lo amo. ¿Eso tiene sentido?

El asintió. Es un gran amor. No puedes simplemente apagarlo, como encender un interruptor. Ambos se sentaron en silencio por un momento, perdidos en el pasado y aterrorizados por el futuro. Conrad se aclaró la garganta mientras un dedo distraídamente tiraba de un hilo en sus jeans azul oscuro. El día que descubrí que Kyra me había estado engañando, me desamoré. Mi corazón no saltó la próxima vez que entró por la puerta. La magia, la chispa, se había ido. Pero había estado enamorado por tanto tiempo, no podía simplemente apagarlo. Todavía la amo, razón por la cual la dejo entrar, y aún quiero que sea feliz, pero lo que teníamos se terminó. Para siempre. Su visita lo demostró. Ahora solo estoy cabalgando, sintiendo que se desvanece.

Leslie asintió. Lleva mucho tiempo irse.

¿Por qué no acompañarnos, vivir un poco, mientras esperamos?, Dijo Conrad, mirándola a los labios.

Un pequeño zing pasó por su centro cuando vio que sus párpados se hundían. Los labios de Leslie se separaron, porque sintió que debería responderle, de alguna manera, pero por su vida no podía recordar si había hecho alguna pregunta. Su mano, que junto con su brazo, había sido colocada sobre el respaldo del sofá, agarró la tapicería y tiró, enviando su cuerpo en un movimiento suave al espacio personal de Leslie. Una lenta reproducción de la sensualidad de esa mano, ese agarre determinado, abrumaron sus sentidos, y sus ojos se cerraron, insegura de si podría mirar al resto de él sin derretirse en un charco de sentimentalismo.

Conrad sabía cómo aprovechar un momento oportuno. Su mano derecha se acercó y le tomó la barbilla, inclinando su rostro para recibir el beso más lento y caliente que había recibido en toda su vida. Parte de su pensamiento, Maldita sea, no es solo una cara bonita, y el resto de ella acalló la voz, y le devolvió a Conrad el mismo calor que le estaba dando.

El beso fue increíble y diferente. Tan diferente de lo que había sido Michael. Esa singularidad hizo que todos